martes, 26 de noviembre de 2013

Eclesiales

EL PLURALISMO DE LA MENTALIDAD CLERICAL
  
  
La cri­sis de la Igle­sia, arrai­ga­da en su se­no, es una cues­tión ar­dua­men­te dis­cu­ti­da.  Es do­lo­ro­so asu­mir­lo, pe­ro en las cir­cuns­tan­cias vi­gen­tes, el ca­tó­li­co ca­bal es­tá lla­ma­do a prac­ti­car la más du­ra y pru­den­te de las re­sis­ten­cias con­tra los erro­res que pue­dan ema­nar de quie­nes de­bie­ran pro­te­ger­nos de ellos.
 
Se su­ma a la con­fu­sión el pe­rio­dis­mo, pues bien sa­be­mos y nos lo ha di­cho el Pa­dre Ez­cu­rra, que “el san­to pa­tro­no del pe­rio­dis­mo es el Dia­blo”. Así, no po­cos son los que ad­vier­ten la rau­da y ra­paz in­cum­ben­cia de los me­dios pe­rio­dís­ti­cos en las cues­tio­nes ecle­sia­les. Con las fu­nes­tas con­se­cuen­cias que de ello se si­guen.
 
Pon­ga­mos al­gu­nos ejem­plos.
 
Con fe­cha 26 de ma­yo del co­rrien­te año, el dia­rio “Cla­rín” pu­bli­ca: “El su­ce­sor de Ber­go­glio pi­dió no te­ner mie­do a la va­rie­dad de ideas” (cfr. http://www­.cla­rin­.com ­/po­li­ti­ca­/su­ce­sor-Ber­go­glio-te­ner-va­rie­dad-ideas_0_926307462. html).
 
Dicho su­ce­sor es Mon­se­ñor Po­li, co­mo se sa­be; y en la ci­ta­da ho­mi­lía ma­ni­fes­ta­ba que: “de­be­mos apos­tar a una co­mu­nión que no le ten­ga mie­do a la va­rie­dad de ideas…”
 
¿A qué va­rie­dad de ideas ha­ce alu­sión el pri­ma­do? ¿Es lo mis­mo la “idea” ca­tó­li­ca de la Tri­ni­dad que la “idea” bu­dis­ta del Nir­va­na? ¿Es lo mis­mo la “idea” de la con­cor­dia que la de la re­vo­lu­ción per­ma­nen­te? ¿No exis­te ya el le­gí­ti­mo te­mor an­te aque­llas ideas que pue­dan, pre­ci­sa­men­te, ha­cer­nos per­der el san­to te­mor de Dios?
 
El pe­rio­dis­mo ca­pi­ta­li­za la sie­ga, cla­ro. Pe­ro pri­me­ro hay otros que po­dan la ver­dad. Obis­pos y sa­cer­do­tes que no hon­ran la Pa­la­bra ga­nan te­rre­no den­tro y fue­ra de la Igle­sia. Lue­go, los ope­ra­do­res de la co­mu­ni­ca­ción se con­vier­ten en agen­tes pro­pa­ga­do­res de la con­fu­sión y osa­día cle­ri­cal.
 
En el mis­mo te­nor, pue­de con­sul­tar­se una cu­rio­sa en­tre­vis­ta a do­ble pá­gi­na al Pbro. Ra­fael Braun, di­fun­di­da por el “Gran Dia­rio Ar­gen­ti­no” (cfr. http://www­.cla­rin­. com­/zo­na­/ge­nui­na-po­li­ti­ca-in­clu­si­va-dis­tri­buir-di­ne­ro_092630750 4.html).
 
Es­te hom­bre que, alér­gi­co a la ves­ti­du­ra sa­cer­do­tal, os­ten­ta un si­nies­tro cu­rrí­cu­lum (dis­tin­gui­do con Lau­rel de Pla­ta por el Ro­tary Club y el pre­mio de­re­chos hu­ma­nos B´nai B´rit­h, en­tre otras lin­de­zas) ce­le­bra que la “Ar­gen­ti­na es un país plu­ra­lis­ta, y que el mi­to de la na­ción ca­tó­li­ca con­clu­yó ha­ce mu­cho tiem­po”. Aco­tan­do que “hoy en día el na­cio­na­lis­mo an­ti­li­be­ral es un ana­cro­nis­mo que no tie­ne fun­da­men­to; és­ta es una so­cie­dad plu­ra­lis­ta en su pro­pia con­for­ma­ción, que ha in­cor­po­ra­do el va­lor de las li­ber­ta­des ci­vi­les y po­lí­ti­cas co­mo irre­nun­cia­bles…”
 
