lunes, 26 de diciembre de 2011

Económicas

VERIFIQUEMOS EL MODELO
  
  
Hemos insistido machaconamente, señalando que las medidas de política económica —mejor dicho de politiquería electoral en lo económico— eran a todas luces inadecuadas.
  
Principalmente podemos enumerar las siguientes: a) el manejo arbitrario del control de precios, y las restricciones a las exportaciones de productos tradicionales con el afán de disimular un fenómeno inflacionario innegable; b) una política monetaria fundamentada en un tipo de cambio irreal; c) un superávit fiscal obtenido merced a la recaudación de tributos adoptados en la emergencia económica del dos mil y la desviación para atender gastos corrientes de recursos provenientes del sistemas de previsión y seguridad social. Aunque esto no es todo, y aún poco hemos dicho acerca de la utilización discrecional de dineros públicos sin control alguno por parte del Estado, volvemos a señalar que casi nada se ha hecho para fomentar inversiones indispensables, no sólo para encauzar el comienzo del desarrollo de la economía, sino al menos para evitar la crisis energética y de combustibles, crisis que también resulta inocultable y que no servirá ciertamente para paliar el hambre que padece un inmenso número de habitantes.
    
Asimismo dijimos, recordando experiencias recientes de las que da cuenta la historia de la economía nacional, que algunas de estas medidas que venimos objetando pueden haber sido adecuadas o aun necesarias, pero con la condición de que no adquirieran el carácter de permanentes. Prolongar su aplicación en el tiempo, más allá de lo que indica la prudencia siempre ha dados resultados nefastos. Entre ellos, la imposibilidad de reconstruir el sistema de precios relativos indispensable para la toma de decisiones tanto del sector público como de los particulares. En este aspecto estamos peor que antes, pues se ha olvidado que el tipo de cambio es el precio en torno al cual se establecen la infinidad de precios de bienes y servicios que se intercambian en un sistema económico.
   
Infortunadamente debemos puntualizar enfáticamente que se ha desperdiciado una situación de excepción en el marco del comercio exterior dentro del cual se comercializan nuestros productos transables. Esto se traduce en pérdida de confianza y de mercados cuyo costo y tiempo para recuperarlos es imposible de prever.
Otro ejemplo de lo imposible de prever lo proporciona la conducta del Secretario de Comercio el inefable Señor Moreno; se mantiene sugestivamente callado y nada dice respecto de anuncios de precios de productos en alza, como por ejemplo automotores, y otros productos que requieren contar con insumos importados cuyos precios han registrado alzas en sus países de origen. Vale decir que antes de lo previsto se ha podido comprobar la inoperancia del “modelo”. Desafortunadamente venimos teniendo razón en nuestros pronósticos; nada tienen de originales puesto que hace tiempo están en boca de muchos, aun de gran parte de un empresariado cobarde y atemorizado que viene protestando por lo bajo.
    
A esta altura resulta sencillo explicarse las razones del derrumbe del famoso “modelo”. Una política económica que pretenda proyectar a la Nación a un destino de grandeza requiere estadistas que cuenten con ella. Ideólogos mezquinos, cargados de ambiciones personales y a quienes nada les importa el bien común, no sirven ni siquiera para esbozar coherentemente la política que el país reclama.
    
Alejo Tupí
  

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que debe quedar en claro es que se gobierna para hacer negocios, nada mas.Ningun pais del peso del nuestro puede hacer nada con el gobierno que sea. Ya desde la época del general Onganía se noto claramente esto. ( y reconocido por Roth, su secretario) Habrá tal vez mas de cien multinacionales que son mas grandes (economicamente) que nuesstro pais, ya no hablemos de paises. Este gobierno, horroroso, corruptor y de baja estofa es simplemente presa de esa situación y nadie podría hacer otra cosa. Esto no quiere decir que no merecen estar tras las rejas por ladrones.
CD

Anónimo dijo...

este absurdo economico es la continuaciòn de la convertibilidad con la diferencia de que ya no hay tipo de cambio a la par o nominalismo monetario 1 a 1. sigue el bimonetarismo en el cual el dolar sigue siendo moneda de cursao legal no obligatorio. alguien se preguntò seriamente quien respalda los dolarers que circulan como meneda al no emitir nososotros dolares? lo respaldan los dolares que prestan los demas bancos centrales ya que la fed no lo hace directamente, con lo cual la dependencia econòmica de las metropolis centrales son muy evidentes. no sirve este modelo economico, no sirve su moneda, hay que cambiarlo de raiz. pero no me quiero seguir extendiendo porque da para mucho mas. atte daniel jorge

Juan el Autista dijo...

Sería interesante que Anónimo nos ilustre sobre el "modelo" (tiemblo ante esta palabra) que deberíamos instaurar para no depender de las metrópolis centrales. Justo cuando Sherlock iba a descubrir la identidad y metodología del asesino,
el Sr. Conan Doyle se fue a darle de comer al mastín de Baskerville. Una lástima.