lunes, 17 de mayo de 2010

Declaración del Consorcio de Médicos Católicos


EL TOTALITARISMO
DEMOCRÁTICO


El 2 de abril el Parlamento belga aprobó una resolución en la que insta al Gobierno a condenar las “declaraciones inaceptables” del Papa contra el uso del preservativo en la lucha contra el sida y a protestar oficialmente ante el Vaticano. La Cámara adoptó la resolución por 98 votos a favor, 18 en contra del partido flamenco Vlaams Belang, y 7 abstenciones.

El texto pide al Gobierno belga que proteste por la vía “oficial y diplomática”, a través de su embajador en la Santa Sede, al considerar los diputados que las declaraciones de Benedicto XVI en África constituyeron una “ofensa hacia los compromisos de la comunidad científica para prevenir y luchar contra la propagación del sida”.

“La resolución suscita estupor, dado que en todo país democrático parece obvia la libertad del Papa y de la Iglesia Católica de expresar su postura y líneas de acción sobre argumentos relacionados con la visión del ser humano y de su responsabilidad moral, con las perspectivas de compromiso educativo y formativo de la persona y con el servicio de cuidado de los enfermos y de los que sufren”, dijo el vocero vaticano Padre Lombardi.

A esta gravísima e intolerable pretensión totalitaria para acallar no sólo a Benedicto XVI, sino también a los otros miembros de la Jerarquía católica, se suma la del gobierno holandés de enero de 2009 (vid. NG 954). Aquella vez fue la pretensión del homosexualismo político la que quiso acallar al Sumo Pontífice (vid. NG 755, 779, 827, 841). Por un lado, se trata del intento tiránico, que va in crescendo, de imponer el discurso de la “cultura de la muerte” y por otro se desea atemorizar a la Jerarquía de la Iglesia para que acalle la verdad que debe proclamar. Benedicto XVI da ejemplo de fortaleza en el testimonio de la Verdad. Quiera Dios que no hagan mella en otros pastores la pusilanimidad y la cobardía, la “prudencia de la carne” o los cálculos políticos.

DECLARACIÓN DEL CONSORCIO
DE MÉDICOS CATÓLICOS


Hace unos días el Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires (Argentina), emitió una declaración de apoyo al Santo Padre que nos parece oportuno recordar: Dice el documento (texto completo):

El Santo Padre Benedicto XVI afirmó sobre la epidemia de HIV-SIDA que, “no se puede resolver el problema con la distribución de preservativos. Al contrario, se corre el peligro de aumentar el problema”.

Adhiriendo a estas palabras el Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires hace llegar a la opinión pública la siguiente declaración.

1) Las campañas de salud basadas en la distribución de preservativos para evitar el SIDA inducen a engaño, porque ocultan información y no colaboran a la prevención, sino a una mayor difusión de las conductas de riesgo, ya que implican que las autoridades sanitarias están dando su visto bueno a las conductas y estilos de vida que son responsables de la epidemia.

Sirva de ejemplo que la misma OMS afirma que el preservativo tiene una tasa de fallos del 14% (Organización Mundial de la Salud, Effectiveness of Male Latex Condoms in Protecting against Pregnancy and Sexually Transmitted Infections, en OMS Information Fact Sheet, núm. 243, de junio de 2000).

Al mismo tiempo la Internacional Planned Parenthood Federation (IPPF), una de las promotoras de las campañas llamadas de sexo seguro, sitúa la tasa de fallos en el 30%, y a ésta hay que añadirle que “el riesgo de contraer SIDA durante el llamado «sexo protegido» se aproxima al 100% a medida que el número de relaciones sexuales se incrementa” (IPPF, Medical Bulletin, How Much Do Condoms Protect Against Sexually Trasmitted Diseases?, febrero 1997). Por lo tanto, como afirmó este Consorcio el 8 de marzo de 2005, los preservativos no hacen el sexo “seguro” o “más seguro”.

2) Lamentamos los dichos de algunas autoridades de salud que consideran “peligrosas” las declaraciones del Papa Benedicto XVI. Parecería que se quiere imponer totalitariamente un pensamiento único, políticamente correcto, desdeñando los datos que la ciencia nos proporciona.

3) Cabe señalar que además del SIDA, debido a la promiscuidad sexual que alientan las campañas llamadas de “sexo seguro”, han vuelto a aparecer enfermedades de transmisión sexual que se creían casi extinguidas. Por ejemplo, en nuestro país han aumentado los casos de sífilis (Véase “Clarín”, 30 de enero de 2007: “En la provincia de Buenos Aires las notificaciones (de sífilis) crecieron casi un 70% desde el 2002”; “La Nación”, 3 de febrero de 2007: “Sida y sífilis: estadísticas alarmantes”; “Página/12”, 5 de febrero de 2007: “La sífilis, en un silencioso y continuo aumento de casos. En el Hospital de Clínicas, los análisis de VIH se complementan con el de sífilis”).

4) La literatura médica internacional registra aumentos en el contagio de la gorronea, clamidias, tricomoniasis, herpes genital, chancro, sífilis. Las campañas de “sexo seguro” no son ajenas a este estado de cosas.

5) Como afirmó Benedicto XVI, la solución pasa por humanizar la sexualidad, “una renovación espiritual y humana que lleve aparejada una forma nueva de comportarse”. Por eso este Consorcio hace un llamado a los médicos, educadores, padres de familia y a las autoridades públicas para que entre todos volvamos a valorar el orden natural, sin concesiones al “mal menor”, viviendo y difundiendo un comportamiento realmente humano basado en el ejercicio de las virtudes de la templanza, castidad y continencia.

Dr. Alejandro Nolazco, Presidente
Buenos Aires, 20-03-09.

2 comentarios:

Fernando José dijo...

Como siempre el nacionalismo firme en su puesto de lucha. En este caso el Partido Vlaams Belang enfrentó en el Parlamento belga la inicua declaración de los socialistas y los liberales, ambos de inspiración masónica, a favor del preservativo y la promiscuidad.

Vlaams Belang resiste la destrucción de la histórica y católica Nación Flamenca dispuesta por el Nuevo Orden Mundial a través de sus peones: la masonería, el socialismo, los degenerados sexuales, la inmigración destructora e indigerible de gitanos, albaneses, africanos y musulmanes y también, porque esa tenemos, el clero modernista. Todos unidos contra la Ciudad Cristiana.

Anónimo dijo...

Gran razon tiene, amigo don Fernando Jose.
Parece una lucha desigual entre los hijos de la Cristiandad contra toda la caterva infernal.