AMENAZAS VEROSÍMILES
INCREÍBLES
Para que un país se movilice, se disponga a perder vidas, a aceptar intervenciones de otros países y a gastar ingentes sumas de dinero, es imprescindible que se enfrente a una amenaza verosímil —ya sea verdadera o creada— y de magnitud suficiente, que lo lleve a enfrentar tamaño sacrificio. Al respecto dice Edward Griffin, autor de “The Greening” (“La Amenaza Verde”), que la fórmula de Rosthchild puede enunciarse así:
a) impulsar a los gobiernos a la guerra por las ganancias que ésta produce;
b) incitar a un gobierno a endeudarse a causa de la guerra;
c) asegurarse enemigos con poder suficiente;
d) prestarle dinero al enemigo débil para que se arme;
e) crear un enemigo, si no lo hay.
Nosotros tuvimos que sufrir —y continuamos sufriendo— las consecuencias del accionar de los Rothschild. Según José María Rosa en “La Caída de Rosas”, al interrumpir Don Juan Manuel el flujo de fondos del Tesoro de la Confederación a Urquiza, éste pudo mantener operativo su ejército de veinticinco mil hombres por los fondos aportados por el banquero Irineo Evangelista da Souza, Barón de Mauá, cuyo banco, el de Mauá, era representante de la banca Rostschild en Brasil, lo que permitió que ese fatídico 3 de febrero de 1852 cayéramos, vencidos en Caseros, en las garras del liberalismo.
Con la caída de la Unión Soviética después de Afganistán, el comunismo, como poder, como amenaza verosímil, prácticamente desapareció, pero por fortuna para el Nuevo Orden Mundial, aparecieron dos sustitutos:
1) el terrorismo fundamentalista islámico, y
2) la preocupación ambientalista, la amenaza de destrucción del planeta por la acción del hombre.
En la opinión del Príncipe Felipe (cfr. revista “People” del 21 de diciembre de 1981): “Nos dirigimos a un gran desastre, no sólo para el mundo natural sino para el mundo humano. No tenemos otra opción. Si la población no se controla voluntariamente, habrá que controlarla involuntariamente por las enfermedades, el hambre y la guerra”.
Y hablando de la ex Unión Soviética, ambientalismo y globalización, vale la pena señalar que Mikhail Gorbachov, después de la caída de aquella, pasó a presidir la Cruz Verde Internacional, Organización no Gubernamental con estatus consultivo en las Naciones Unidas, la que, junto con el Consejo de la Tierra, impulsa la implantación global de la Carta de la Tierra, la que en definitiva propone una ruptura de la Alianza de Dios con el hombre, y una nueva alianza de la diosa tierra con la humanidad (cfr. “El Desarrollo Sustentable”, del Padre Juan C. Sanahuja).
En cuanto a la amenaza del fundamentalismo islámico, la revista “DEF” de mayo de 2007, N° 21, entrevistó al Almirante James Stavridis, Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos (SouthCom), quien dijo:
a) que “el primer objetivo de su visita a Buenos Aires fue renovar nuestro vínculo con la ministro Nilda Garré”;
b) que “pensaba que a lo largo de la región todos los militares realizarían trabajos más humanitarios, más entrenamiento para enfrentar desastres naturales, pero, por supuesto, todos necesitamos mantener otros tipos de acciones militares”;
c) que “el primer problema en este hemisferio es la pobreza”; y
d) que, con respecto a la Triple Frontera, “nuestra preocupación se debe a que se trata de un área de financiación del terrorismo islámico, la mayor de toda Latinoamérica”.
Y en cuanto al tema de la gobernabilidad (para el Nuevo Orden gobernar es la capacidad de mantener la Dictadura Financiera bajo un disfraz de democracia), que “nos gustaría profundizar este tipo de colaboración, ya que las áreas sin presencia del Estado se convierten en blancos de terroristas y del narcotráfico, lo que socava la democracia”.
