miércoles, 29 de enero de 2014

De pluma ajena


Noticias de última hora
 
COMUNICADO DE FUERZA NUEVA EDITORIAL
TRAS EL FALLECIMIENTO DE SU FUNDADOR,
BLAS PIÑAR
 
En la madrugada de ayer, Día de Santo Tomás de Aquino, murió a los 95 años Blas Piñar López, fundador de esta casa en 1966. En la mañana de hoy ha recibido cristiana sepultura en el Cementerio de su Toledo natal rodeado de su mujer, hijos, nietos y bisnietos. En primer lugar, queremos agradecer las innumerables condolencias y muestras de afecto recibidas desde todos los continentes recordando sus valores y su persona.
 
Han sido muchos años en los que hemos tenido el privilegio y la responsabilidad de formar parte junto a él de Fuerza Nueva Editorial. Casi 50 años de trabajo constante, de 1433 números de la revista editados sin fallar nunca en cualquier situación, de decenas de libros, de cientos de actos políticos, culturales y conferencias, y de miles de vivencias juntos hasta el último momento. Inclusive el viernes pasado, siendo totalmente consciente de la actualidad, nos escribió su último artículo que verá la luz en el próximo número especial de nuestra revista dedicado a nuestro fundador. Alguien cuya formación, integridad y cercanía profesaba admiración a propios y extraños. Una persona que no entendió de conveniencias, sino de coherencia, honestidad y familia. Un caballero español.
 
Así las cosas, hoy más que nunca estamos seguros de que desde ayer un amigo de verdad nos guarda sobre los luceros. Que aquellos principios sobre los que hace 48 años comenzó a andar Fuerza Nueva son eternos, y por ello están más vigentes que nunca. Asimismo, emplazamos a todos los interesados a la Misa que tendrá lugar en Madrid en los próximos días por su eterno descanso, y de la cual avisaremos con tiempo a través de nuestros medios. Rogamos una oración por su alma. Su ejemplo y su memoria nos contagian para seguir adelante. En el lugar habitual, con lealtad frente a la adversidad, y con nuestros valores de siempre: Dios, Patria y Justicia.
 
DESCANSE EN PAZ
 
- Correo electrónico: fneditorial@gmail.com
- Twitter: @fneditorial
- Facebook: Fuerza Nueva Editorial
  

martes, 28 de enero de 2014

In memoriam

BLAS PIÑAR
   
  
 
En la madrugada de este 28 de enero, se nos ha muerto Blas Piñar.

De cuanto pudiéramos decir en su homenaje, hoy nos lo impide el llanto y la congoja. Postergaremos, pues, las palabras propias. Hablarán las oraciones, que elevamos al Dios de los Ejércitos.

De cuanto debiéramos proferir en honor a su trayectoria límpida, hoy nos lo impiden estos labios sellados por la sensibilidad lacerada y herida. Hablarán los cánticos litúrgicos en la Santa Misa.

De cuanto estamos obligados a narrar, en testimonio de su catolicidad impar, de su amor singular a la Hispanidad Eterna, de su varonía probada, de su elocuencia magnífica, hoy nos lo impiden estas manos nuestras, crispadas aún por la noticia, y que han tomado el gesto de un nudo elevado hacia el altar. Hablarán los recuerdos, que se encabalgan solos por el alma.

Blas maestro, camarada, amigo, hermano: Dios te ha dado el merecido descanso perpetuo. Nos mande a nosotros la fatiga,cada mañana y cada noche. Para que seamos dignos, algún día, de encontrarnos Allí -tú ya lo sabes- ante cuya entrada, sobre ambas y celestes jambas, los ángeles con espadas siguen montando la guardia.

Blas Piñar:
¡PRESENTE!
 
¡Arriba España! ¡Viva Cristo Rey!
     

jueves, 23 de enero de 2014

Reflexión para señoritos rebeldes


DE “UDOS” Y “UDECES”
  
“Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden conciencia de sus destinos,
y los que se apoyan en tumbas históricas son los que mejor preparan el porvenir”
Nicolás Avellaneda
  
Es curioso el destino de las palabras: algunas tienden a repetirse hasta el aburrimiento, otras caen en desuso, y otras cambian casi por completo su significado. Por ejemplo, un archiconocido epíteto, terminado en udo, ha pasado a ser un saludo afectuoso, entre jóvenes y no tanto —al menos cronológicamente— y de ambos sexos, mientras que un sinónimo con la misma terminación, conserva intacto su significado peyorativo.
 
