NO HAY QUE CANONIZAR
A LOS MARXISTAS
El fenómeno de la Iglesia Clandestina entronca con la herejía modernista.
La finalidad no es otra que la de adaptar la Iglesia al mundo, en vez de intentar convertir y salvar al mundo dentro de la Iglesia.
El progresismo neomodernista subvierte así todos los conceptos fundamentales de la fe cristiana.
En nuestro país, el tercermundismo constituye la versión, no única pero sí principal, de la organización progresista internacional.
Poniendo en ejecución sus doctrinas, su organización y su metodología esencialmente clandestinas, el Tercermundismo configura una “iglesia paralela” que intenta instrumentar todo lo cristiano al servicio de una revolución social de inspiración marxista.
Carlos Alberto Sacheri
(Tomado de “La Iglesia Clandestina”, Buenos Aires, 1970)
HAY QUE IMITAR
A LOS SANTOS
A LOS MARXISTAS
El fenómeno de la Iglesia Clandestina entronca con la herejía modernista.
La finalidad no es otra que la de adaptar la Iglesia al mundo, en vez de intentar convertir y salvar al mundo dentro de la Iglesia.
El progresismo neomodernista subvierte así todos los conceptos fundamentales de la fe cristiana.
En nuestro país, el tercermundismo constituye la versión, no única pero sí principal, de la organización progresista internacional.
Poniendo en ejecución sus doctrinas, su organización y su metodología esencialmente clandestinas, el Tercermundismo configura una “iglesia paralela” que intenta instrumentar todo lo cristiano al servicio de una revolución social de inspiración marxista.
Carlos Alberto Sacheri
(Tomado de “La Iglesia Clandestina”, Buenos Aires, 1970)
HAY QUE IMITAR
A LOS SANTOS
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