viernes, 11 de noviembre de 2011

Literarias

MILITAR ES CONDUCIR
LA VIDA (II)
  
Luis Eugenio Togores Sánchez:
“MILLAN ASTRAY LEGIONARIO”,
Madrid, La Esfera de los Libros, 2005, 495 páginas.

  
En nota anterior (Militar es conducir la vida, comentario al libro de Luis Eugenio Togores Sánchez, “Millán Astray Legionario”, “Cabildo”, nº 84, págs. 22-23) dejábamos al Caballero Mutilado Millán Astray incorporándose a la Cruzada. Ella significó en lo inmediato un esfuerzo heroico por salvar a España de la bolchevización y para el futuro un esfuerzo sin límites por darle al “Solar de la Raza” (Galvez dixit) la revolución frustrada en otras oportunidades. Ésta sería Nacional y con Camisa Azul como quería José Antonio o de apocalíptico signo marxista masónico. Pero esos días y sucesos, magníficamente expuestos por José María Gironella en la novela histórica “Los cipreses creen en Dios”, tienen raíces que nos conducen lejos, pasando por mojones como el desastre africano de Annual en 1921 y la pérdida de regiones de la hispanidad como Filipinas, Cuba y Puerto Rico.
  
Era la hora del imperialismo yankee impregnado de judeocalvinismo con su “destino manifiesto”. Éste avanzaba con farisaicas guerras como la de Cuba (1896) preparada con pertinacia diabólica por Teddy Roosevelt  y la complicidad de la prensa democrática de Pulitzer y Hearst el último de los cuales, según cita el Dr. Togores, le ordenaba a su corresponsal en La Habana: “Usted envíenos su dibujo. Nosotros pondremos la guerra”. El pretexto fue el accidente que voló el acorazado “Maine”, como lo probó en 1975 el Almirante norteamericano Rickover. Lo de Filipinas fue aún mas indignante, pues mostró la connivencia de los “Tocinos” (yankees) con Albión, cuando a la flota española con refuerzos para Manila, se le “negó el paso por el Canal de Suez” cuyo dominio detentaba Gran Bretaña. Era una “prueba más de la postura pronorteamericana que había mantenido durante todo el conflicto”. La Paz de París (agosto de 1898) rubricó la derrota con la  humillación de borrar “para siempre de América a la España eterna”.
  
Con acierto, señala Togores, que esta caída del Ejército y la  Marina ibéricas se puede comparar a la sufrida por el Ejército francés en Indochina y Argelia las que provocaron también situaciones comparables a movimientos telúricos en la historia de la Nación Gala como lo fue el derrumbe de la IVª República. Consideramos una lamentable omisión del historiador que nos ocupa que no ahondara  su planteo subrayando que la mejor Oficialidad hastiada de las traiciones masónico marxistas en los altos círculos partitocráticos de París se alzó, en mayo de 1958, al grito de “Políticos a la basura” y el “Ejército al Poder”.
  
En Indochina como en Argelia se habían enviado al sacrificio a millares de hombres por una causa que se quería derrotada. Día a día la situación se había hecho insostenible. Ahí estaba la protección a dirigentes comunistas en la capital francesa, a lo que se agregaba la publicación, por parte de órganos izquierdistas, de informes secretos a las cuarenta y ocho horas de haber sido redactados. Todo mostraba que el sarcoma comunista estaba en el propio “Gobierno” producto del Perverso Sistema Democrático. El error de los patriotas militares fue haber colocado al frente del Estado al ególatra Charles de Gaulle, un hombre de espíritu estrecho que no creía más que en la  Francia “hexagonal” antorcha de una Europa de la cual él se consideraba destinado como providencial “guía”.
  
De Gaulle que escribió haber “estigmatizado el régimen de partidos del desorden reinante” (SIC) cambió bruscamente. Lo mismo que en julio de 1940 cuando huyó de Francia y con “valentía homérica” desde un micrófono de Londres zahirió al glorioso Mariscal Pétain que enfrentaba como servidor de Francia, los desastres de la corrupta Republica del Frente Popular de León Fulkestein, alias Blum, de Paul Reynaud y del  incapaz Comandante en Jefe Gamelin. En 1958 reeditando su proverbial coraje, el general locutor que nunca ganó una batalla, preparó la entrega de Argelia iniciando la persecución de quienes confiaron en él llevándolo al Poder. El segundo acto revolucionario estallado en abril de1961 marcó nueva felonía. En esta oportunidad al ver en peligro el demoliberalismo y las inversiones financieras, De Gaulle fue apoyado por el “católico hedonista” presidente Kennedy que ordenó a su flota ubicarse en el Mediterráneo para impedir un desembarco en Francia desde Argelia mientras los comunistas vigilaban el cielo para desalentar un ataque paracaidista. La respuesta del digno General Salan (el soldado más condecorado de Francia) fue la OAS (Organisation Armée Secret) para la lucha revolucionaria contra el “orden del desorden”. Cárcel y pelotones de fusilamiento fue la respuesta de Charles “el pequeño”. Finalmente la derrota de los que querían restaurar el rumbo tradicional del Estado Francés.
  
Pero volvamos al tema central.  España, al comenzar los años ´30, era un “bosque de sombras”. El 14 de abril de 1931 el Rey abdicaba atemorizado por unas elecciones municipales con resultado adverso. La República aprovechando la inhibición de las gastadas fuerzas de la monarquía liberal se apoderó de España. Primero pluripartidismo, parlamento demagógico y violentista. Incendio de Iglesias, persecución religiosa y disgregación regional. Todo seguido de una medrosa experiencia democristiana con estériles contubernios. Al final un Frente Popular de inspiración comunista. Subversión, lucha de clases, anarquía moral, terror y muchos etcéteras. Al satánico experimento se puso fin el 17 y 18 de julio de 1936 cuando las guarniciones y las juventudes con Camisa Azul y Boinas Rojas iniciaron la Cruzada.
  