Veamos: en 1954 el presidente Jacobo Arbenz de Guatemala inició, según Robinson Rojas (estos asesinaron a Kennedy), una reforma agraria, anunciando la expropiación de tierras ociosas pertenecientes a la United Fruit Co., luego United Brands, el famoso monopolio bananero, propiedad de las familias Moors y Cabot de Boston. Era entonces John Moors Cabot, Subsecretario de Asuntos Interamericanos, y John Foster Dulles, miembro del Coucil on Foreing Relations, Secretario de Estado de los Estados Unidos. Pero también abogado de la firma Sullivan and Cronwell de Wall Street, a cargo de los intereses de la United Fruit, abogado de la International Railways of Central America, subsidiaria de la United Fruit.
Pero Arbenz, no contento con pisarle los pies a la United Fruit, pretendió liquidar la International Railways of Central America, y el monopolio eléctrico Electric Bond and Share, y para peor explotar el petróleo de Guatemala para beneficio de su propio país, dañando los intereses de la Standard Oil of New Jersey de Rockefeller.
Fue por esas razones que el entonces presidente de la United Fruit, Kenneth Redmond, anunció en sesión de directorio: “De aquí en delante ya no se tratará del pueblo de Guatemala contra la United Fruit Co., se convertirá en el caso del comunismo contra el derecho de propiedad, la vida y la seguridad del Hemisferio Occidental”.
El 29 de Junio de 1954 Jacobo Arbenz fue derrocado por el Cnl. Castillo Armas; entonces Foster Dulles anunció al mundo: “La mayor amenaza comunista contra el hemisferio ha sido derrotada esta mañana” (la superficie de Guatemala es de 108.889 km2). De paso, Castillo Armas derogó todas las medidas de Arbenz, condonó una deuda de doce millones de dólares al International Railways of Central America y liquidó la compañía eléctrica nacional, que podía competir con la Electric Bond and Share. Occidente y la democracia salvados.
En 1974 C. B. Baker publicó un ensayo publicado por el American Mercury, titulado “El Gran Fraude Energético de Rockefeller”, que dice: “El «Washington Observer» acusó a Nelson Rockefeller de haber conseguido considerables ganancias por proveer petróleo a los comunistas, con cuya ayuda fueron muertos soldados americanos en dos guerras perdidas: Corea y Vietnam”.
James Petras profesor de Sociología de la State University de Nueva York, en un informe titulado “Construcción del Imperio en América Latina: La Estrategia Militar de Estados Unidos”, manifiesta: “Las amenazas del poder imperial se expresan en términos moralistas. El expansionismo militar imperial se justifica en términos de lucha conjunta contra la actividad criminal internacional, que afecta adversamente tanto al centro imperialista como a los países latinoamericanos involucrados. En la práctica la amenaza real son las fuerzas militares nacionalistas y los sistemas políticos democráticos participativos que desafían la dominación de Estados Unidos”.
Por otra parte, con respecto al fundamentalismo islámico, después de la Primera Guerra Mundial, Hassan – al – Bana pudo constituir la Hermandad Musulmana (precursora de la Hamas) en Egipto con la financiación de la Corporación Inglesa del Canal de Suez, la que fue empleada para reprimir movimientos nacionalistas, por ejemplo el de Mohamed Mossadeg, primer ministro iraní en la década del '50, quien fue destituído después de nacionalizar la Anglo Persian Oil Co. (Robert Dreyfuss, “El Juego del Diablo”).
Que un país de algo más de tres millones de habitantes se convierta en la mayor amenaza comunista contra el Hemisferio, que una zona que curiosamente coincide con el acuífero sea la mayor área de financiamiento del terrorismo islámico de Latinoamérica, que haciendo abortar a las mujeres de lo que se ha dado en llamar el Tercer Mundo y que volviendo al paganismo se salva el planeta, que se lo hagan creer a sus abuelas.
Luis Antonio Leyro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario