LA IGLESIA
CLANDESTINA:
ACTUALIZANDO DATOS
En el combate de La Tablada perdieron la vida, o quedaron gravemente mutilados, heroicos integrantes de nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Sabida es la responsabilidad moral e ideológica que le cabe a Fray Antonio Puigjané en el hecho criminal provocado por la organización armada marxista que intentó copar sangrientamente el Regimiento.
Sabido es también que el personaje no sólo goza de libertad, sino de la respetabilidad mundana alimentada por los medios, decididamente en manos de la izquierda. Nada indica que los años de prisión le hayan servido para arrepentirse de su cruenta apostasía. Por el contrario, no ha perdido ocasión de ratificar su desquiciado rumbo ideológico, llegando incluso a solidarizarse con las exhibiciones blasfemas y sacrílegas del desdichado León Ferrari.
Todo lo cual no pasaría de un doloroso caso más de abdicación sacerdotal, si no mediara el hecho de que semejante personaje está alojado en una institución católica, donde puede celebrar “misa” y administrar los sacramentos. Según sus propias palabras, mucho tiene que ver en su actual y beneficiosa situación, el Cardenal Bergoglio, a quien el interesado así nos lo retrata: “…yo me quedo con lo que Jorge es ahora, con el tipo maravilloso y humilde que conozco y al que considero mi amigo. Cuando estaba en la cárcel, era el único que mantenía contacto conmigo y le hacía llegar mis cartas a Quarracino. Raro, ¿no? Y cuando salí, gracias a Jorge, obtuve nuevamente el permiso para dar Misa, que mi congregación me había quitado. Y eso para mí, y para cualquier sacerdote, es como el aire que respiro. Me viene a visitar siempre, me abraza, me tutea y me pide que rece por él, que le hacía falta. Yo estoy infinitamente agradecido por su ayuda” (cfr. Olga Wornat, “Nuestra Santa Madre. Historia pública y privada de la Iglesia Católica Argentina”, Buenos Aires, Javier Vergara, 2002, capítulo 12: El nuevo jefe. Hay versión digital en el sitio web: http://elortiba.org/sm.10.html).
Dada la naturaleza de la fuente en la cual el fraile apóstata y asesino se explaya de este modo; esto es, un libelo infame escrito por una enemiga de la Fe Católica, bueno sería que el Cardenal desmintiera de una vez este ingrato episodio; y sobre todo, bueno sería que en el próximo aniversario de La Tablada oficiara una Misa pública por las víctimas de Puigjané y por sus doloridos familiares.
La agrupación supuestamente católica conocida como Opción Preferencial Por los Pobres, sale a la luz pública alrededor del año 2001, nucleados sus miembros alrededor de quien se autotitula como “referente”, el Padre Eduardo De la Serna, con frondosos antecedentes a favor del castrocomunismo.
El anteriormente citado Puigjané, uno de sus primeros miembros, nos da la pauta de la ideología de la banda, así como de sus fuentes de reclutamiento: según sus propias fuentes propagandísticas, contarían con 142 sacerdotes adictos y quinientos adeptos entre religiosas y laicos. Por debajo de De la Serna, dos personajes fungen como “delegados”: son los Padres Marcelo Ciaramella y Marcos Alemán, S.J.
Diseminados por todo el país, el núcleo principal se encuentra en el Obispado de Quilmes, al que pertenecen De la Serna y Ciaramella. Pero en Buenos Aires lo tienen al Padre Bernardo Hughes, pasionista, propulsor —con la total anuencia del Cardenal Primado— de los reiterados vejámenes a la Parroquia de la Santa Cruz, convertida en epicentro de ruidosas celebraciones marxistas y kirchneristas. Y propulsor, también en sintonía con el Primado, de la canonización de los terroristas palotinos.
No parece casual que el susodicho Hughes haya participado del Foro Social Mundial, desde la reunión del Foro de Porto Alegre en el año 2002, acompañado de algunos laicos de su parroquia de La Santa Cruz.
