EL YUGO SE CONSOLIDA
Cadenas
Los últimos tramos en la cadena de los hechos históricos, están mostrando el encadenamiento que literalmente amenaza a la humanidad. Pero ella se desliza hacia su esclavitud, ignorando el yugo o sin darle importancia. Algo que ya atisbaron visionarios como Orwell o Huxley, aunque obviamente mejor advertido por las predicciones religiosas.
Desde las “ruinas” comunistas —ruinas vivaces y fértiles— el “espíritu” materialista señorea sobre el campo minado del relativismo liberal. Abierto a las frivolidades hedonistas y herméticamente vedado a la trascendencia. Por tal camino el Pensamiento Único ha impuesto la mentalidad “políticamente correcta”, despreocupada de la Verdad y a menudo hostil a la misma naturaleza. De tal modo se está ajustando la malla opresora mediante un ardid inimaginable: sirviéndose del derecho. Para mayor paradojismo en su cúspide de “Derechos Humanos”; entelequia superior a todo principio jurídico y ajustable al designio predominante. Por sobre cualquier derecho —particular o de gentes— y superando las fronteras del espacio o del tiempo. Con el arma más temible: el "Delito de lesa Humanidad”; suprema figura penal aplicable sin límites; ni de la razón ni del simple sentido común. Ofrecen el ejemplo más reciente de su arbitrio total las Naciones Unidas (ONU). Suprema instancia capaz de contrasentidos tan apabullantes como criminalizar las investigaciones nucleares, permitiéndoles simultáneamente las bombas atómicas a los países que las poseen en abundancia. O de proteger la vida fomentando el aborto, la contracepción y la homosexualidad. Y hacer la vista gorda frente a maldades como el cerco de Gaza y el brutal abordaje a barcos de ayuda humanitaria… Sin contar los tres niños recién destrozados en Libia por la bomba de la alianza “humanitaria”: Más Guantánamo, la guerra preventiva, el asesinato selectivo y la tortura legalizada.
Este panorama, apenas esbozado pero en completa vigencia —facilitado por los grandes medios de persuasión— reconoce como único obstáculo real a la Iglesia Católica Apostólica Romana, única tabla de salvación espiritual y terrena. Contra ella se dirige entonces, más que nunca, la conspiración masónica claramente identificada y perfeccionada por la B’nai B’rith. Mediante los cañones que desde antiguo maneja: la leyenda negra remozada y las campañas de descrédito desde afuera o adentro. Incluso llegando a la intromisión en asuntos propios de la Iglesia, como la liturgia, el arreglo de conflictos religiosos y la canonización de santos. Junto al intento de reducirla a la categoría de una simple ONG.
Escarmiento abismal
Se acaba de anunciar algo hasta hace poco increíble. En pugna con el derecho tan “humano” a la libre expresión de ideas opinables; consagrada con bombos y platillos por el célebre articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos.
En pocos días será sometido a juicio (en Alemania) el obispo británico Monseñor Richard Williamson… ¡Acusado de incitación al odio racial! Simplemente por su impecable respuesta a una pregunta circunstancial sobre el “Holocausto”*. Lo ha servido para armar un estallido tan resonante, que conmovió al mundo y provocó incluso claudicaciones de los propios cofrades del prelado**. Se trata de una enormidad tan grotesca que no requeriría defensa alguna. Pero de todas maneras es necesario y obligatorio insistir en la inocencia del Obispo perseguido; también para acabar con la extorsión dirigida a toda la humanidad con el manejo milenario de la hipocresía. Porque Monseñor Williamson jamás dijo nada reprochable; ni tampoco cometió la menor imprudencia, como algunos el pensamiento políticamente correcto le atribuye a guisa de atenuante o descargo. Al revés, fue simplemente fiel a la verdad, en cualquier circunstancia y adonde fuere. Todo ha sido una repugnante historia fraguada contra el religioso, en el momento oportuno para perturbar a Roma: a punto de dirimir un delicado conflicto. También —hay que puntualizarlo— para imponer violentamente in Dogma histórico, como ya se ha hecho aplicando castigos ejemplares a Pedro Varela, David Irving y otros calificados investigadores… por sus averiguaciones científicas sobre el “Holocausto”.
Conclusión
Está claro que en todo esto se esconde la milenaria lucha contra el cristianismo, ahora en el intento de anteponer el “Holocausto” al Santo Sacrificio de la Cruz. Mientras a nadie se amonesta siquiera por negar la existencia de Dios, pero la cárcel es el destino de quienes se atrevan a cuestionar la versión del dogma establecido***.
Todo acusa el afianzamiento del Yugo bajo la inspiración del Talmud, para la primacía material y espiritual sobre el orbe.
Casimiro Conasco
Junio de 2011
Junio de 2011
Notas:
* Acontecimiento expresamente desconocido por los más grandes enemigos de Alemania, Churchill y Roosevelt. Por lo demás, como lo ha señalado el insospechable diario “La Nación”, “la mayoría de los historiadores y hasta la izquierda no tuvieron conciencia —hasta entrada la década del 60— de la dimensión que había tenido el Holocausto judío. Incluso en Israel la cuestión pasó a un primer plano sólo después del proceso y condena a Adolf Eichmann, en 1962” … “Tuvieron que pasar casi dos décadas para que se volviera sobre el pasado y el Holocausto o Shoa se convirtiera en uno de los grandes temas de nuestro tiempo” (cfr. “La Nación”, 20 de enero de 2005).
** Fueron muy lastimosas las actitudes de los superiores de la Fraternidad y peores aún las palabras pronunciadas el 30 de enero de 2009 por el Padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano: “Quien niega la Shoa no conoce el misterio de Dios ni de la Cruz de Cristo”. No hay calificativo, se ha dicho, para tamaña obsecuencia al poder judío, tamaña falta de caridad para con el perseguido Monseñor Williamson, y tamaña osadía como para configurar de hecho un nuevo Juramento “antinegacionista”, a todas luces contrario a la verdad histórica y teológica, y funcional en todo a la estrategia de victimización perpetua.
*** La televisión israelí propagó insultos sacrílegos contra Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María —lo cual no produjo conmoción alguna en el mundo mediático— en represalia por el “negacionismo” acusado. Y entre las voces más estridentes que se alzaron fustigándolo, ha sobresalido un duro reclamo al Papa del presidente de la Comunidad de Sobrevivientes del campo de concentración de Duchau, Max Mannheimer (“La Nación”, 30 de enero de 2009). Ello produce un disturbio del razonamiento. Al no entenderse que tras una matanza sistemática y feroz —utilizando gases letales suministrados en recintos especiales— queden tantos sobrevivientes de los campos de concentración. Hasta formar, como en el caso, comunidades salvadas de una extinción minuciosamente cumplida.
1 comentario:
El articulo es clarisimo con referencia al NOM como absolutamente contradictorio en relación al tema Wiliamson y a la Iglesia. Que justamente fue la mas alta jerarquia de la Iglesia la que salio-por si o por interpositos voceros- con el discurso que eleva a una suerte de mandamiento o a creencia dogmatica el denominado Holocausto.
Desgraciadamente la Iglesia no es barrera contra ninguna de estas cosas, como lo cree el articulista, su discurso puntual es absolutamente contradictorio. Mientras critica algunas cosas del NOM sostiene otras tanto o mas dañinas, muchas veces con afirmaciones similares o directamente identicas a las del discurso de la corrección política.
Esa es la desgraciada realidad y hay que decirla.
Martín
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