DELIRIUM TRENES
MENTE CAPTUS
El espanto del tren homicida ha mostrado,
tal vez como nunca, el derrumbe abismal de la República. Muchos habrían tenido
la ingenuidad de encuadrar la debacle en el ámbito de las pesadillas,
inquietantes pero pasajeras, sin advertir la verdadera profundidad del mal.
Concretamente, la nación adormecida por
virulentos filtros ideológicos, ha caído en brazos de la locura gobernante. La
peor demencia, como sabe la Historia. Enajenamiento grotesco, que de otro modo
no exhibiría como una epopeya grandiosa, las atrocidades de los últimos 9 años.
Locura timonera y desvanecimiento del pasaje. Sin esa conjunción no podría
entenderse el aguante impávido desde el comienzo. Cuando Él inauguró su epopeya,
confesando descarado en Monterrey —como un pícaro extranjero— ante
los presidentes americanos, haber esfumado 600 millones de dólares
santacruceños para “custodiarlos mejor” fuera de la Argentina…
ELOCUENCIA VULGAR
Sin tales ingredientes, tampoco habría
tenido lugar la jactancia del Tren Bala (con jugosas erogaciones) anunciado por
la heredera presidencial en festejo inaugural… O en tren de joda, como
exclamara un chulo muy enojado.
Casimiro Conasco
Marzo de 2012
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