jueves, 22 de julio de 2010

Verás que todo es mentira

LA DEMOCRACIA Y LA MENTIRA

“Sabéis que los que figuran como Jefes de las naciones los tiranizan
y los grandes entre ellos abusan contra ellos de su autoridad”

(San Marcos, 10, 41-42)

Estas palabras de Jesús cuadran literalmente con la democracia, que con el nombre de defensores de los Derechos Humanos tiranizan los pueblos con sus mentiras y engaños. Veamos algunas:

1) Para la democracia no existe la verdad absoluta. Ésta la crea la mayoría. Así, si la mayoría aprueba el aborto, automáticamente pasa a ser legal y bueno, con lo que se destruye la Ley Natural que es reflejo de la Ley Divina. Una gran MENTIRA.

2) Cuando hay elecciones, para atraer los votos, todos los partidos prometen ventajas materiales que saben no podrán cumplir. A veces juran y perjuran que nunca pactarán con el partido contrario. Luego, hacen y deshacen pactos como les convienen contra sus mismos programas que anunciaron, engañando así a los electores que habían puesto en ellos su confianza. Esto contra —según ellos— en el “juego democrático”, qu como se ve es un juego de engaños y MENTIRAS.

3) Supongamos que en un país votan el 60% y se abstienen el 40% de ciudadanos. El partido A saca el 17%, el B 12% y el C 31%. Éste ha ganado democráticamente la mayoría, y se atribuye el derecho de representar al pueblo, cuando en realidad ha tenido el 31% de los votantes, pues el 69% de todo el país no lo han votado. ¿A qué viene, pues, decir que tiene la mayoría del país? Otra gran MENTIRA.

4) Al acercarse las votaciones, los “Mass Media” (televisión, radio, prensa…) organizan encuestas y sondeos para conocer la opinión de los ciudadanos. En realidad es para “teledirigirlos” y manipular la opinión pública con las técnicas más avanzadas de la psicología de masas. Alguien ha dicho que las encuestas son “máquinas de fabricar mitos”, yo diría “máquinas de engañabobos”.(1) Otra gran MENTIRA.

5) La democracia aboga por:
— los derechos del niño y los mata antes de nacer con el aborto,
— los derechos de la familia y la destruye con el divorcio,
— los derechos del trabajador y provoca las huelgas que hunden la economía,
— la dignidad humana y la embrutece con sus políticas permisivas en materia sexual aprobando el nudismo y los vicios más repugnantes como la homosexualidad y la pederastía, que han convertido las sociedades en inmundos lupanares y las naciones en asquerosas cloacas como Sodoma y Gomorra,(2)
— la paz y convivencia del país y fomenta los odios indigenistas, la desunión entre los pueblos y es impotente ante el terrorismo,
— la libertad de la persona y la degrada con lavados de cerebro ofendiendo su libertad de pensamiento,
— la cultura del hombre y lo atonta con las diversiones y el deporte,(3)
— el bienestar del pueblo y lo asfixia con insufribles impuestos hasta introducirse en el santuario de la propiedad privada. Se ha dicho que “el comunismo oprime y la democracia exprime”. ¡Exacto! (4)
— la democracia ha creado un léxico nuevo cambiando el sentido de muchas palabras. Así, al libertinaje se lo llama libertad; a la indecencia, destape; a la cobardía, tolerancia; a la indiferencia, serenidad; a la impunidad de los asesinos, derechos humanos; a las palabrotas y la mala educación, personalidad; a la ambición política, espíritu de servicio; al asesinato de niños, interrupción del embarazo; al fornicador y al adúltero, compañero sentimental; a la rebeldía con los padres, conflicto generacional; a la eutanasia homicida, una muerte digna, etc. etc. ¡Es la Babel de este siglo! ¡Es una sociedad de MENTIRAS! (5)

6) La democracia proclama a todo viento que el pueblo es soberano, y que nada se puede hacer sin el pueblo o contra el pueblo, pero cuando les interesa a los gobiernos democráticos no consultan con el pueblo decisiones trascendentales, por ejemplo, la entrada en el Mercado Común, Maastrich, OTAN, etc., etc… con efectos desastrosos y alarmantes. Otra MENTIRA del sistema democrático.

