viernes, 31 de diciembre de 2010

Amigacho

AMIGO DE LA VERDAD,
PERO MUY AMIGO DE SKORKA
                                  
                                  
“Hace 50 años este diálogo hubiera sido imposible”
Abraham Skorka
              
               
El diario “Clarín” del 22 de diciembre próximo pasado, trae el “diálogo sin anestesia” (sic) del rabino Skorka con el Cardenal Bergoglio acerca de diversos temas como el dogma judío del Holocausto y la actitud de Pío XII. Su lectura traduce el ánimo de ambos contertulios: filoso y acometedor el uno, dúctil y elusivo el otro.
          
Skorka inquiere “cómo hizo (Pío XII) para callar en el momento en que se supo de la Shoá. ¿Por qué no gritó su cólera a los cuatro vientos?  Y Bergoglio manifiesta que “le parece perfecto que se abran (los archivos vaticanos) y se aclare todo… La verdad tiene que ser el objetivo”. Pero olvida una verdad sobresaliente. Churchill y Roosevelt —máximos líderes de la democracia y los derechos humanos— enfrentados con alma, vida y propaganda contra Alemania, no rugieron frente al Holocausto. Y así lo mostró el fracaso del legendario correo de la resistencia polaca Jan Kozielewski (Karski), quien en 1942 no pudo convencerlos de su existencia ni fue tomado en serio (cfr. “La Nación”, 15 de julio de 2000).
          
Más adelante, el rabino señalaba que a lo largo de veinte siglos existió un sentimiento antisemita en las denominaciones cristianas. (Ya una vez Skorka acusó “la aparición del fantasma racista en la Argentina ). En tanto —transcribe textualmente “Clarín”— Bergoglio subraya cómo la Iglesia fue profundizando, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II, el diálogo con el judaísmo y el hecho de que reconoce que el pueblo judío es “el depositario de las promesas” divinas. Además de señalar que “no se puede acusar a los judíos de deicidio (por la muerte de Jesús) como sucedió durante mucho tiempo”.* “Cuando uno lee el relato de la Pasión —dice—, queda claro; es como si se acusara a todo el pueblo argentino por la gestión de un gobierno”. Como se ve, un sugestivo reduccionismo y gravísima censura de los Santos Evangelios.
        
Cabría agregar que el Cardenal Bergoglio —muy amigo del rabino Skorka, prologuista  de sus confesiones en “El Jesuita”— ha omitido ilustrar el diálogo “sin anestesia”, con oportunas referencias a las matanzas perpetradas en la historia por fanáticos judíos.  Como el martirio de San Simeón de Trento (Italia) —a los tres años de edad— en 1475 y de San Guillermo de Norwich (Inglaterra) —doce años de edad— en 1144. Conmemorados el 24 de Marzo en el martirologio romano, según lo recuerda “La Nación” en la columna Culto Católico. Olvidando entre otros** también, el suplicio del Niño de la Guardia en España. Tampoco ha hecho referencia a escándalos locales, como los alardes del famoso doble parricida como líder de los derechos humanos, sin freno alguno de las entidades comunitarias.
                                     
Casimiro Conasco

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* Nostra Aetate dice que no puede ser imputado indistintamente a todos los judíos. De lo cual obviamente se colige que es imputable a los judíos, aunque no a todos. No es lo  mismo entonces que la transcripción de “Clarín” (omitiendo la palabra “todos”), y debería ser aclarado.
** El catedrático israelí Ariel Toaff, autor del libro “Pasque di Sangue” (Pascua de sangre), sostiene en esa obra sobre comunidades judías del Medioevo, que tienen fundamento algunos escritos de aquella época que acusaban a los hebreos de emplear sangre de niños cristianos en sus rituales.
             

3 comentarios:

Fernando José dijo...

Todavía falta escribir la verdadera historia del agente y espía Jan Kozielewski, alias "Karski", un "católico" nacido en un conventillo de Lodz que era un ghetto judío (No fue el único caso).

El causante "milagrosamente" no fue exterminado por los soviéticos, quienes lo habían capturado, en Katyn, sino que éstos lo entregaron a los alemanes. Su misión principal fue vender a los líderes aliados la idea del exterminio judío. Pero era el año 1942, el resultado de la guerra no solo era incierto sino hasta desfavorable. Y postergaron para mejores e impunes momentos su historia.

Polonia, cercenada y reconstruida parcialmente sobre territorio alemán, fue entregada a los soviéticos después de la guerra.

Kozielewsky, calmado su furor patriótico que le despertó la pretensión alemana de construir una vía férrea en el corredor construido por el Tratado de Vrsailles, e insensible ante este cercenamiento, fue recompensado nombrándosele ciudadano del Estado de Israel, "Justo entre las Naciones" y dandósele un título en la Universidad Jesuíta de Georgetown (Gran productora de solemnes desaguisados), donde luego cobró sueldos por mas de cuarenta años. Lo que se dice una trayectoria lógica.
Fernando José Ares

Anónimo dijo...

El judío no es perverso por su sangre, sinó por su herencia espiritual.

Y Bergoglio es el típico tibio y cobarde. De ahí radica el PODER de los judíos, a saber: "De la cobardía y la tibieza de los cristianos".

Si los cristianos fuéramos MÁS calientes y MÁS valientes, NO EXISTIRÍA la Sinagoga de Satanás.

Anónimo dijo...

Epluribus unum