Esto viene a cuento por el aluvión de mensajes que recibió el jovenzuelo fiscal de mesa en las últimas PASO que retiró no sólo su mano, sino todo su cuerpo, como si en lugar de extenderle la suya, el infeliz de Macri le hubiese mostrado una yarará, aplicándosele ambas versiones por su falta de urbanidad.
 
Veamos, no se puede decir que esté en todo de acuerdo con el autor de la frase del epígrafe, pero respeto la verdad de la misma. Por cierto, no es el único que haya expresado el mismo concepto, por ejemplo, el célebre paleoantropólogo Louis Leakley dice: “El pasado es la clave de nuestro futuro”.
 
En fin, todas tienen relación con la afirmación de una identidad, así el famoso: “serás lo que debas ser, y si no, serás nada” del General San Martín, o lo expresado por José Ortega y Gasset en “La Rebelión de las Masas”: “Envilecimiento, encanallamiento, no es otra cosa que el modo de vida que le ha quedado al que se ha negado a ser el que tiene que ser. Éste su auténtico ser no muere por eso, sino que se convierte en sombra acusadora, en fantasma, que le hace sentir constantemente la inferioridad de la existencia que lleva respecto a la que tenía que llevar. El envilecido es el suicida superviviente”.
 
Se puede decir que un único caso (al menos público) no es suficiente como para proponer generalizaciones. De acuerdo, pero podría asimilarse al caso de un  paciente con síntomas incipientes de apendicitis: en ese caso el diagnóstico lo hace el médico; en el caso de transformarse en una peritonitis a gran orquesta, lo hace el portero del Hospital.
 
Bien, conviene no olvidar que todo proyecto de poder absoluto implica un proyecto cultural, cuyo primer objetivo es imponer una Cultura de la Decadencia, comenzando con una pérdida del espíritu de lucha, conformismo, dejarse arrebatar lo ganado, dejarse marginar sin enfrentamiento por los intereses del Imperialismo internacional del Dinero. Interesante lo manifestado al respecto por Konrad Lorenz: “Todo grupo cultural delimitado con suficiente claridad tiende a verse cual una especie aparte, mientras que considera a los miembros de una unidad comparable como seres incompletos. En muchas lenguas primitivas se emplea simplemente la palabra hombre para designar la propia tribu. ¡Por lo cual matar a un miembro de una tribu vecina no es en realidad un asesinato! Esta consecuencia de la pseudoformación de una especie es sumamente peligrosa, porque mediante ella se descartan todos los escrúpulos respecto a la eliminación de un congénere. Los adversarios despiertan una cólera inmensa, como jamás podría hacerlo otro ser humano, ni siquiera el animal rapaz más maligno, y por lo tanto, uno puede abatirlos sin remordimientos, pues no son hombres auténticos. Un hecho verdaderamente inquietante es que hoy día la generación joven empieza a enfrentarse con sus mayores sin rodeos, tratándolos como si fueran una subespecie exótica. En materia de usos y costumbres, la juventud rebelde intenta asimismo distanciarse  todo lo posible de la generación progenitora”.
 
Y agrega además: “Son siempre los más débiles aquellos que demuestran ser los más malos: dominados por el miedo, y no teniendo la fuerza necesaria para batirse en forma deportiva (es decir, ritualizada), son los primeros en tomar la iniciativa de pasar de un combate ritualizado a una pelea destructiva”. Bien entendido, esto en los seres humanos no sólo físicamente débiles, sino espiritualmente, por falso adoctrinamiento. Tal vez, el tomar conciencia de estos conceptos pueda inducir a la idea que la educación para lograr el control del individuo desde dentro de sí mismo sea más útil para el manejo de la inseguridad que el aumento de coches patrulleros, leyes o cámaras de vigilancia.
 
Por cierto que esta tendencia de una parte de la juventud a alejarse en mayor o menor grado de los conceptos y los usos tradicionales ha existido siempre, según las generaciones, para imponer otros nuevos, más acordes con su sentir, lo cual es bueno para evitar una esclerosis de los mismos, y permitir una evolución y un progreso.
 
Lo que ya no es tan bueno es un corte tajante con el pasado, y un intento de comenzar otra vez de la nada, o, peor sobre bases falsas, en especial si esta parte de la juventud, apartada de sus lazos familiares y de guías verdaderos reniega absolutamente de su herencia —aunque más no sea para aprender de sus errores— y en su búsqueda de novedad cae en manos de pseudoguías inescrupulosos, porque no está escrito que todo progreso deba ser positivo. Como también decía Lorenz, “Estos jóvenes adoctrinados siguen cualquier doctrina, no importa cual”.
 