7) Calderón de la Barca en su magistral “Gran Teatro del Mundo” nos enseña que en este mundo todos han de representar el papel que les ha tocado. La democracia ha querido imitarlo sin éxito, pues todo acaba en pura comedia. Unos actores salen al principio, otros desaparecen de la escena; unos desempeñan el papel principal, otros el de la oposición; a veces se pelean entre ellos ante los ojos atónitos de los espectadores… Pero una vez terminada la comedia se van a tomar un café todos juntos comentando las “incidencias” de la representación y riéndose de la imbecilidad del pueblo soberano. ¡Pura MENTIRA!

8) Vayamos a la GRAN MENTIRA, la mayor de todas de la que se derivan las demás mentiras. ¿Cuál es? Os la he expresado con estas palabras: el pueblo es soberano, es decir, en el pueblo radica y tiene origen el poder. El poder de legislar, juzgar y condenar, poder que luego lo delega, mediante votaciones, en un partido político que gobierna en su nombre. Lo que el pueblo dice y aprueba es bueno y verdadero, lo que condena es malo. Pues bien, esto es una falsedad y un engaño.

Es falso filosóficamente porque ni tú, lector, ni yo, ni ningún individuo tiene por sí mismo la autoridad y el poder de gobernar. Todos los hombres por naturaleza somos iguales, es decir, nadie nace con el derecho de mandar a los demás. Y si no lo tenemos no lo podemos dar o delegar a otro según el aforismo latino:“Nemo dat quod non habet”, “Nadie da lo que no tiene”. Somos todos una suma de ceros, y aunque se sumen los individuos de un país la suma total serán millones de ceros. Tampoco se soluciona el problema diciendo que el origen del poder surge de un “pacto social”, o sea, por un compromiso o acuerdo de la sociedad, porque los que han hecho este pacto son ceros como todos los demás.

Es falso teológicamente porque sabemos que “toda Autoridad viene de Dios” (Romanos, 13, 1) que la tiene por Sí mismo, que es la fuente y origen del poder como enseñó Nuestro Señor Jesucristo a Pilatos: “No tendrías poder alguno sobre Mí, si no te hubiese sido dado de lo alto” (San Juan, 19, 11). Por eso escribía León XIII: “En lo tocante al origen del poder político, la Iglesia enseña rectamente que el poder viene de Dios” (Diuturnum illud).

Cualquier autoridad (rey, presidente… etc.) puede ser elegida por herencia, nombramiento, o sufragio popular, pero no es el pueblo sino Dios que le da el poder y autoridad. Por eso gobierna en nombre de Dios y debe respetar su Ley y Voluntad. Entonces tiene Autoridad y debemos obedecerlo como representantes de Dios. Nuestros Reyes Católicos hasta Franco inclusive, quisieron expresar esto acuñando en sus monedas: “Rey (Caudillo) de España por la Gracia de Dios”, es decir, por delegación de Dios. Esto ha desaparecido en las monedas “democráticas”. Así también, la corona real estaba rematada por la cruz para indicar que el Rey se sometía a Dios como único Soberano, cruz que aún se ha conservado pero como una pieza de adorno.

CONCLUSIÓN

La mentira nos acerca al diablo, que es el “padre de la mentira y homicida” (San Juan, 8, 44) como la verdad nos acerca a Dios que es la Verdad (San Juan, 14, 6). La democracia es un sistema político basado en la mentira y por eso es diabólico y como el diablo “miente y es homicida”, engaña y es homicida con el aborto. Los demócratas: 1) han negado a Cristo, Dios y Señor, el derecho de reinar en los pueblos, 2) y son “fabricantes de mentiras, curanderos inútiles, ¡si al menos se callasen!” (Job, 13, 4-5). El católico que conoce estas verdades no puede ser demócrata so pena de alinearse y someterse a Satanás. Y quien se somete al diablo no podrá un día reinar con Cristo en el Cielo.

Nosotros queremos servir y someternos a Dios, Creador, Soberano, Señor del Universo, Principio y Fin de nuestra existencia, Bondad y Hermosura Infinita y Fuente de nuestra felicidad eterna. ¡Que la Virgen Inmaculada nos libre de la democracia! Dice el Espíritu Santo: “¡Fuera (del Cielo) los perros, los hechiceros, los fornicarios, los asesinos, los idólatras y todo el que ama la mentira y la hace!” (Apocalipsis, 22, 15).