Luego, en la reunión del 2003, su delegación tuvo carácter oficial pasando a integrar la organización “Grito de los excluidos”, de clara filiación marxista.
Hugues es colaborador de “Página/12”, y no resta su apoyo a los defensores del aborto y de la contranatura, como cuando propiciara la candidatura como Defensora del Pueblo de Alicia Pierini, conocida defensora sí, pero no del pueblo, sino del aborto.
Otro integrante significativo de Opción Preferencial…, es el famoso “Quito” Mariani, autor —se recordará— del “Sin Tapujos”, donde alardea tanto de sus pecados carnales como de sus herejías.
Pero el común denominador de sus activistas es el apoyo político desembozado a las actividades de la izquierda, y paralelamente —lo que es obvio— su ataque a aquellas figuras de la Iglesia que les resultan particularmente hostiles, como los Monseñores Baseotto y Aguer. Lo que podría tomarse como una faceta más de nuestro internismo eclesial, si no fuera que tras estos ataques el gran agredido es Benedicto XVI, por quien no están dispuestos a disimular su antipatía y oposición. Como tampoco manifestaron su adhesión a la prédica por la cultura de la vida llevada a cabo por Juan Pablo II. ¿Sería mucho pedir que la Conferencia Episcopal, tan preocupada por detectar quiénes son los que están “en plena comunión” con ella, y quienes no, dijera públicamente si las actividades de estos heresiarcas y agentes marxistas, goza de su beneplácito, o si se trata de un grupúsculo enajenado y enfermizo? Y si resultara lo segundo, ¿sería mucho pedir que el Cardenal Primado, que además es Arzobispo de Buenos Aires, dejara de tolerar, verbigracia, las sostenidas profanaciones de las parroquias palotinas y pasionistas, cuyo cuidado le compete a su jurisdicción?
CLANDESTINA:
ACTUALIZANDO DATOS
JORGE Y ANTONIO
En el combate de La Tablada perdieron la vida, o quedaron gravemente mutilados, heroicos integrantes de nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Sabida es la responsabilidad moral e ideológica que le cabe a Fray Antonio Puigjané en el hecho criminal provocado por la organización armada marxista que intentó copar sangrientamente el Regimiento.
Sabido es también que el personaje no sólo goza de libertad, sino de la respetabilidad mundana alimentada por los medios, decididamente en manos de la izquierda. Nada indica que los años de prisión le hayan servido para arrepentirse de su cruenta apostasía. Por el contrario, no ha perdido ocasión de ratificar su desquiciado rumbo ideológico, llegando incluso a solidarizarse con las exhibiciones blasfemas y sacrílegas del desdichado León Ferrari.
Todo lo cual no pasaría de un doloroso caso más de abdicación sacerdotal, si no mediara el hecho de que semejante personaje está alojado en una institución católica, donde puede celebrar “misa” y administrar los sacramentos. Según sus propias palabras, mucho tiene que ver en su actual y beneficiosa situación, el Cardenal Bergoglio, a quien el interesado así nos lo retrata: “…yo me quedo con lo que Jorge es ahora, con el tipo maravilloso y humilde que conozco y al que considero mi amigo. Cuando estaba en la cárcel, era el único que mantenía contacto conmigo y le hacía llegar mis cartas a Quarracino. Raro, ¿no? Y cuando salí, gracias a Jorge, obtuve nuevamente el permiso para dar Misa, que mi congregación me había quitado. Y eso para mí, y para cualquier sacerdote, es como el aire que respiro. Me viene a visitar siempre, me abraza, me tutea y me pide que rece por él, que le hacía falta. Yo estoy infinitamente agradecido por su ayuda” (cfr. Olga Wornat, “Nuestra Santa Madre. Historia pública y privada de la Iglesia Católica Argentina”, Buenos Aires, Javier Vergara, 2002, capítulo 12: El nuevo jefe. Hay versión digital en el sitio web: http://elortiba.org/sm.10.html).