El problema se agranda cuando esta parte de la sociedad firmemente convencida de estas doctrinas, se encuentra con otra parte de la misma, también convencida de las suyas, basadas en una larga tradición.  Y la cosa no es trivial: en el concepto de Ortega ( en su “Del Imperio Romano”), “la concordia sustantiva, cimiento último de toda sociedad estable, presupone que en la colectividad hay una creencia firme y común, incuestionable y prácticamente incuestionada, sobre quien debe mandar”. Y “Lejos de producir la concordia, la convicción de un grupo lleva a la revolución”.
 
Y esta división tajante (“divide et impera”) es la situación ideal buscada por individuos como Richard Gardner, embajador de Jimmy Carter en Italia, miembro de la Comisión Trilateral, quien manifestara en “Foreing Affairs” en abril de 1974, “…de ese modo llegaremos a poner fin a las Soberanías Nacionales, corroyéndolas pedazo a pedazo”.
 
De modo que si lo que se busca es conservar nuestra soberanía, pienso que sería importante dejar de fabricar udos en serie, falsamente adoctrinados y mimarlos con cargos y con dinero, y tratar de reflotar algunas palabras, tales como patria, honor, caballerosidad, y especialmente, dignidad, el regalo que nos hizo nuestro Creador, cuya pérdida es la que permite toda conducta aberrante sobre un congénere. Y volverles a ensañar desde la infancia que convien apoyarse en tumbas ilustres para promover el “afinamiento de la raza” (salvo, claro está, mejor opinión de algún legislador del FPV de Santa Cruz, promotor de prostíbulos) y buscar “un proyecto atractivo de vida en común”, como quería Ortega en “España Invertebrada” en 1921, quince años antes de que estallara la Guerra Civil.
 
Luis Antonio Leyro
 

domingo, 19 de enero de 2014

Nuevo ultraje a la estatua de Colón


LOS TALIBANES DEL INDIGENISMO
 
 
El Gobierno nacional acaba de consumar un nuevo ultraje contra el monumento a Cristóbal Colón que dominaba, hasta hace poco, la porteña plaza homónima. Esta vez, aprovechando quizás la modorra del verano, la estatua ha sido prácticamente destruida, desmontadas una a una sus piezas algunas de las cuales han sufrido roturas quizás irreparables. Una auténtica barbarie. Una furia iconoclástica propia de talibanes: los talibanes del indigenismo.
 
Porque de eso se trata y es necesario hablar sin eufemismos. Aquí no hay ninguna razón urbanística que justifique, ni de lejos, el traslado del monumento ni queda claro para nada que exista una real intención de trasladarlo. Tampoco se ve la necesidad de reparar el grupo escultórico ni se ha dado, hasta ahora, muestra alguna de que se lo vaya a reparar. No. Lo único claro y por demás evidente es que se trata de una ofensiva -hasta ahora la más audaz- de la ideología indigenista que el Gobierno ha hecho suya como que la promueve, la difunde por todos los medios, la impone en los planes de enseñanza pública y, ahora, estalla en esta iconoclastia entre pueril y perversa.
 
Dicho esto hay que añadir enseguida que el indigenismo es una ideología radicalmente anticatólica y antiespañola sostenida en una patraña histórica de larga data y siempre renovada: la leyenda negra.  Es una mentira y por lo mismo tiene algo (o mucho) de diabólico; y lo afirmo sin ruborizarme y exponiéndome, a sabiendas, a las burlas de propios y extraños: ¿hemos o no hemos de creer al Señor cuando dice que el demonio es mentiroso y padre de la mentira (Juan 4, 44)?
 
Esta patraña diabólica es el ariete con el que se pretende destruir la identidad hispanocatólica de nuestros pueblos. Es esa identidad la que no se soporta, la que no se admite, la que estorba. Por eso la Iglesia y España son falsamente acusadas de genocidio, de exterminio de indios, de sometimiento cultural, de violar los derechos humanos. Las dos, la Iglesia y España, son llevadas a la rastra ante los nuevos sanedrines de la opinión pública y de la “memoria histórica”, presididos por modernos caifaces, para ser juzgadas, condenadas y crucificadas. El juicio es inapelable. La sentencia no admite revisión.
 
Para que nada falte en esta suerte de parábola de la Pasión de Cristo, también están los judas. Españoles que piden perdón por el Descubrimiento y la Conquista de América y católicos vergonzantes empeñados en una pastoral aborigen que excluye expresamente la evangelización. Gracias a unos y a otros, el indigenismo avanza, blindado en la “corrección política”, sin que nadie cierre su paso pues quienes debieran hacerlo están paralizados por una suerte de terrorismo moral ejercido sin pausa y sin piedad por las izquierdas y sus socios progresistas.
 
