COMO SE PIDE
Hemos recibido esta carta con pedido de publicación;
y eso
hacemos.
Señor Director:
Se han
cumplido ya cien años del nacimiento de Marcelo Sánchez Sorondo y pocos meses
antes de celebrar su siglo de vida, tuvimos que lamentar su muerte. Su
desaparición es una baja que ha sufrido el conjunto del nacionalismo
argentino y al respecto creo que hay algo más que decir ante el mezquino
tratamiento que de este aniversario han hecho los medios de prensa, y quisiera
exponerlo como un testimonio para mí insoslayable, ya que lo estoy viendo en lo
alto de la escalera de acceso al hall de la casona en que funcionaba el Círculo
del Plata en Bolivar al 800, cada jueves a la hora del puchero del medio dia,
para encabezar esos almuerzos inolvidables para mí y los centenares de camaradas
y amigos que necesitaban escuchar la prosa política que nos leia a los postres,
con sus apreciaciones sobre la actualidad del
país.
En
esos años lo vi rechazar en dos oportunidades el alto honor de representar a la
República en el exterior, cargo que le ofrecieran el presidente Illia en 1964 y
el presidente Ongania en 1966. Se quedó en Buenos Aires escribiendo y dirigiendo
el semanario "Azul y Blanco", el valiente y siempre recordado medio de difusión
del nacionalismo. Esta actitud lo llevó a padecer una doble injusticia, ya
que le clausuraron dos veces el semanario y hasta estuvo preso otras
tantas en l968-69. Estas cárceles y clausuras le dieron en su momento
una transitoria repercusión y lo vincularon a acuerdos como el que en 1973
culminó con su candidatura a senador nacional por la Capital, acompañado como
candidato a senador suplente por José María Rosa.
Perdimos en
las elecciones complementarias de abril de 1973, y este luchador volvió a los
almuerzos de los mediodias en el club político que presidía,
acompañado por amigos de toda la vida. Siguió así tratando de unir y
servir, sin medrar ni buscar falsos refugios ni honores transitorios. Siguió
dando testimonio, como lo venía haciendo desde 1956, cuando al fundar "Azul y
Blanco" como periódico y como movimiento le marcó a la mal denominada Revolución
Libertadora sus arbitrariedades y desvíos. Con los años se fue debilitando su
memoria, pero sigue en la memoria de cuantos lo conocimos y respetamos.
1 comentario:
En 1973 el señor Marcelo Sanchez Sorondo lucía (sobre todo para los votantes jovenes) como "el peronismo" y muchos votaron al radicalismo (creo que era De la Rua en segunda vuelta)con tal de no ponerle un voto a los peronachos. Lástima que ello ocurriera (todo).
By the way : Jose María "Pepe" Rosa era, además de un prolijo pero discutible historiador la quintaesencia del intelectual peronista, si es que alguien puede relacionar (no se como)los procesos de la inteligencia con el hecho de pertenecer a esa fuerza, lamamosla piadosazmente, "política"-
CD
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