APLICABLES A LOS CATÓLICOS
“Si os combaten, matadlos y sabed que los venceréis con el apoyo de Dios. Tal es el castigo de los incrédulos: se les hace lo que ellos hacen con otros seres” (II, 191).
“Los incrédulos son los que se obstinan, combaten en aras de la opresión y la depravación, y son, por lo tanto, los aliados de Satanás. ¡Creyentes!, combatid, pues, a los seguidores fanáticos de Satanás” (IV, 76).
“Proseguid la lucha contra los idólatras hasta que pongan fin a sus intenciones de atentar contra la fe de los creyentes” (VIII, 39).
“Cuando termine el plazo (…) combatid a los idólatras (…) doquiera los halléis apresadles rigurosamente; acorraladlos cerrándoles todos los caminos y acechadlos en todas partes” (IX, 5).
“Combatid a los incrédulos de vuestro vecindario (…) sed tenaces en vuestra lucha contra ellos sin compasión alguna” (IX, 123).
“No os es lícito tomar a los judíos ni a los cristianos como confidentes (…) tienen el mismo sentimiento de enemistad hacia vosotros” (V, 51).
“No toméis como aliados a los enemigos del Islam, que trataron vuestra religión con ironía, como es el caso de los judíos, los cristianos y los idólatras, aliados en su enemistad para con vosotros” (V, 57).
“Ciertamente son infieles aquellos que pretenden injustamente que Dios es Jesús hijo de María” (V, 17).
“No pretendáis la existencia de la Trinidad (…) Dios es Uno; no tiene copartícipe. ¡Glorificado sea! ¡Lejos está de tener un hijo!” (IV, 171)
3 comentarios:
Para el administrador:
¿Cómo estamos con el Papa, no? Con todo...
Estimado amigo:
Precisamente, como estamos con el Papa, no podemos callar si no queremos que hasta las piedras hablen.
Pedro no es sólo la silla de Pedro: es también la conducta de Pedro. Y si bien Pedro por debilidad humana o hasta quizás por temor negó al Señor, luego después lo confesó paladinamente y supo responder, con sus labios y sus acciones, a la pregunta triple del Hijo de Dios: "Pedro, ¿me amas?" El martirio coronó sus días y nos dejó su ejemplo.
Queremos que el actual Pedro sea digno sucesor de aquel pescador que caminaba sobre las aguas descalzo al encuentro de Dios Hijo. Y sospechamos que caminando descalzo por la mezquita marcha hacia el encuentro de otro, que no es precisamente el Salvador.
Estimado,
tiene razón, al menos en principio, con lo que dice. Pero no es lo mismo decirlo así como lo explica usted en este comentario, que con la fotito y la frase evangélica como epígrafe que tenía la entrada en un principio.
Gracias por la buena voluntad en la respuesta.
En esta semana de grandes aniversarios y misterios, saludo en Cristo y en la Patria.
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