Esto explica el silencio, casi unánime, que ha rodeado a este y los anteriores atentados contra la estatua del “Príncipe de las Carabelas” según la feliz expresión de Darío. Hasta ahora sólo han hablado y han hecho oír su voz de protesta, los italianos. Ellos donaron el monumento a la Ciudad de Buenos Aires y ahora un Gobierno argentino se empeña en removerlo de su sitio con excusas inadmisibles. Es de agradecer, y mucho, estos nobles esfuerzos de una comunidad tan querida y próxima. Pero no son los italianos los que puedan dar las razones últimas del reclamo porque eso le corresponde hacerlo a la conciencia católica e hispánica. Pero, ¿dónde está esa conciencia? ¿Dónde están los católicos que defiendan al Cristóforo que nos trajo a Cristo? ¿Dónde están las voces de la Hispanidad que hoy debieran alzarse más fuertes que nunca en defensa de la España Descubridora, Conquistadora y Evangelizadora? ¿Quién hablará por los Capitanes de España, por los teólogos de Salamanca, por los misioneros que sembraron la Fe a costa, incluso, del martirio? ¿Quién blandirá una espada por Nuestra Señora Isabel?
 
En medio del sopor del verano y de las almas esperamos que, aquende y allende el Océano, alguien alce la voz de la Civilización ante esta nueva embestida de los talibanes.
 
Mario Caponnetto
Mar del Plata, enero de 2014

viernes, 17 de enero de 2014

Poesía que promete

EL NACIMIENTO


Camino de Belén, la epifanía
asoma su mistérico consuelo;
de brotes campesinos y de cielo
se ha puesto a sonreír el mediodía.

Estrella de Belén: la profecía
se recuesta en la estela de tu vuelo
de viaje sideral a un mundo en duelo
sin sueños, sin amor, sin bonhomía.

Un rumor animal entre las flores,
el anuncio feliz de unos pastores,
encinta, La Promesa se alborea...

Con la mano precisa de un orfebre,
la Redención se labra en un pesebre,
nace Dios en los montes de Judea.
  
José Ferrari

jueves, 16 de enero de 2014

jueves, 9 de enero de 2014

Terrorismo democrático


REGISTRO NACIONAL
DE INFRACTORES

Los actuales padrones nacionales, utilizados en la última elección primaria del 11 de agosto, y que serán utilizados en las de octubre y sucesivas elecciones, contienen una particularidad. La misma consiste en identificar correctamente quiénes votaron y quiénes no.
 
¿Cómo funciona esto? Se trata de un “troquel” que forma parte de la hoja del padrón y que es entregado al elector por el presidente de mesa luego de introducir el sobre con su voto dentro de la urna respectiva el día de la elección.  Este troquel tiene un código de barras individual que sigue una numeración ascendente. Una vez restituidos los padrones a la Secretaría Electoral Nacional de cada Provincia, y efectuado el escrutinio definitivo, se procede a “escanear” los códigos de barras de los troqueles que quedaron adheridos al padrón, conformándose así el Registro Nacional de Infractores (no votantes).
 
Posteriormente, cada ciudadano que no hubiere cumplido con su deber cívico y que no justificare el mismo, no podrá acceder a beneficios tales como: subsidios nacionales, ocupar cargos públicos, tramitar documentos, solicitar créditos, etc, etc, etc.
 
Pero hete aquí que tenemos una particularidad. En estos mismos padrones, se han incluido los “Ausentes por desaparición forzada”, los cuales vienen en color gris, a diferencia del resto que son de color celeste.  Estos ciudadanos, que están perfectamente identificados con nombre, apellido, DNI, domicilio, etc, también tienen su “troquel” pero con la diferencia de que los mismos no cuentan con el código de barras del resto de los ciudadanos. Veamos por qué:
 
Porque si tuvieren código de barras sus respectivos troqueles, estos serían escaneados y entrarían al Registro Nacional de Infractores; y por ende no podrían gozar de ningún beneficio social, ni ocupar cargos públicos, ni viajar, ni salir al exterior (o volver de él) ni presentarse ante oficinas de migraciones, ni nada por el estilo sin llamar la atención. Tampoco podrían votar, ya que si así lo hicieren, es deber del Presidente de Mesa o del Juez Electoral en su caso denunciar la “aparición” del mismo.
 
