Grupos

EL OSCURO MUNDO DE LOS INSECTOS

Por el ancho sendero de la degradación, en el que hoy se mueve la Argentina oficial, ha empezado a caminar una nueva agrupación llamada “las Cristinas”.

Hebe Bonafini aclaró enseguida que la agrupación es independiente de la política.

Por supuesto Hebe, sabemos que es así.

Lo suyo tiene que ver únicamente con la guita. Está bien claro, con el paga y destruye ahí está Hebe, y no es necesario insistir en que Cristina es buena pagadora y en cuanto a destrucción…

La idea del delicado esperpento viene del lado de Bonafini, que sospechamos tomó ese nombre, inspirada en la tragedia griega.

En efecto, “las Cristinas” guarda algunas resonancias con Las Traquinias, de Sófocles, ó Las Suplicantes, ó más aún con Las Fenicias, ambas de Eurípides.

Desde ahora entonces, en la lista correspondería agregar al egregio “Las Cristinas” (de Hebe, claro).

Por otra parte, y a propósito de la heroína inspiradora de “Las Cristinas”, sabemos que esta culmina un viaje —exitosísimo— por la China, esa del estado muy rico con el pueblo muy pobre y muy esclavo.

Sentado en la muralla, esperándola con un leve frotar de manos, vimos a Franco Macri, quien según los diarios ha dicho esta frase que lo hace aún más encantador: “el de Cristina es el gobierno que todos quieren”.

También, decían otros, que esperaba a Cristina a ver si podía concretar algún negocio al amparo del cristino modelo K. Ese rejunte armonioso de socialismo para la contra, capitalismo para los amigos, y redistribución de la miseria para el resto.

En realidad, no sabemos si se trata del mismo Franco Macri que había mudado sus empresas a Brasil, porque acá, en el país K podía hacer apenas nada y allá le ofrecían todo. Tampoco sabemos si es el mismo que le vendió algunos vagoncitos chinos, más o menos inservibles a Cristina, o sea al país, pero esto realmente no lo sabemos.

Pero como los chinos tienen infinitos vagones, la impudicia K tiende también al infinito, y el viejo Franco demuestra adaptarse infinitamente, siempre será posible conversar…

Y mientras pensábamos en los chinos, de repente nos acordamos del otro Macri de Mauricio, el que cree jugar a ser opositor de los K.

Claro que el papá con sus negocios (chinos y no tan chinos), y sus declaraciones, lo deja como un muñeco agarrado del pincel, podríamos decir que una figurita más bien risible, a la que resulta peliagudo tomar en serio.

Ni qué hablar del juicio con el que lo ha embarullado el socio y amigo del papá y del que no sabe como salir.

Algún mal pensado dirá que al papá, le importan un bledo los jueguitos opositores del hijo, que lo fundamental para un hombre es la guita, mucha guita.

Aunque porque no pensar que a fuerza de confraternizar con los K, en algún momento, el destino haga de Celestina y reúna como en un encantamiento tenebroso a Cristina y a “las Cristinas” a Hebe y al mismísimo Franco.

El encuentro tendrá lugar probablemente en el oscuro mundo de los insectos, pero si alguna luz se filtrara por allí, podríamos ver la escena en que Hebe luciendo una remera con la imagen del che o de Fidel y maldiciendo a la rica burguesía, se abraza tiernamente con el capitalista súper millonario, mientras la suave magia de Néstor hace caer sobre ellos una lluvia de dólares.

De todos modos, aunque esos billetes conservan el inquietante sabor de la corrupción, de la impresión que la cosa no incomoda a los insectos habituados como están a moverse entre la basura. El peligro para ellos es cuando dejan de caer billetes y empieza la lluvia verdadera. Porque a veces la lluvia —sobre todo cuando es intensa— convierte al agua, aún a la más mansa, en furia, y en ese desparramo los primeros que se ahogan son los insectos.

Por cierto que, inevitablemente, algún día, siempre llueve…

Miguel De Lorenzo