ECCE
HOMO
Entre la
duda y la culpa
dos
manos ruines se lavan,
sueña
Prócula en la noche
sueños
que la despertaban.
¡No mates al
justo, esposo,
ni alces cruz para su
talla,
abrirá el cielo la
tumba,
partirá nuestra
muralla!
Opaco de
profecías
Pilatos
pide el azote,
una corona de
espinas
y un
afrentoso capote.
Los
dedos en la columna
crispaban
tribulaciones,
roja de
sangre la pascua
gemía en
las aflicciones.
Restallaban los
trallazos
abriendo
gritos y grietas,
por el
monte del Calvario
clavan
los aires saetas.
Más que
la fusta, lacera
la
traición que atrás se asoma,
ayer
entre la
Judea
y hoy
la Judea en
la
Roma.
La
macabra orfebrería
de los
verdugos culmina:
hecho un
varón de dolores,
un cirio
que no ilumina.
Aquí esta el
hombre, deshecho,
otro castigo y
moría,
no encuentro falta en sus
obras.
La
hallará la judería.
Aquí
está el hombre, la imagen,
la
semejanza, Dios mismo.
Aquí
está el nombre del Hombre
que nos
salva del abismo.
Aquí
está el hombre, los siglos
girarán
en su contorno.
Ya es
tarde, no te me tardes,
esperamos tu
retorno.
Antonio
Caponnetto
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