¿Qué extraño, no? Si realmente es un desaparecido, asesinado por el Proceso, por ejemplo, ¿qué perjuicio le puede acarrear a un muerto ser incluido en dicho Registro? ¿No será que realmente está vivo y vive en el exterior? ¿O tal vez ocupe cargos públicos? ¿O tal vez goce de beneficios sociales? Me parece que deberían tener cierta delicadeza con el tema.  Creo que la gente no es tan estúpida.
 
Belisario Ortiz

lunes, 6 de enero de 2014

Sermones de Epifanía

LEVÁNTATE, JERUSALÉN
   
    
La festividad de la Epifanía —6 de enero— conmemora solemnemente la llegada de los Reyes Magos de Oriente, guiados por una estrella milagrosa que se les apareció y los condujo hasta Belén, donde encontraron al Cristo en el establo. Prosternados ante Él, le adoran y le ofrecen regalos.

Esta festividad se denomina Epiphania Domini, o Aparición, o Manifestación del Señor, debido a que la Iglesia quiere con ella descubrirnos y explicarnos los tres grandes acontecimientos de la vida de Cristo con los que manifestó al hombre Su Divinidad:

 
1) La llegada de los Reyes Magos de Oriente, por quienes se reveló a los gentiles como el Hijo de Dios. 2) Su Bautismo en el Jordán, en el cuya ocasión Su Divinidad se dio a conocer a los Judíos. 3) Y Su primer milagro en las bodas de Caná, por el cual se reveló a Sus discípulos.

El profeta Isaías, en esta epístola, predice que la Luz del Señor, que es Cristo, se levantará sobre Jerusalén —Jerusalén es el prototipo, la figura, de la Iglesia— y que los gentiles, que no sabían nada del verdadero Dios, vendrían a caminar en la Luz que Cristo, por Su doctrina y santa vida, haría brillar, y que innumerables naciones de todas las partes del mundo, se reunirían como hijos suyos para adorar al único Dios verdadero.

 
El cumplimiento de esta profecía comenzó con la adoración de los Reyes Magos, que deben ser considerados como los primeros conversos cristianos de los gentiles. La Iglesia, por tanto, muy apropiadamente, celebra este día con gran solemnidad. De aquí que también nosotros debemos compartir la alegría de la Iglesia, ya que nuestros propios antepasados ​​eran gentiles, y tal como los Reyes Magos, fueron ellos llamados a la Fe verdadera.

 
Exclamemos con Isaías: “Alabad, oh cielos, y alegraos, oh tierra; montañas, alabad con júbilo: porque el Señor ha consolado a Su pueblo y tendrá compasión de sus pobres” (Isaías, 49:13).

¿Qué hizo que los Tres Reyes emprendieran un viaje tan largo, pesado y peligroso?

 
Una estrella —que Dios permitió que apareciera en su tierra y que fuera por ellos observada— fue el medio por el cual quiso el Señor iluminarlos interiormente, para que —viéndola— inmediatamente reconocieran su significado.
  

Aprendamos de estos Reyes —que tan fácilmente, y de inmediato, respondieron a la inspiración de Dios emprendiendo un viaje tan difícil— el seguir sin demora los impulsos de la gracia divina.
  

Del celo de los Reyes Magos, y de la intrepidez con que le preguntaron al poderoso Herodes dónde podían encontrar al Mesías, debemos aprender a buscar y practicar —sin miedo a los hombres— lo que sea necesario para obtener nuestra salvación.

¿Por qué temía Herodes, y toda Jerusalén con él? Herodes temía porque era un rey orgulloso, arrogante, cruel y celoso, y se sabía (con causa…) muy odiado por demasiados de entre sus súbditos; de hecho, era idumeo y no judío, y por tanto, con dudosos derechos al trono de Israel. Cuando por los Reyes Magos se entera de este Rey de Israel recién nacido, inmediatamente teme que sería privado de su trono,… y castigado por sus vicios.
  

Una mala conciencia siempre hace que el individuo esté enfermo de recelo, aprensión, desconfianza, inseguridad, miedo, ansiedad y desasosiego, y no tiene paz. No hay paz para el malvado, dice el Señor (Isaías, 57:21). Y toda Jerusalén temía con Herodes, porque muchos de cuyos habitantes, se habían unido a Herodes. Además —y ésta es una realidad que no se debe soslayar— los principales sacerdotes y escribas, los fariseos en especial, ciertamente se espantaban ante la perspectiva de que ante la venida del Mesías, ellos iban a ser atrozmente castigados por sus crímenes secretos. Sabían, por palabras de Isaías Profeta, que “Él juzgará a los pobres con justicia, y con el soplo de sus labios matará al impío” (Isaías, 11:4).
 
