lunes, 23 de marzo de 2009

Vidas execrables


ANTECEDENTES
DE STRASSERA


El Dr. Strassera fue un comprometido Fiscal Federal del Proceso desde sus comienzos. Sé con precisión cuál fue la actuación del Dr. Strassera durante el Proceso porque en esa época yo me desempeñaba como Secretario de Primera Instancia del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal n° 3, a quien estaba asignada la Fiscalía Federal n° 3 de la que aquél era titular. Dicho funcionario visitaba diariamente mi despacho e intervino en todas las causas que tramitaron ante ese Juzgado durante los primeros años del gobierno militar, hasta que se modificó el sistema de relación con las fiscalías.

El Dr. Julio C. Strassera fue uno de los primeros fiscales federales designados por la Junta Militar compuesta por Videla, Massera y Agosti y juró su cargo entre bambalinas, pocos días después del golpe del 24 de marzo de 1976, antes de que se abrieran los Tribunales, cerrados e intervenidos por disposición de la Junta de Comandantes. Por supuesto que juró por los Estatutos del Proceso y por todo lo que se le pidió que jurara, sin reparo alguno.

Me consta, por haber intervenido en ellos como Secretario, que dictaminó infinidad de veces en los habeas corpus que se presentaban, pidiendo su rechazo, sin que se hubiese realizado la más mínima investigación, contrariando el criterio del Juzgado; y que jamás se apartó de las instrucciones que le daba la Procuración General de la Nación, que a su vez las recibía del Poder Ejecutivo. Y me consta que adhirió sin reservas a la doctrina de la seguridad nacional. Los habeas corpus de esa época y los archivos de dictámenes de la Fiscalía n° 3 contienen la prueba documental e irrebatible de lo que afirmo.

El Dr. Strassera se desempeñó como Fiscal Federal durante todo el período en que el entonces Almirante Massera integró la Junta Militar y luego fue ascendido a Juez de Primera Instancia, también durante el gobierno del Proceso.

El gobierno del Dr. Alfonsín lo promovió a Fiscal de la Cámara Federal y, como le tocó intervenir en los juicios que entonces se gestaron, se sometió, nuevamente sin reparos y con énfasis, a las instrucciones de las nuevas autoridades. Es decir, saltó impúdicamente de “Fiscal del Proceso” a “Fiscal de la Democracia” y en ambos casos bailó con entusiasmo los compases que sonaban.

El premio a tan dúctil desempeño fue una embajada ante un organismo internacional en Ginebra, en donde no se sabe qué hizo, salvo gozar de las prebendas de tan lustroso cargo. Y el castigo, su posterior lamentable aparición en los estrados, defendiendo lo indefendible con argumentos de mala entraña.

Indigna y duele pensar que hombres como éste, quizá, un día, irán a formar parte de la galería de los próceres de nuestra Patria.

Ricardo S. Curutchet

2 comentarios:

Fernando José dijo...

Magnífico recordatorio, bajo un justo título: "Vidas Execrables".

Todavía recuerdo como este fiscal y Juez que juró los Estatutos del Proceso de Reorganización Federal, festejaba la condena de sus antiguos mandantes, abrazándose grosera y obscenamente en futbolera estampa, con su fiscal adjunto, Moreno Ocampo.

Este último ha hecho una larga carrera al servicio de los Amos del Mundo y hoy es el bastonero de la campaña que lleva a cabo el Nuevo Orden Mundial contra el Gobierno de Sudán. A quien acusa de mil tropelías violando los Derechos Humanos.

¿Por qué los Morenos Ocampos del mundo jamás se enteran lo que hace EE.UU. en Irak y Afganistán, Israel en Palestina y en el Líbano, o lo que hizo Cuba exportando a terroristas criminales por toda América durante veinte años?

Anónimo dijo...

Evidentemente estos excrementos son los frutos de la liberal, atea, y masonica "facultad de derecho" actual.