jueves, 18 de julio de 2013

Poesía que promete

EL ALZAMIENTO DE JULIO

Des­te­ñían ha­ra­pos, lí­vi­dos, de nie­bla
las lu­ces he­la­das del ama­ne­cer;
ho­ra de bo­rra­chos vol­vien­do de juer­ga,
y de ajus­ti­cia­dos con­tra la pa­red.
Ho­ra de fa­ro­les, inú­ti­les ya,
ce­rran­do los ojos so­bre la ciu­dad.

Hu­yen­do del al­ba por una ca­lle­ja
de los an­du­rria­les del tris­te Ma­drid,
zum­ban­do se ale­ja una ca­mio­ne­ta
de Guar­dias de Asal­to, que lle­van fu­sil.

To­da­vía es­tán ti­bios los ca­ño­nes ne­gros;
y el eco si­nies­tro de un ti­ro de gra­cia
ani­da en el hue­co del al­ma de ace­ro
del ar­ma que lle­va el je­fe de Guar­dias.

Se fun­de en la no­che la se­ca des­car­ga
que se enan­ca al eco de aque­llas pa­la­bras,
“Ca­sa­res Qui­ro­ga, ten­go an­chas es­pal­das…” 

Un ti­ro en la nu­ca… pe­ro allí es­tá Es­pa­ña.

Y fren­te a la far­sa de las li­ber­ta­des;
de los le­gu­le­yos; del vo­to y la ley,
ten­dien­do un em­bo­zo de ba­bo­sas fra­ses
so­bre “pa­seí­llos” al ama­ne­cer,

des­pier­ta tem­pla­da en un gri­to de ar­mas
la ver­dad he­cha car­ne de vie­jas esen­cias;
os­cu­ros ci­mien­tos al pie de la ra­za;
tre­mo­lan­do al ai­re flo­ri­das ban­de­ras.

Sa­cu­de el te­dio­so mo­no­rrit­mo fal­so,
 de la bu­ro­cra­cia y los di­pu­ta­dos,
el des­plan­te al­za­do de: Es­pa­ña can­tan­do
al sol, las es­tre­llas, a Dios y al pa­sa­do.

Y es el mo­zo fuer­te con su boi­na ro­ja
que fue del abue­lo, car­lis­ta de ayer,
que de­ja en su al­dea la ma­dre y la no­via
pa­ra ir a la gue­rra por Dios y su Rey.

Es el se­ño­ri­to que se va de ca­sa
(vi­bran­te re­cla­mo de su ju­ven­tud)
ca­si de pun­ti­llas, por una ven­ta­na,
vis­tien­do a es­con­di­das la ca­mi­sa azul.

Es la fi­bra aus­te­ra de los mi­li­ta­res
en la dis­ci­pli­na de su re­be­lión,
cum­plien­do con vo­ces de man­do an­ces­tra­les
que gol­pean pro­fun­do so­bre el co­ra­zón.

Y del otro la­do del es­tre­cho se al­zan
cur­vas ci­mi­ta­rras con­tra los sin Dios.
Es­pa­ña es­tá en ar­mas, en pie de Cru­za­da;
Es­pa­ña pe­lea, vuel­ta ca­ra al sol.
  
Es­tán fren­te a fren­te dos sig­nos to­ta­les;
es ne­ta y ta­jan­te la gran di­vi­sión
En tiem­pos que en­fren­tan re­la­ti­vos ma­les
y que só­lo en­tre ellos no de­jan op­ción,
en Es­pa­ña lu­chan los gran­des ri­va­les
sin de­jar res­qui­cio a la con­fu­sión.

La ame­tra­lla­do­ra des­pier­ta los ecos
de azu­les mon­ta­ñas, grá­vi­das de paz,
y re­bo­tan plo­mos en los claus­tros quie­tos
de al­gu­na ol­vi­da­da rui­na me­die­val.

Mar­chi­ta co­se­chas el sal­va­je alien­to
de fue­go y ace­ro que bra­ma el ca­ñón,
y tro­ca su acen­to en can­to gue­rre­ro
una jo­ta ale­gre que ha­bla­ba de amor.

Las tri­che­ras abren ne­gras ci­ca­tri­ces
en pra­dos que guar­dan olor de re­ba­ños;
y la den­te­lla­da de los pro­yec­ti­les
muer­de los per­fi­les de los cam­pa­na­rios.

y se pue­bla de hé­roes el ma­pa de Es­pa­ña.
y la Glo­ria vue­la cu­bier­ta de san­gre
por so­bre un en­jam­bre ca­lien­te de ba­las;
de­trás de los sur­cos que de­jan los tan­ques.

Re­sis­te en To­le­do el he­roi­co Al­cá­zar;
el cer­co se aprie­ta en tor­no a Ma­drid
ce­den las de­fen­sas de Bil­bao; avan­zan
Re­que­tés, Fa­lan­ge, Ter­cios, Ma­rro­quís…

Re­sis­te el Al­cá­zar…  Va­re­la se acer­ca;
se atra­vie­sa el Ebro; ¡vi­va Cris­to Rey!
¡ti­rad que es­tán den­tro! (cuar­tel de Si­man­cas)
Rue­ga por no­so­tros, Ca­pi­tán Cor­tés.

Cla­rea la vic­to­ria en­tre los lau­re­les
de la An­da­lu­cía; y en el na­ran­jal
de Le­van­te; tre­pa los pi­cos agres­tes
del Nor­te y so­no­ra se vuel­ca en el mar.

“Vol­ve­rán ban­de­ras vic­to­rio­sas”.  Ya
re­pi­can cam­pa­nas de­rra­man­do paz.
Re­do­bla el Car­lis­ta gri­to de ¡au­rre­rá!
Ma­du­ran tri­ga­les ter­nu­ras de pan.

y Es­pa­ña ama­ne­ce, re­di­mi­da en san­gre;
una Ac­ción de Gra­cias se le­van­ta a Dios
ri­ma­da con rit­mos de mar­chas triun­fa­les;
mo­ja­da con llan­tos por el que ca­yó.

    Juan Luis Ga­llar­do
Bue­nos Ai­res, 2 de ju­lio de 1957.
  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes que nada pido disculpas por aludir a un tema ajeno a la deleitante poesía publicada. Pero hay cuestiones de la actualidad que me sorprenden, no por infrecuentes, sino por lo burdas e inescrupulosas.

Dime con quien andás y te diré quien eres:

http://www.lanacion.com.ar/1602345-francisco-otra-vez-en-la-tapa-de-la-revista-time



Agustín de La Plata.