viernes, 9 de marzo de 2012

Mirando pasar los hechos


FALACIA Y DESCREIMIENTO
  
  
TALUD MENTAL
  
Lo ocurrido en la ceremonia inaugural del Congreso desalienta el análisis en profundidad, por de pronto al confirmarse la absoluta vigencia del Régimen falaz y descreído. Incluso al borde del abismo, la Presidenta ha confesado sentirse Napoleón sin inquietar al auditorio. Tras disertar kilométricamente al mejor estilo marxista, por momentos en tono de entrecasa y dialogando mano a mano con alguien. Es cierto frente a un recinto feliz, colmado de legisladores en plena degustación de sus dietas macrobióticas. Para mayor emoción, si cabe, con la presencia —muy celebrada por ella— del juez extranjero especialista en derechos humanos o inhumanos, recién expulsado por delincuente. Acompañando a las Madres de la Plaza de Mayo activistas de la turbia Fundación, como siempre en libertad incondicional. Todo animado por el coro estable de La Cámpora.  De tal modo resplandecía el templo de la Democracia, que siempre supo acompañarlo a “él” en sus arrebatos terroríficos. Desde el pertinaz pisoteo institucional y social, con gruesas evaporaciones del erario, hasta los ataques irreligiosos —personalizados  y “legales”— más la persecución a muerte de los ex combatientes contra el terrorismo.
  
IGUALISMO
  
De igual modo, el celoso Poder ha continuado complaciendo las veleidades de ella, especialmente desatadas en interminables vuelos fastuosos por todo el orbe. Ya adquiriendo el Tren Bala, ya el departamentito en New York o alhajas, vestidos, carteras famosas y prestigiosos zapatos en profusión. A costa de cualquier sacrificio; como les consta mucho a los sufridos usuarios del ferrocarril y a los “beneficiarios” de la ANSES. Para concluir el aterrizaje en generosas promulgaciones históricas; como su ley de Matrimonio Igualitario, equiparando el normal enlace entre varón y mujer con los apareamientos anormales y estables. Visto lo cual resultó muy normal que se diluyeran las expectativas del diálogo con un Parlamento mudo y ahíto de dietas epicúreas.
  
ABANICO CORSO
  
Aunque algo sensacional vino a llenar el vacío, supliendo con creces la frustración. Entre conatos de ira, fustigaciones a los maestros —por haraganes— y lágrimas evocativas de un romance concluso, ella expuso el abanico de sus proyectos napoleónicos. Divorcio exprés; concubinato asegurado; fertilización artificial y alquiler de vientres. Porque —recalcó con énfasis— “en realidad lo que estamos haciendo es completar y proteger definitivamente a la familia y a los menores”…
  
Casimiro Conasco
Marzo de 2012
  

1 comentario:

Flavio dijo...

Siempre es un gusto leer estas pinceladas de buena ironía, el feliz laconismo con el que el autor compensa, en lo que se puede, el carácter infausto e irredimible de nuestra realidad política.

Con asco nos encaramos con los hechos; con gusto los reconocemos aquí aludidos.