¡Bien Don Braun o Dan Brawn! Ten­ga cui­da­do, eso sí; en el in­fier­no no hay mu­cha se­gu­ri­dad de que se res­pe­ten las li­ber­ta­des ci­vi­les de los fe­lo­nes. Y si­gue vi­gen­te la en­se­ñan­za  de Le­wis: “Cris­to, tam­bién, de­mues­tra amor por su pa­tria”. ¡Ay, de quien no lo tu­vie­re!
 
A es­tas al­tu­ras, no se pue­de de­cir más que es­to: el cle­ri­ca­lis­mo avan­za ha­cia la bu­ro­cra­cia es­pi­ri­tual y el triun­fo de la re­li­gión uni­ver­sal. El pe­rio­dis­mo aplau­de y el Dia­blo se re­go­ci­ja. Lue­go, los he­chos ha­blan y las pa­la­bras so­bran. Qui­zás de­ba­mos con­ce­der­le ra­zón a Fe­de­ri­co Mi­hu­ra Se­beer, cuan­do en su obra “El An­ti­cris­to”, di­ce opor­tu­na­men­te: “…es de te­mer que el An­ti­cris­to lle­gue a ser se­cun­da­do por la mis­ma «Igle­sia de Cris­to»… por­que la Igle­sia ofi­cial ha avan­za­do mu­cho en el ca­mi­no de la com­pli­ci­dad con es­ta nue­va fi­gu­ra de Cris­to, que es la que im­pul­sa el An­ti­cris­to” (pág. 133).
 
En fin, una vez más, po­de­mos con­for­tar­nos con un di­cho de Tol­kien: “No es oro to­do lo que re­lu­ce, ni to­da la gen­te erran­te an­da per­di­da”. Im­plo­re­mos al Pa­dre que nos con­ce­da la pron­ta con­ver­sión de cuan­to clé­ri­go ha­ya ab­di­ca­do de la Cau­sa Di­vi­na y, al mis­mo tiem­po, vi­vi­fi­que “la voz del de­sier­to” que, re­co­no­cien­do tiem­pos pos­tre­ros, no se can­sa de gri­tar que Cris­to vuel­ve y ven­ce.
 

Octavio Guzzi
 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Excelente nota!! No conozco al autor, pero se aprecia el estilo y la sabiduria del maestro Antonio Caponnetto, supongo que sera discipulo de él.

Pehuen Cura.

Anónimo dijo...

Excelente nota. Poli y Braun son viejísimos conocidos. Su lema podría ser "Contra Dios y la Patria".

El P. Lacunza en su obra que mandó a editar el Gral. Belgrano en 1816 nos refiere que el Anticrito se impondrá por consenso. Es evidente que la gentecilla de la misma laya que los nombrados será la que establezca el consenso.

En esa misma obra también nos decía que la Revolución Francesa de 1789 fue uno de los pilares para establecer ese consenso. Si hoy viviera el benemérito y piadoso sacerdote, le agregaría otros dos nefastos pilares: la Revolución Bolchevique y el Concilio Vaticano II.

Quizás por haberse realizado sin efusión de sangre, en ese momento, los católicos no consideramos en su justa dimensión revolucionaria al Concilio, equiparable en todo a los restantes hitos que preanuncian la venida del Anticristo, los cuales se iniciaron con la Reforma Protestante.

Y he puntualizado que en el momento del Concilio no se derramó sangre, porque el proceso violento se hizo previamente, fueron la Primera y Segunda Guerra Mundial las que posibilitaron a la masonería victoriosa imponer semejante aberrante Concilio.

Fernando José Ares

Anónimo dijo...

Me honro de comentar a quien sea que tuve el honor de dar la mano a monseñor Lefebvre, en mi simple condición de católico y durante una de sus visitas al pais. En sus actos y en sus discursos esta la verdad de nuestra no bien honrada hoy Mater et Magister, según mi parecer.
Respecto del periodismo, siempre recuerdo la definición dada por un profesor de historia argentinA : "una prostituta callejera tiene mas dignidad que un periodista"
PACO LALANDA

Anónimo dijo...

si hay algo que siempre se me ha atragantado son los curas rojos, la gente que hacía política desde el púlpito y, además, invariablemente política de la mala, de la liberticida, de la que empobrece, precisamente, a los pobres.

