lunes, 3 de septiembre de 2012

Mirando pasar los hechos


CARTA A MONSEÑOR PANCHAMPLA
  
Buenos Aires, 30 de Agosto de 2012
  
Excelencia Reverendísima:
  
Conociendo por antiguas lecturas que V.E. sería uno de los principales pastores de estos últimos tiempos, me dirijo respetuosamente en servicio a la verdad sobre una cuestión delicada. La sección Enfoques de “La Nación” (5.8.12) ha deslizado una alusión al Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, que reafirma nocivas confusiones instaladas desde hace tiempo.
  
Destaca el diario que el nuevo presidente del Episcopado representa “el avance de un moderado”; y que “tal vez por eso la presidenta no se demoró mucho en recibirlo”. Lo cual de rebote lo deja al antecesor como protagonista de actitudes desmesuradas, perjudicando el diálogo con el Gobierno. Algo tan inexacto e imaginario como entender que la habilidad del flamante sucesor impedirá la concreción del nuevo Código Civil.
  
Para demostrar el error aludido, solamente bastaría recordar los siguientes hechos demostrativos de la extraordinaria mesura del Primado:
  
  1. Por Decreto N° 1086/05 el Gobierno estableció el extenso y minucioso plan —vigente— contra la religión y la moral: Sin rechazo.
  2. El obelisco de la Ciudad de Buenos Aires —sede del Arzobispado— fue recubierto simbólicamente con un enorme preservativo: Sin reclamos.
  3. Los homosexuales atacaron la Catedral de Buenos Aires, siendo defendida por un grupo de católicos que fueron desautorizados como fundamentalistas.
  4. Las “Madres de Plaza de Mayo” ocuparon la Catedral, según se supo instalando dentro del templo un urinario: Sin condena ni desagravio.
  5. En una celebración presidida por el Cardenal en la Catedral, participaron huestes piqueteras: con su anuencia.
  6. En una conmemoración ideológica en la iglesia de San Patricio, el jefe de Estado y el Purpurado se saludaron estrechándose las manos frente al altar: “Vine a compartir un oficio religioso. Nunca tuve una mala relación con la Iglesia”, aseguró el primer mandatario al salir del templo (consigna ZENIT.org-Aica -12.4.06)…
   
Con lo que está todo dicho y absolutamente rebatidos los enfoques tendenciosos que intentan mostrarlo al señor Cardenal como un vehemente adalid. Pero a mayor y definitivo abundamiento, está la biografía —por momentos autobiográfica— titulada “El Jesuita”, donde queda certificada la extrema anchura ideológica y espiritual del Cardenal Primado.
   
Con este motivo reitero mis respetuosos saludos a Vuestra Excelencia.
      
Casimiro Conasco
     

1 comentario:

Anónimo dijo...

Evidentemente cuando Jesús nos enseño a rezar en privado, nos dio un refrigerio también, porque la Iglesia (y me refiero a la física)en algún momento puede ser un lugar pestilente, por supuesto, por obra y gracia y voluntad y deseo de sus responsables, el párroco o el que sea. Todos los católicos del mundo que realmente lo somos, estamos clamando hace décadas por un PAPA MACHO y que me perdonen la expresión, que ponga en orden de una vez, con piedad o sin ella, a la extraordinaria máquina sobrenatural que tiene a su cargo, para lo cual, acá en la tierra tiene que pisar el lodo y portar garrote, pues parece que no hay otra.Con las mariconadas nos estamos hundiendo,y todos se mofan.

CD