Mirando pasar los hechos

AÑO NUEVO RAZZIA NUEVA

                                                              

SIGNO MACABRO

   

El vuelo negro de los cuervos aleteando sobre picos y bajíos del poder subversor, no logra sosegar a la pandilla implacable. Indiferente ante la sucesión de ahorcamientos espeluznantes o el entierro nocturno del Gobernador baleado misteriosamente. Tras los oscuros entreveros inter pares con terribles palizas policiales, precisamente en la sede sureña enaltecida  por “él”. Todo hace dudar si no será una pesadilla de las neuronas hastiadas, ya al arribo del trágico final de la comedia… Una nación cargada de hazañas heroicas y honrosa fama cayendo más abajo del grotesco… Hasta tal punto la han desatendido los grandes responsables de su integridad material y espiritual. Ciertamente, jamás  pueblo alguno fue vejado de semejante manera. Una cosa es morir —incluso violentamente— a manos de extranjeros y otra consumirse en el ridículo, para la carcajada del mundo, estrujados por advenedizos usurpadores. Ya era humillante, que con el 17% del electorado un usurero barbullón, inventado por el político de “m” (según propia confesión), se irguiera adueñándose del país como un airado nativo de ley. De entrada, pasando a degüello los cuadros de la oficialidad sumisa… y  los cuadros de la pared honorífica descolgados por el más alto servil. Cumpliéndose la indicación de la poderosa Eminencia Gris, como lo rescata para la historia “Página 12” (20 de noviembre de 2011). Ahora la cónyuge supérstite, que ha asumido toda una fortuna y todos los poderes, según se sabe compró por millones de dólares un piso en Puerto Madero. Y también se dice que el habitante del Madero Center, con sus nueve cocheras, será el joven Máximo hospedando a la mesa chica de La Cámpora. Simultáneamente  la reina Cristina —así consagrada por el taita venezolano— anunció una grave dolencia (asumida con llamativa liviandad…) y se concedió licencia por 20 días confirmando que “L'état c'est moi”, como el predecesor  absolutista. Y ante los gobernadores, nada más, delegó la Presidencia de la República en el Vice guitarrero por ella elegido, recomendándole buena letra —y en serio— no hacer travesuras…

   

     

       

El presunto asesino de Ferreyra aparece en fotos con Boudou y Sileoni

      

       

RADIOGRAFÍA PREMONITORIA

                              

Entre las travesuras del liberal rockero —más allá del su divorcio tras el casamiento religioso no lejano y del cercano noviazgo aplaudido por la reina— se lo recuerda cantando a voz en cuello en la Ciudad Universitaria de Córdoba: “Montoneros patria o muerte, para la liberación”. Al tiempo de proclamar devotamente que “fue Néstor Kirchner quien devolvió la autoridad presidencial, quien recuperó la memoria y los sueños, porque descolgó el cuadro del genocida Videla y le dijo adiós al FMI, creando 5 millones de puestos de trabajo”. Sin perjuicio de anunciar por otro lado, que la proporción de deuda pública con el PBI  representaba “un número pequeño en relación con lo que fue la historia argentina (sic)”. Con tan personalísimo humor, en medio del escándalo sobre el manejo delictivo de fondos públicos (incontables millones de dólares) por parte de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, el ministro Amado visitó a Hebe de Bonafini en la ex ESMA. Y al darle su jovial espaldarazo, aclaró ante la gente que “cuando se hablan pavadas (sic) es cuando más cerca tenemos que estar”. Pero las mejores parrandas ocurrieron durante la administración de las jubilaciones, resguardando estrictamente la austeridad de los viejitos y los dispendios gubernamentales, viajes y compritas incluidos. Para después aconsejar con toda su experiencia, la recuperación de los fondos de los trabajadores, mediante la drástica confiscación de sus ahorros en la AFJP. Otras andanzas todavía más alambicadas, lo llevaron a aparecer en los diarios abrazado con el presunto asesino de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero. Pero siempre y ante todo un motockero divertido, sin privarse de la festiva libación hasta el brindis indecible.

        

Casimiro Conasco

Enero de 2012