Dada la naturaleza de la fuente en la cual el fraile apóstata y asesino se explaya de este modo; esto es, un libelo infame escrito por una enemiga de la Fe Católica, bueno sería que el Cardenal desmintiera de una vez este ingrato episodio; y sobre todo, bueno sería que en el próximo aniversario de La Tablada oficiara una Misa pública por las víctimas de Puigjané y por sus doloridos familiares.
OPCIÓN POR LOS POBRES
La agrupación supuestamente católica conocida como Opción Preferencial Por los Pobres, sale a la luz pública alrededor del año 2001, nucleados sus miembros alrededor de quien se autotitula como “referente”, el Padre Eduardo De la Serna, con frondosos antecedentes a favor del castrocomunismo.
El anteriormente citado Puigjané, uno de sus primeros miembros, nos da la pauta de la ideología de la banda, así como de sus fuentes de reclutamiento: según sus propias fuentes propagandísticas, contarían con 142 sacerdotes adictos y quinientos adeptos entre religiosas y laicos. Por debajo de De la Serna, dos personajes fungen como “delegados”: son los Padres Marcelo Ciaramella y Marcos Alemán, S.J.
Diseminados por todo el país, el núcleo principal se encuentra en el Obispado de Quilmes, al que pertenecen De la Serna y Ciaramella. Pero en Buenos Aires lo tienen al Padre Bernardo Hughes, pasionista, propulsor —con la total anuencia del Cardenal Primado— de los reiterados vejámenes a la Parroquia de la Santa Cruz, convertida en epicentro de ruidosas celebraciones marxistas y kirchneristas. Y propulsor, también en sintonía con el Primado, de la canonización de los terroristas palotinos.
No parece casual que el susodicho Hughes haya participado del Foro Social Mundial, desde la reunión del Foro de Porto Alegre en el año 2002, acompañado de algunos laicos de su parroquia de La Santa Cruz.
Luego, en la reunión del 2003, su delegación tuvo carácter oficial pasando a integrar la organización “Grito de los excluidos”, de clara filiación marxista.
Hugues es colaborador de “Página/12”, y no resta su apoyo a los defensores del aborto y de la contranatura, como cuando propiciara la candidatura como Defensora del Pueblo de Alicia Pierini, conocida defensora sí, pero no del pueblo, sino del aborto.
Otro integrante significativo de Opción Preferencial…, es el famoso “Quito” Mariani, autor —se recordará— del “Sin Tapujos”, donde alardea tanto de sus pecados carnales como de sus herejías.
Pero el común denominador de sus activistas es el apoyo político desembozado a las actividades de la izquierda, y paralelamente —lo que es obvio— su ataque a aquellas figuras de la Iglesia que les resultan particularmente hostiles, como los Monseñores Baseotto y Aguer. Lo que podría tomarse como una faceta más de nuestro internismo eclesial, si no fuera que tras estos ataques el gran agredido es Benedicto XVI, por quien no están dispuestos a disimular su antipatía y oposición. Como tampoco manifestaron su adhesión a la prédica por la cultura de la vida llevada a cabo por Juan Pablo II. ¿Sería mucho pedir que la Conferencia Episcopal, tan preocupada por detectar quiénes son los que están “en plena comunión” con ella, y quienes no, dijera públicamente si las actividades de estos heresiarcas y agentes marxistas, goza de su beneplácito, o si se trata de un grupúsculo enajenado y enfermizo? Y si resultara lo segundo, ¿sería mucho pedir que el Cardenal Primado, que además es Arzobispo de Buenos Aires, dejara de tolerar, verbigracia, las sostenidas profanaciones de las parroquias palotinas y pasionistas, cuyo cuidado le compete a su jurisdicción?
Fernando José Ares
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