lunes, 10 de septiembre de 2012

Mirando pasar los hechos


AZOTE URBI ET ORBI
TELÓN CALLANDO

CÓLERA

Las sorpresivas palabras pronunciadas por el Arzobispo de Buenos Aires resonaron como fuertes chasquidos en la Universidad Católica Argentina (el 8 de septiembre de 2012). Execraba a los sacerdotes que no bautizan a hijos de madres solteras. Una omisión desconocida por todos hasta el momento.

“Éstos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron* (sic) a la Iglesia”. “Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo…” Fue la terrible admonición. Y aquí cumple una digresión, para observar que “remitente” significa “el que envió a la criatura”… ¿Vale decir el Creador? Y que el neologismo “clericalizaron” deriva de clericalismo, un término despectivo utilizado por los laicistas para criticar la influencia religiosa en la sociedad

COTEJO

Todo produce estupor. Al ventilarse cierta cuestión interna e ignorada, mientras un silencio espeso cubre el gran escándalo que conmueve a propios y extraños: El 25 de Agosto —pocos días antes de la aludida fustigación— fueron bautizados en Buenos Aires dos niños mellizos. Y una vistosa fotografía, difundida por los medios*, muestra en la basílica del Santísimo Sacramento, a los felices “padres” posando junto al sonriente sacerdote revestido ceremonialmente. Cuyo abrazo a la “madre” registra otra escena…

CONCLUSIONES
  
Todo ello reflejaría un acontecimiento jubiloso y  ejemplar, si no se tratara de algo increíble: Los “progenitores” son un famoso líder transexual y su pareja; los inocentes niños provienen de un vientre alquilado en Norteamérica. Con lo cual para muchos, queda “religiosamente” respaldado el matrimonio homosexual y el alquiler de vientres que propugna la persecución. Y a ojos de no pocos debilitan, todavía más, las objeciones expresadas en el “aporte orientado a contribuir a la mejor Reforma del Código Civil”; que presentó el presidente de la Comisión Episcopal el 23 de Agosto.
  
CARTA ABIERTA
  
Al señor Presidente  de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Dr. Ricardo Lorenzetti.
Señor Presidente:
En el periódico “Página 12” (del 26 de agosto de 2012), V.S. ha manifestado que “un código es una casa, los cimientos y sus paredes son los consensos básicos, luego, cada uno vive como quiere y disputa dentro de cada habitación”. Retórica albañila evidentemente ponderativa de la más amplia diversidad conducida por V.S., conforme a sus palabras.
En dicha ocasión V.S. afirmó que la Conferencia Episcopal apoya la reforma del Código Civil, haciendo con mesura solamente algunas objeciones. Pero trascartón acusó de “fanáticos y fundamentalistas” obviamente a los católicos opuestos en absoluto a esa reforma, por sus contenidos de inspiración anticristiana y contra natura. No puede sorprender entonces que se sientan derrumbados. No sólo por el amargo fruto inmediato del aporte episcopal, ponderado por V.S.; sino también por el crujido —a causa de sus expresiones inflexibles— de la espectacular tolerancia edificada frente a los departamentos rufianescos cercanos a la Corte Suprema.
Con este motivo saludo a V.S. reiterando mis expresiones de sorpresa.

Casimiro Conasco
   
* v. Revista “Gente”, 28.8.12
    

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lad cuatro últimas líneas son de antología. Nada mas veraz, exacto y trágico.
Yo voy del Arzobispo al Papa, que es el que corta el bacalao. Hay una pregunta terrible en nuestro Sagrado Libro respecto de si acaso cuando Jesús retorne encontrará Fe. Yo creo que si, pero lo que parece muy difícil es que encuentre curas. El verdadero católico es eterno, como un pastor en las colinas, y todo pasará, pero el no, porque es el futuro, NOSOTROS SOMOS EL FUTURO. Y este señor disfrazado de cura y arzobispo será solamente un recuerdo.
CD

shl2008 dijo...

Sin perjuicio de la imbecilidad del Arzobispo de aludir a la "clericalización" como algo malo, entiendo que no le falta razón en el reclamo de fondo. Si madre y padre (o madre o padre solos) tienen la firme intención de educar a su hijo en la fe católica, no veo por qué ha de negarse el sacramento al menor. Sin duda lo ideal es que los padres sean ejemplos de vida cristiana para sus hijos. Ahora, si los padres fallan en su conducta, aún así pueden tener la firme intención de acompañar a su hijo en la aprehensión de la fe verdadera. En cuanto al caso del travesti ya es distinto: dijo el travesti que su intención era educar a sus hijos en la tolerancia, bla, bla; eufemismo para decir que enseñará a sus hijos que su degeneración es algo normal. He ahí un mensaje claro de que no es intención de ese señor enseñar a los niños la doctrina católica, existiendo por tanto motivo suficiente para el cura para negar el sacramento. Saludos.

Anónimo dijo...

el proyecto de nuevo codigo civil excede largamente la cuestion religiosa. de su texto se desprende que es un ordenamiento legal para gente con tara mental, obivamente hecho por gente con tara mental, el ser profesional no exime de tal desgracia. ej. ya no se es mas incapaz, no se necesita mas un curador, no seran mas dementes declarados en jucio sino solo asistidos con dererchos restrinjidos, seguramente algun dia les concederan derecho al voto. para no aburrir y senticamente esto se observa en ese enjendro evidentemente nacido de un loquero. tambien se crea la sociedad unipersonal . hoy soy socio de mi mismo. que bueno!!!!daniel jorge