En las últimas décadas, y gracias a la acción de hombres sabios como Benedicto XVI y, sobre todo, Juan Pablo II, los curas rojos se habían quedado en sórdidas guerrillas iberoamericanas o en parroquias grafiteras de Madrid, dando la comunión con bizcocho en lugar de con pan ácimo y recibiendo visitas tan exquisitas y ejemplarizantes como la de Diego Cañamero y el Cristo de las Banderas. Allí, sobre todo en las parroquias, no hacían demasiado daño, de hecho más que otra cosa lo que daban era un poco de risa.

La cosa se pone más seria cuando el cura rojo se nos cuela nada más y nada menos que en la silla de Pedro y desde allí parece dispuesto a emprender una cruzada, y qué bien me viene la palabra, contra todo aquello que nos hace más libres y más prósperos: el capitalismo, los gobiernos limitados, la libertad en suma.

Y la emprende además de un modo, digamos, bastante chapucero: con un texto de menos de diez hojas plagado de afirmaciones que no son dudosas o debatibles, sino innegablemente falsas: no es cierto que la pobreza se extienda cada vez más –al contrario, y las cifras lo dejan claro–; no es cierto que no se haya demostrado históricamente que la extensión del capitalismo equivale a la extensión del bienestar a más y más capas de la población; no es cierto que se acuse "de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres", como no lo es que la pobreza genere violencia... En fin, que el Santo Padre no ha dado ni una.

Como creo firmemente en la seriedad de la Iglesia para gestionar sus asuntos, y como hoy en día cuando llegamos a un cónclave ya nos conocemos todos, está claro que Francisco no está en el Vaticano de rebote: si los cardenales le han votado es porque creen que lo que necesita la Iglesia en estos tiempos revueltos y faltos de vocaciones es un cura rojo, que les acerque a la poderosa corriente estatista y filosocialista que parece dominar tantos aspectos de la vida moderna.

Yo, modestamente, creo que se equivocan: por mucho que pueda parecer que así se preocupan de los pobres y por mucho que eso pueda darles buena prensa, al final el socialismo bien entendido es lo más parecido a una religión, y uno no puede creer en dos religiones a la vez.

No se puede servir a Marx y a Cristo, es imposible y eso bien lo han sabido, y lo saben, los buenos marxistas, que se han dedicado a exterminar social, política o físicamente a los cristianos allí donde han podido. Los curas rojos, en cambio, siempre creyeron que sí se puede estar en misa y en el sóviet, o al menos intentaron hacérnoslo creer. El resultado, al final, es que eran mucho más rojos que curas.

Anónimo dijo...

Mi modestisimo aporte a estos comentarios enriquecedores (que no se pueden encontrar en ninguna revista, salvo aqui). Tengo edad suficiente para concluir que la pobreza es un mal en si mismo y que engendra sin cesar, otros males. Considero que la Igleisa ha dado, en general, un mensaje que no ha estado a la altura de las circunstancias, insistiendo en la pobreza. Pero la pobreza no es un juego ni una elección, es una tragedia humana. En ese sentido el sistema capitalista (una barbarie a medias consentida) es lo único que ha mantenido a raya a la inopia y que duda cabe, nos ha hecho mas ricos a todos, inclusive a los pobres. No me da la inteligencia para concebir un sistema mejor y la Doctrina Social de la Iglesia - para mi - se basa en una humanidad que no existe.Es verdad que en producir riqueza los protestantes nos pisaron el poncho y creo que mas por una cuestión de mentalidad laboriosa que por cuestiones religiosas. Como sea, por supuesto que los curas tercermundistas fueon y son (aunque se llamen de otra manera) enemigos de la Santa Iglesia que los ha tolerado de manera irresponsable y suicida.
PACO LALANDA

Alan Argento dijo...

¿Vieron la página "Chau Tabú" del Gobierno de Macri? La gente del PRO es igual a la del FPV. Perdón que cambie de tema pero hay que denunciar al Marxismo Cultural y la Ideología de Género.