Así conmocionada Jerusalén con la llegada de estos eminentes y solemnes, magníficos y regios, Tres Personajes del Oriente —acompañados de espléndido séquito— Herodes, en menos que canta un gallo, reúne a los principales sacerdotes y escribas, en parte para informarse de ellos dónde el Mesías habría de nacer; en parte y principalmente porque Dios así lo había dispuesto, para que ni Herodes, ni los escribas y fariseos —que ahora saben del tiempo y del lugar del nacimiento del Mesías— tuvieran excusa alguna por su infidelidad.

 
De la misma manera Dios a menudo nos da a conocer a nosotros —y del modo más claro— las verdades más profundas… Sin embargo, les prestamos poco o nada de atención, —en realidad, las menospreciamos— y no las utilizamos para acercarnos en virtud al Señor.
  

Tal actitud fue la de estos judíos, que tenían un conocimiento suficiente del Mesías; quienes de hecho, incluso les dieron indicaciones a los Reyes Magos para cómo y por dónde llegar a Belén, y, así, al Niño; pero que no hicieron uso de éstos, sus conocimientos, para ir ellos mismos a adorarle, cayendo así del favor Divino.

Ahora bien, Herodes dijo que quería ir a adorar al niño. Aquí hablaban su disimulo, su maldad y su hipocresía. No tenía otra intención que encontrar a Jesús para simplemente ejecutarlo. De aquí que fingiera  piedad para saber exactamente el momento y lugar del Nacimiento.

 
Así hacen los homicidas de las almas, que desean la caída de los inocentes. No dejan que sus malas intenciones sean advertidas enseguida, y así se ponen piel de oveja, fingiendo piedad y devoción, hasta que logran deslizarse en el corazón de los que, por la adulación y los regalos, así como por los sarcasmos contra la religión y la virtud, poco a poco van expulsando la vergüenza y el temor de Dios, y, por tanto, van asesinando al alma.
 
Una vez llegados los Santos Reyes a la presencia del Divino Niño, caen de hinojos y le adoran, porque por la luz de la Fe vieron a Dios mismo en el Niño de Belén. A pesar de la pobreza que rodeaba al Infante, reconocieron en él al Mesías esperado, el Rey recién nacido de los judíos, y, postrándose ante Él, pagaron el homenaje de su país, ofreciéndole oro, incienso y mirra.

 
Debido a que era la antiquísima costumbre oriental el no aparecer sin regalos delante de un príncipe o un rey, los Tres Reyes —como los Santos Padres universalmente enseñan— iluminados por el Espíritu Santo, quisieron, por sus presentes, honrar al Niño como Dios, como Rey, y como Hombre.

 
Por esto San Beda el Venerable escribe: “El primero de los reyes, llamado Melchor, dio oro a Cristo, Señor y Rey; y el segundo, llamado Gaspar, ofreció incienso a la divinidad de Cristo, y el tercero, Baltasar, entregó mirra, con lo que expresaba que el Cristo, el Hijo del hombre, habría de morir”.
  

De modo semejante podemos nosotros traer ofrendas al Santísimo Infante:
Le ofrecemos oro cuando le amamos con todo el corazón. Y cuando, por amor a Él, le obsequiamos nuestra voluntad —nuestro tesoro más preciado— a través de la perfecta obediencia y la abnegación constante. También le ofrecemos oro cuando, en Su nombre, ayudamos a los pobres con la limosna.

 
Asimismo, podemos nosotros ofrecerle incienso cuando devota y ardientemente elevamos nuestra oración a Él, de modo especial cuando meditamos en Su omnipotencia, en Su bondad, justicia, misericordia y amor infinitos.

 
Además, nosotros le ofrecemos mirra cuando rechazamos deseos carnales, mortificamos nuestras malas inclinaciones y el desenfreno de las pasiones, y luchamos por la pureza de cuerpo y alma.
 
Finalizada la Visita al Niño Dios, los Magos regresan por otro camino a su país por mandato del mismo Dios.

 
A partir del ejemplo de los Tres Reyes Magos debemos aprender a obedecer a Dios antes que a los hombres, es decir, a ser obedientes a Sus instrucciones, aunque no las entendamos del todo.

 
De esta manera los Tres Reyes obedecieron al Señor, aunque no entendieran por qué Dios les mandaba eludir a Herodes.

