FALACIA Y
DESCREIMIENTO
TALUD
MENTAL
Lo ocurrido en la ceremonia inaugural del Congreso desalienta el
análisis en profundidad, por de pronto al confirmarse la absoluta vigencia del
Régimen falaz y descreído. Incluso al borde del abismo, la Presidenta ha
confesado sentirse Napoleón sin inquietar al auditorio. Tras disertar
kilométricamente al mejor estilo marxista, por momentos en tono de entrecasa y
dialogando mano a mano con alguien. Es cierto frente a un recinto feliz,
colmado de legisladores en plena degustación de sus dietas macrobióticas. Para
mayor emoción, si cabe, con la presencia —muy celebrada por ella—
del juez extranjero especialista en derechos humanos o inhumanos, recién
expulsado por delincuente. Acompañando a las Madres de la Plaza de Mayo
activistas de la turbia Fundación, como siempre en libertad incondicional. Todo
animado por el coro estable de La Cámpora. De tal modo resplandecía el templo de la Democracia, que
siempre supo acompañarlo a “él” en sus
arrebatos terroríficos. Desde el pertinaz pisoteo institucional y social, con
gruesas evaporaciones del erario, hasta los ataques irreligiosos
—personalizados y
“legales”— más la persecución a muerte de los ex combatientes contra el
terrorismo.
IGUALISMO
De igual modo, el celoso Poder ha continuado complaciendo las
veleidades de ella, especialmente desatadas en interminables vuelos fastuosos
por todo el orbe. Ya adquiriendo el Tren Bala, ya el departamentito en New York
o alhajas, vestidos, carteras famosas y prestigiosos zapatos en profusión. A
costa de cualquier sacrificio; como les consta mucho a los sufridos usuarios
del ferrocarril y a los “beneficiarios” de la ANSES. Para concluir el
aterrizaje en generosas promulgaciones históricas; como su ley de Matrimonio
Igualitario, equiparando el normal enlace entre varón y mujer con los
apareamientos anormales y estables. Visto lo cual resultó muy normal que se
diluyeran las expectativas del diálogo con un Parlamento mudo y ahíto de dietas
epicúreas.
ABANICO
CORSO
Aunque algo sensacional vino a llenar el vacío, supliendo con
creces la frustración. Entre conatos de ira, fustigaciones a los maestros
—por haraganes— y lágrimas evocativas de un romance concluso, ella
expuso el abanico de sus proyectos napoleónicos. Divorcio exprés; concubinato
asegurado; fertilización artificial y alquiler de vientres. Porque
—recalcó con énfasis— “en realidad lo que estamos haciendo es
completar y proteger definitivamente a la
familia y a los menores”…
Casimiro Conasco
Marzo
de 2012
1 comentario:
Siempre es un gusto leer estas pinceladas de buena ironía, el feliz laconismo con el que el autor compensa, en lo que se puede, el carácter infausto e irredimible de nuestra realidad política.
Con asco nos encaramos con los hechos; con gusto los reconocemos aquí aludidos.
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