jueves, 8 de julio de 2010

Orden natural

SODOMITAS Y LESBIANAS
A SABLAZOS EN MENDOZA


“Cuando veo a los funcionarios intentando aprobar estas leyes tan absurdas pienso en José Manuel Estrada, Manuel Belgrano, José de San Martín, Dorrego. Dudando sobre si ponerme a llorar o tomar un palo y propinarles una paliza pública a tales funcionarios”
(Roxana de Blanch, en el Congreso mendocino, junio 2010)

La virilidad que falta en nuestros pastores, en nuestros dirigentes y hasta en muchos de nuestros padres de familia, Dios la está insuflando en los corazones fuertes de las madres argentinas. ¿Será el revivir de Macacha Güemes y las suyas? ¿Estará dando fruto tanta lucha sucia contra las autoconvocadas? Como fuere, buen pronóstico. Lo cierto es que si debiéramos hacer una crónica de los oradores en el Congreso de Mendoza el pasado 18 de junio con motivo de esta discusión sobre si los putos pueden casarse y adoptar niños, no habría más que lugares comunes expuestos tan insípidamente que repugnan hasta lo bueno defendido por muchos.

Hasta que apareció el amor fervoroso de una mujer y les gritó a las aborteras que no eran ni madres ni mujeres, y les gritó a los senadores que habría de apalearlos si legislan contra la naturaleza humana. Entonces se enfurecieron las aborteras que nada tenían que hacer allí salvo despabilar a los giles de siempre que la lucha es contra una ideología materialista y antitea, y comenzaron las arpías a insultar a Roxana. Entonces los periodistas se pusieron como locos y descontextualizaron las frases de la Sra. de Blanch, como les enseña la servilidad en la que fueron instruidos durante sus truchas carreras de comunicación. Entonces los sodomitas gritaron con esos epifenómenos feminoides brotados de la perversión de sus almas enfermas. Sin embargo, la Señora mamá de siete hijos ni se inmutó y continuó.
“Senadores, hablo en nombre de la Liga de Madres de Familia y sus setenta mil socias, todas ellas mujeres y madres; y queremos saber si piensan votar bajo la obediencia debida al partido, la misma que criticamos en la época de los militares y en la de Menem.
“Ahora tienen la oportunidad de reivindicarse frente al pueblo argentino protegiendo de una vez por todas el matrimonio y la familia, desvelándose por políticas públicas realmente necesarias y urgentes como son la salud, la educación, el trabajo y la vivienda digna, para que todo niño pueda estar en la escuela y no abandonado en la calle.
“Si no lo hacen, hoy discutirán los supuestos derechos de los homosexuales y mañana se encontrarán discutiendo el supuesto derecho de los bisexuales a un matrimonio de tres o los derechos de un pedófilo a casarse con un menor de edad. Y por eso la sociedad entera les pregunta: ¿Realmente, quieren abrir esa puerta?”
Pregunta retórica sin respuesta, por supuesto. Pero uno de los entonces que intentan acallar esta virilidad nacida del amor por lo bueno, y me hace temblar, es la pose que impostó rápidamente una parte de la jerarquía eclesiástica de Mendoza y muchos sacerdotes. El Arzobispo no ve con buenos ojos el manifestarse por las calles, muchos sacerdotes prohiben repartir los volantes invitando a marchas y afirmando el valor de la familia en iglesias y colegios como los jesuitas, el sacerdote sodomita que habló por el canal 9 de Mendoza sobre su duda acerca del matrimonio gay sigue con su habitual programa de las mañanas mendocinas. Pareciera que en la Iglesia católica ya no hay una Verdad Encarnada a la que los episcopein-inspectores deben proteger hasta con su sangre, el martirio les pidió Cristo y la excomunión les dejó San Pablo contra los enemigos de adentro que la pisotean como chanchos a las perlas.

Y coletazo raro, se excluye en la dirigencia católica expresamente a líderes con probada trayectoria de fidelidad a la Fe y a las costumbres como condición de un tibio apoyo del Obispo auxiliar a través de una nota, no de su presencia, como sí sucedió en San Luis donde el obispo encabezó la marcha. Lo positivo de la acción de apoyo escrita se diluye en la tácita excomunión de gente buena defensora de la ley natural, tema verdadero y no de Fe que hoy se pelea. Porque hasta en esto hay un cierto smog suspendido, esa aparente confusión entre los organizadores al gritar como católicos su oposición al homosexualismo. Es decir, dan pie a los medios liberales de escrachar a la posición defensora de la naturaleza como posición de un dogma de Fe. ¿Será clericalismo de parte de los nuestros o ignorancia? O ambos dos, como decía mi abuela.

En definitiva y no oscurece, hay lucha de parte de muchos que vibran por las cosas de Dios, sean de la creación o de la Fe. Levantan la tacuara de Macacha y van al frente. No las dejemos solas ni aunque degüellen por delante o ensarten por atrás.

Daniel Giaquinta, Mza.

1 comentario:

profeclau07@gmail.com dijo...

Está muy bien Daniel. El tema es que cuando confrontamos, no sé si no estamos cayendo en el juego de "hacer política" como la hacen ellos. ¿Cómo seguimos ahora que ya tenemos esta ley? ¿Cómo anunciamos el Reino de Dios en esta tierra? Yo voy a seguir dando mi testimonio y también argumentando un orden natural verdadero y una cuestión de Fe a la Palabra de Dios en el Evangelio. Esto es lo que desconocen muchos y por lo que han tomado la Carta de Mons. Bergoglio (la que fue dirigida a los Monasterios de Clausura y se divulgó) como retrógrada. Si todos los bautizados alguna vez hubieran leído el Evangelio, sabrían que lo que dice nuestro Cardenal es Palabra de Dios.
Gracias por todo y quizás, sería evangélico no decirles "putos" a los homosexuales, que ya bastante castigo tienen el necesitar de una ley para poder moverse "como todos" en esta sociedad. Me da mucha pena todo esto. Me entristece también profundamente que determinados sectores siguen manipulando a los pobres... ¿sabías que aquí en la C.A.B.A. el día 13 de julio se hizo en el Obelisco el "frazadazo", que es la manifestación de los sin techo y se la tomó como el "ruidazo" en apoyo a la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo? ¡Qué verguenza me da esta dirigencia, que sigue usando a los pobres para hacer valer no sus derechos sino los de los que tienen!!! Porque no me vas a decir que los que necesitan el matrimonio gay no tienen techo, trabajo, obra social, etc... Qué doloroso es todo esto.
Un abrazo
Claudia E.