 
Después de haber encontrado a Dios debemos andar en el camino de la virtud, y no volver a nuestros antiguos caminos pecaminosos: “Nuestra patria es el paraíso, el cielo —escribe San Gregorio—. Nos hemos apartado de ella por el orgullo, la desobediencia y el abuso de los sentidos, por tanto, es necesario que volvamos a él por la obediencia y el desprecio del mundo, aplacando los deseos de la carne; así revertimos a nuestra Patria por otro camino. Mediante placeres prohibidos hemos perdido el gozo del paraíso; por la penitencia debemos recuperarlo.”
 
Concedednos ¡oh Divino Salvador! la simple, pura y firmísima Fe de los Tres Reyes de Oriente. Iluminad nuestro entendimiento con la Luz con la que les iluminasteis, y moved nuestros corazones para que, de aquí en más, puedan seguir esta Luz, buscándoos sinceramente a Vos, porque en primer lugar Vos vinisteis a buscarnos a nosotros.
  

Concedednos también, que realmente podamos encontraros, para que con los Tres Reyes Magos podamos adoraros en espíritu y en verdad; y podamos traeros el oro del amor, el incienso de la oración, y la mirra de la penitencia y de la mortificación, para que, habiéndoos ofrecido el sacrificio de nuestra Fe, podamos, un día, adoraros en la gloria eterna de Vuestra imperecedera Epifanía. Amén.
  Architriclinus

jueves, 2 de enero de 2014

Derrumbando mitos


SOBRE LEYENDAS NEGRAS
 
 
“…un error y una mentira que no nos tomamos el trabajo de desenmascarar, adquieren poco a poco la autoridad de lo verdadero” (Charles Maurras)
  
La Leyenda Negra anticatólica acusa sin pruebas concretas a la España de los Habsburgo, de violencias y atrocidades a designio que los monarcas de los siglos XVI y XVII dejaban hacer a los encomenderos, despreciadores reincidentes de los hoy llamados derechos humanos del indígena. Y bien, veamos a continuación la indudable falsedad de la Leyenda, a través de la transcripción en resumen, tanto de las Cédulas como de las Pragmáticas dictadas por la Corona para ser cumplidas por Adelantados y/o Gobernadores del Nuevo Mundo, en el período histórico de su larga colonización americana.
 
Tales datos constan recopilados por la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, en una publicación titulada: “Catálogo Cronológico de Reales Cédulas-Órdenes, Decretos, Provisiones, Etc. Referentes a América (1508-1810); Edición 1938”. He aquí a continuación algunas pruebas auténticas de cómo la España del siglo de oro legislaba (misioneros mediante), en defensa precisamente de los derechos humanos de sus súbditos indios (en el ámbito del Río de la Plata), que fueron cristianizados a conciencia por los Reyes del Imperio Católico, a la sazón: desde 1526 en adelante. Veámoslo en epítome aquí, al correr de la pluma:
 
