jueves, 7 de julio de 2011

Apostillas

CASARETTO FUNCIONAL
  
  
Consigna el diario “La Nación” (del 8 de mayo de este año) que Monseñor Jorge Casaretto, en nombre de los obispos argentinos, ha dicho que “muchas veces se desvirtúa lo que queremos hacer, se nos quiere enfrentar con las autoridades cuando nosotros reconocemos todo lo bueno (sic) que se está haciendo en los distintos niveles…”
  
Tal fue lo expresado en el Primer Congreso Nacional de Doctrina Social celebrado en Rosario. Es de imaginar la sorpresa del auditorio (o al menos la nuestra), agobiados por todas las leyes vigentes y todas las políticas contrarias a la moral, al bien común y la seguridad pública. Educación sexual de niños y jóvenes para el libre sexo “seguro”; “matrimonio homosexual”; promoción del aborto y del preservativo; corrupción generalizada e impune; escándalos judiciales; incremento de la drogadicción; proliferación de antros mortales (en sentido espiritual y físico) después de llorar a Cromañón y erigirle un “santuario”; televisión pornográfica, radio perversa.
  
Todo en relación con el Decreto 1086/05, que estableció el minucioso plan social anticatólico vigente, sin la menor protesta de las máximas autoridades católicas. Desde luego entonces, es absolutamente cierto que no hay enfrentamientos con las autoridades. Todo lo contrario, y está el recuerdo de la campaña proselitista del Tirano desde la basílica de Luján. Buena relación con el Poder, probada desde el invento de la Mesa del Diálogo, que desde su creación acompañó el colosal derrumbe, a lo sumo con instancias al diálogo democrático. El titular de la Pastoral Social apuntó contra la prevalencia de los personalismos y lamentó: “Ya no hay plataformas”.  Como exhortación, llamó a formar líderes.
   
Sobre el Reino de Dios y su Justicia, que se sepa, nada concreto se ha dicho; más bien, dominando la preocupación por la añadidura.
  
Casimiro Conasco
    

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que obispos que hay en la Argentina1 Mas parecen jefes de campaña de los politicos que Pastores de la Santa Fe.

Nunca Sucederá dijo...

la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi nos enseña que la misión temporal de la Iglesia es: "que el hombre eleve su mirada a Dios...".
Y Casareto no parece haberla leído, porque se ha erigido en el mejor custodio de la democracia, a la que se ha consagrado con fruición. "Donde está tu tesoro... ahí está tu corazón". Allí está el corazón de este hombre: no en lograr que el hombre eleve su mirada a Dios, sino en que sea custodiada la democracia.
Por cosas como esta, la Iglesia está como está.

Anónimo dijo...

Seamos justos este personaje es un impresentable absoluto pero no me como el cuento de que es un infiltrado, una exepción a la regla general, alguien que habla contra lo que sostiene el Papa etc ...La iglesia se ha convertido en un aparato de justificacion y colaboración con el Regimen aqui en Argentina y mundialmente mejor ni hablar: Sionismo, Holocausto, democracia universal, liberalismo, progresismo, globalización...para que seguir...