En aquellos días mientras se combatía, sin dar ni pedir cuartel en todos lo frentes, Salamanca era, con su inmortal Universidad centro cultural y político del Alzamiento.  Millán Astray, designado por el Caudillo, ocupaba la Secretaría de Prensa y Propaganda. En pocos meses montó la emisora Radio Nacional con una potencia de onda de 20 kw. Desde ella combatió al enemigo pasando por su micrófono lo mejor de la intelectualidad. Allí estuvieron, y sólo citamos algunos, Pemán, Ridruejo, Pemartin, García Sanchiz, Marquina, Alfaro, D´Ors, Giménez Caballero y  don Miguel de Unamuno en ese momento Rector Honorario de la célebre Casa de Estudios. El doctorísimo vasco don Miguel había adherido al Movimiento Libertador con un manifiesto que, dice Togores, “fue su última lección hoy escasamente difundida”. Sin embargo con motivo de festejar el Día de  la Raza (12 de octubre de 1936) Unamuno y Millán Astray protagonizaron un incidente que el biógrafo trata en un capítulo en el que con documentación ilevantable pulveriza las falsificaciones de la seudo intelectualidad siniestra de los años setenta y ochenta. La misma que sufrió y enfrentó la Patria Grande. Novelón que, gramscianamente manipulado, continúa en la actualidad.
  
Sustancialmente el problema se suscitó en el acto central de esa histórica jornada cuando el anciano Rector (famoso por sus tornadizas posiciones políticas) en su discurso dijo que “no había antipatria”, lo que quería decir (señala Millán en su informe) que los rojos no lo eran. Luego añadió (y proseguimos con el documento) “que se podía vencer pero no convencer”. Lo que fue interpretado por el Jefe Legionario como una insidia contra la lucha que se libraba en esos momentos. Las cosas llegaron a un  punto de ruptura cuando exaltó a determinado cabecilla filipino “en momentos en que la guerra contra España estaba dirigida por los comunistas rusos soviéticos judío masónicos”. Y prosigue su relato Millán Astray: “Finalizando (Unamuno) con una protesta contra las mujeres de nuestra zona diciendo que se recreaban asistiendo a fusilamientos llevando escapularios”. Allí la indignación del Guerrero estalló espetándole en voz alta “¡Muera la intelectualidad traidora!” Luego en el documento informe expresa: “a pesar de mi indignación me dirigí a los estudiantes para decir simplemente: Cuando volváis purificados de la guerra y entréis a estudiar en las aulas, tened mucho cuidado con los hombres sutiles y engañosos que con palabras rebuscadas y falsas llevarán el veneno a vuestras almas”.
  
Como inspirado por una premonición en la “Gaceta Regional” del 12 de septiembre de ese año decía: “Salamanca, Salamanca ciudad de la inteligencia secular de España, la de los Estudios de Humanidades eternos como el alma humana, por aquí no pasó la furia asesina del rojo, los malditos y mil veces malditos intelectuales que teniendo cultura envenenaron a nuestras gentes y les hicieron creer que la felicidad estaba en el crimen”. Mensaje que “no condenaba la intelectualidad” pero sí alertaba contra su perversión.
  
José Millán Astray ya es Historia y su vida ejemplo de triunfo pues la condujo en la militancia. Para él, nuestro ¡PRESENTE! con una sentencia suya: “La mayor dicha que puede tener el hombre en su vida es entregarla por Dios y por la Patria. La mayor desdicha es ser un cobarde”.
  
Luis Alfredo Andregnette Capurro
   
NOTA:
Puede verse la primera parte a la que se alude en el comienzo de esta nota en este enlace:
   
         

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Con otras palabras el General Camps dijo lo mismo que Unamuno (vencer pero no convencer)pronosticando el resultado de hoyL Montoneros y ERP en el poder. Millan Astray fue un héroe, pero además de valor, o todavía mas que el (materia fácil de encontrar)hace falta inteligencia.Franco le legó a España un "rey" abortero y hace décadas que la Península es un burdel.¿ Quien ganó al final?
Carlos Díaz

Anónimo dijo...

quien gano al final??? todavia no llegò el final esta ya a la vista es el fin de los universalismos, que en europa se esta desmoronando y desde luego alcanza a España. Y aqui queda un vestijio un muerto insepulto el universalismo Peronista, la universalizaciòn de la tierra trajo la ecatombe. Fue lo contrario a lo que pregonaba su ideòlogo Peron, aca en Argentina quedan sus restos a izquierda y derecha. a la primersa con los K y a la Derecha????? con Duhalde que apuesta al continentalismo americàno, o sea una sola moneda un solo pais un solo poder contra natura, el de ellos. Pronto todo habrà sido un mal sueño. solo los inteligentes lo vieron y los nacionalistas??? que se aliaron a ellos veran pasar el carro de la victoria del nacionalismo, pero sin ellos conduciendo el carro vencedor, ni dentro de el. el vikingo

Anónimo dijo...

EL carro de la victoria hay que construirlo y manejarlo adecuadamente de lo contrario el unico carro que vamos a ver desfilar es el atmosferico...
Marcos

Anónimo dijo...

no se a que viene eso marcos a caso yo formo parte de tu agrupacion??? segui aliado con el peronismo marcos ese es tu carro atmoferisco asi te va a ir el vikingo

Anónimo dijo...

marcos que te pasa. queres seguir el camino de seineldin, por aliarse con el peronismo mira como termino los que manejamos los fierros no vamos a dar la vida por eso.viva el gral camps!!!!!! teniente 1