1) En el año 1526 (17 de noviembre): Real Cédula para instrucción de nuevos descubrimientos y para evitar malos tratos a los indios; y Real Pragmática con las ordenanzas —rezan las constancias sumarias existentes en el antiguo Archivo de Indias de Sevilla— sobre el trato que en los nuevos descubrimientos deben guardarse con los indios naturales (sic).
2) Año 1530 (27 de octubre): Real Cédula para que los oficiales de la Casa de Contratación informen respecto a los indios que trajeron Sebastián Caboto y Diego García; y año 1530 (10 de diciembre): Real Cédula a la Casa de Contratación para que tres de los cuatro indios que Sebastián Caboto trajo de la tierra de donde vino últimamente, sean puestos en monasterios para doctrinarlos.
3) Año 1532 (20 de mayo): Real Cédula a la Casa de Contratación para que se averigüe el paradero y se ponga en libertad a un indio y a una india que Sebastián Caboto trajo de la isla de Santa Catalina, y que se habían vuelto cristianos.
4) Año 1535 (9 de enero): Real Cédula al asistente de Sevilla para que se informe si ciertos indios del Río de la Plata que están en un monasterio, quieren volver a su tierra con don Pedro de Mendoza, para que si lo quieren, lo hagan libremente.
5) Año 1540 (14 de agosto): Real Pragmática con instrucciones al deán Miguel Gerónimo de Vallesteros para el ejercicio de la protección de indios de la provincia del Río de la Plata. Y a Juan de Ayolas, gobernador del Río de la Plata, recomendándole al protector de indios Miguel Gerónimo Vallesteros.
6) Año 1542 (20 de noviembre): Real Pragmática con ordenanzas del Emperador Don Carlos sobre el gobierno de las Indias y buen tratamiento de los indios.
7) Año 1548 (26 de enero): Real Pragmática a Fray Juan de los Barrios, obispo del Río de la Plata, haciéndole protector de los indios y dándole instrucciones para el ejercicio de ese oficio.
8) Año 1550 (15 de abril): Real Pragmática para que se suspendan los descubrimientos y conquistas y se guarden las ordenanzas sobre el buen tratamiento de los naturales.
9) Año 1557 (26 de febrero): Real Cédula al Rey de Portugal, para que provea que las Justicias del Brasil pongan en libertad a ciertos indios.
10) Año 1559 (18 de agosto): Real Pragmática que da comisión al Virrey del Perú Conde de Nieva, al licenciado Briviesca de Munatones, y a Diego de Vargas, para que provean lo que mejor convenga en las Indias a fin de que se propague el evangelio, sean instruidos los indios y sea mantenida la tierra en paz y justicia.
11) Año 1582 (27 de mayo): Real Cédula al Gobernador de la Provincia del Río de la Plata, para que en vista de las noticias llegadas sobre mal trato de los indios, envíe noticia de lo que vaya haciendo en bien de los mismos.
12) Año 1594 (22 de junio): Real Cédula al Lic. Bernardino de Albornoz, oidor de la Audiencia de Charcas, para que haga averiguación del tratamiento de los indios en las minas de Potosí y cómo ha procedido en lo tocante al beneficio de estas últimas el corregidor Juan Ortiz de Zárate, encargándole le haga las advertencias que crea conveniente.
13) Año 1596 (28 de agosto): Real Cédula al Gobernador de las provincias del Río de la Plata para que se envíe relación de cómo se guarda lo proveído en beneficio de los indios.
14) Año 1600 (9 de marzo): Real Cédula a don Francisco Martínez de Leyva, gobernador del Tucumán para que procure que los indios de aquella provincia que anduvieren por las montañas y otras partes derramados, se junten en pueblos donde puedan vivir bien, y una vez reunidos puedan mejor ser doctrinados.
15) Año 1608 (5 de julio): Real Cédula al Gobernador del Río de la Plata, Arias de Saavedra, en agradecimiento por haber ayudado a la reducción de unos indios en aquella provincia.
16) Año 1618 (7 de junio): Real Cédula al Virrey del Perú, para que informe qué indios son los que en el distrito de la ciudad de la Concepción, en la provincia del Río Paraguay, comen carne humana y de qué medios se podrá usar para evitarlo.
17) Año 1620 (5 de septiembre): Real Cédula ordenando que no se moleste a los indios cuando van a misa según se acostumbra.
18) Año 1679 (29 de noviembre): Real Cédula para que no se saque a los indios de sus pueblos sino en casos muy necesarios… etc., etc…
 
Ergo: resulta indudable entonces que, la llamada Justicia Social en la Argentina de hoy, no ha sido inventada en 1946 por ningún Juan Domingo Perón o Eva Duarte con propósitos populistas solamente (aunque sí descubierta a medias, interpretando el espíritu integrador de las antiguas tradiciones nacionales). Toda vez que: “Ni lo que tenemos ni lo que somos es en realidad nuestro, ni procede de nosotros solos. El hombre es esencialmente un heredero que entra en posesión de la herencia acumulada por las generaciones —como bien lo señala el sociólogo e historiador francés Bertrand de Jouvenel— y toma asiento como socio en una asociación muy rica”. Añadiendo al respecto el gran Hilaire Belloc, esta definición lapidaria: “No es posible construir una Sociedad sintéticamente, porque se trata de una cosa viva…” O sea: se trata de la antañona justicia social católica e hispánica en la Vieja América de nuestros esforzados Conquistadores; según queda demostrado aquí acabadamente en epítome. ¡Sin lucha de clases ni electoralismos demagógicos, muy ajenos en aquellos tiempos guerreros y a la vez en alto grado pacificadores: evangélicamente hablando! Aunque hoy día, los infundios en contrario de nuestros políticos democráticos de todos los partidos (izquierdistas, los más), por ignorancia del pasado hispánico abominado por los ideólogos de este siglo impío, pretendan transformar la vera imagen de la antigua tradición nacional en un infierno tolerado de inmundicias.
 
Vale la pena rectificarlos terminantemente aquí y ahora. Estamos en eso desde tiempo atrás. Pero… con auténticas pruebas a la vista. Sin retórica barata ni altisonantes adjetivos.
 
Federico Ibarguren