Por esto: ¡yo no soy demócrata!

R.P. Pedro de la Inmaculada Muñoz Iranzo
(Tomado del Boletín “OASIS de Jesús Sacerdote”
nº 89, abril-junio de 1997)

NOTAS:

1. Es curioso que los sondeos y encuestas suelen equivocarse por centésimas de %. Me recuerda al célebre Bernard Nathanson, conocido tristemente como “el rey de los abortos”, y que fue director del St. Luck's de Nueva York. “Soy el responsable —confesó— de 75.000 abortos… cinco mil los he realizado con mis propias manos”. Pues bien, sus manos manchadas de sangre le mostraban con frecuencia aquellos miembros retorcidos de dolor y oía sus gritos inocentes. Era una pesadilla, sobre todo por las noches, que le quitaba el sueño. Al fin, arrepentido, decidió cambiar su vida. Y para reparar tantos crímenes se dedicó a recorrer el mundo dando charlas a favor de la vida y contra el aborto. Estuvo en Barcelona y confesó honradametne cómo falsificaban las encuestas para que la sociedad norteamericana —el país de la democracia— aceptara el aborto. Escuchémoslo: “Otra táctica pro-aborto eran las encuestas… En 1968 sabíamos que sólo el 1% de la población norteamericana era partidario del aborto libre y publicamos que eran el 25%; más tarde dimos el resultado del 50% y unos meses después el 75%. Era asombroso ver cómo la realidad se iba adaptando a las encuestas, porque hay mucha gente sin criterio que lo que quiere es etar siempre con la mayoría y con las opiniones más avanzadas. Me consta que estas mismas tácticas utilizadas en Estados Unidos se emplean en los demás países”. ¡Cuántos necios crea la democracia!

2. El 17 de marzo de 1997, al ver los homosexuales que por un empate de votos en los diputados nos se legalizaban los matrimonios (!), amenazaron a sus “señorías” con revelar públicamente a los que eran como ellos… ¡Cuánta putrefacción en la democracia!

3. Cuando un club de fútbol como el Barcelona por ficha una persona —Ronaldo— haya pagado la friolera de dos mil quinientos millones de pesetas, sólo por saber dominar con los pies una pelota, habiendo en España más de dos millones de parados [desocupados] sin trabajo, sin que nadie haya protestado por este despilfarro, demuestra hasta qué grado de estupidez nos ha conducido la democracia. ¡Cuánta “cultura” democrática!


4. ¡Qué diferente fue la política de los Reyes Católicos! Una de sus primeras disposiciones al subir al trono fue suprimir muchas contribuciones a su pueblo. Igualmente en tiempo de Franco no existían ni el IVA, ni la declaración personal de renta, ni tantos impuestos… ¡No eran demócratas!


5. San Pío X en “Notre charge apostolique” echa por tierra este léxico demócrata-ecuménico: “La doctrina católica nos enseña que el primer deber de caridad no está en la tolerancia de las opiniones erróneas, por muy sinceras que sean, ni en la indiferencia teórica y práctica ante el error o el vicio en que vemos caídos a nuestros hermanos, sino en el celo por su mejoramiento intelectual y moral no menos que en el celo por su bienestar material”.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA SOY GUNTHER ME GUSTO LA NOTA.
mE GUSTARIA QUE EXPLIQUE UN POCO MEJOR LO DEL DEPOTE QUE ESTUPIDIZA A LAS MASAS,¿DONDE ESTA EL PROBLEMA SI PRACTICO UN DEPORTE A DIARIO? 2 HORAS

EXELENTE ACOTACION PERFECTA LA DEL COMUNISMO ORPRIME Y LA DEMOCRACIA EXPRIME.

YO TAMPOCO SOY DEMOCRACTICO UN SALUDO

Anónimo dijo...

Amigo Gunther, el deporte que estupidiza a las masas no es el que, como eutrapelia (sano esparcimiento), pueda practicar una persona o un grupo de personas, e incluso la observacion de una competencia -sin que sea absorbente-, sino el culto desmesurado y fanatico a un equipo de futbol o a un determinador deportista, como es el caso tristemente celebre del Sr. Maradona.