LA USURPADORA INAUDITA
Pese a la endeble sustentación, la Kadictadura se afirma. Aunque esté aferrada a la nada, pese a ello —o por ello— se siente capaz de burlar e insultar a todo el pueblo anonadado, sujeto al capricho de su hueste invasora. Algo que jamás pudo soñar la patria fundacional.
¡Y pensar que en un momento de impaciencia, hace siglo y pico llegó a mascullarse amargamente “se nos ha sobrepuesto la canalla”! Por gente que ahora sería un lujo… Hoy también queda desmentido que “no hay mal que dure cien años”. En términos morales y materiales, la desgracia que está asolando a nuestra tierra insume el equivalente a siglos interminables. A manos de un usurpador enloquecido, trepado al poder aprovechando el vacío, con la trampa democratoide manejada por un gran mafioso. Sin arriesgar un milímetro de la piel curtida por la usura. Desata la persecución religiosa, promueve asesinos al gobernalle, jueces ignorantes o vendidos, compra-venta de libertades, de influencias e inmunidades, delincuencia garantizada, instituciones “republicanas” malevas y cobardes, superpoderes, educación homosexual, negociados a la luz del día, “matrimonio” de degenerados, perversiones promovidas, narcotráfico incentivado, calumnias, venganzas y vejaciones, mazmorras montoneras, robos, robos y más robos descarados: del bolsillo público y de los ahorros privados, miseria desbordada.
Mientras la Presidente oficial hace turismo, dilapidando fortunas mal habidas del erario, por lugares exquisitos y exóticos, con séquitos en tropel de amigos subversivos y de amigos de la familia, el Presidente de facto se ríe a carcajadas y aconseja a los empresarios y trabajadores que se resignen a ganar un pesito menos.
CALUMNIA, QUE ALGO QUEDA
No cabe duda que el Enemigo de Papel se ha quedado con sangre en el ojo. Y que no perdona jamás; aprovechando cualquier ocasión para caerle con su furia perpetua al pastor celoso que osara arriesgarse por sus ovejas sin “prudencias” humanas. En este caso, para repetir una de las calumnias más elaboradas de su repertorio, de nuevo se sirve de la rigurosa corresponsal fiscalizadora del “Papa alemán” protagonista de abundantes “gaffes” y “desastres públicos evitables” (cfr. “La Nación”, 15 de julio de 2007). Con motivo de la presentación del nuevo embajador de CFK en el Vaticano, la movediza fisgona le atribuye a Juan Pablo Cafiero una reiteración de la calumnia, diciendo: “Cafiero recordó que la cuestión estalló a partir de una poco afortunada declaración de Baseotto, que, en febrero de 2005, dijo que había que «tirar al mar atado a una piedra» al entonces ministro de Salud, Ginés González García, que se había manifestado en público a favor de la despenalización del aborto”. Conviene anotar que el mismo diario del Enemigo de Papel, en una columna lateral resalta la misma calumnia, consignando que en repudio a lo dicho por el Obispo Castrense “el gobierno dispone su remoción y empieza un capítulo de fuerte tensión con el Vaticano”. (Por supuesto como si nunca hubieran existido las minuciosas perversidades irreligiosas de la tiranía, condensadas en el colosal decreto N° 1086/05).
Cabe entonces recalcar hasta el cansancio —como lo destacó en su momento precisamente el mismísimo diario “La Nación”— que las palabras utilizadas por el Obispo castrense en su reclamo al ministro de Salud, se limitaron a recordar la admonición evangélica a quienes escandalizaren a los pequeños.
Juan Esteban Olmedo
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