martes, 19 de agosto de 2008

Perfiles


EQUIPO ARGENTINO
DE ANTROPOLOGÍA
FORENSE


El nombre de fantasía, “Equipo Argentino de Antropología Forense”, es ampliamente conocido a través de la prensa, sobre todo la adicta al kirchnerismo, pero sólo como organización, ya que la identidad de sus miembros ha tenido un inusitado ocultamiento, si se piensa que se trataría apenas de laboriosos científicos.

Una primera aproximación al Equipo puede lograrse mediante su sitio de Internet (www.eaaf.org), el cual nos proporciona la sorpresa de que la mayoría de los textos del “equipo argentino” están en inglés, con la promisoria leyenda: “esta página pronto en español”. También suelen agregar el adjetivo “argentino” otras empresas como Ford Motors Argentina, Renault Argentina, Novartis Argentina, y ya sabemos cuán nacionalistas son. De modo que una originaria duda nos queda sobre la nacionalidad de origen de este “Equipo Argentino”.

La dirección de la primera sede consignada disipa bastante aquella duda. La misma es “10 Jay Street, suite 502 Brooklyn, Nueva York, United States of America, phone (1-718) 237-2028”. La segunda es nacional: Rivadavia 2443, Deptos. 3 y 4, Buenos Aires. El orden en que están consignadas es harto elocuente, la Casa Matriz adelante, la Sucursal atrás.

Buscando más información sobre sus orígenes proseguimos en la misma dirección. Nos enteramos así que su fundador fue un norteamericano, activista de izquierda, claro, llamado Clyde Snow, quien un día arribó al país y otro fue designado “asesor de la CONADEP y testigo en el juicio a las Juntas”.(1) Pero nuestro importado zurdo había venido para más, y en 1984 fundó el Equipo pretendidamente argentino que nos ocupa.

Con razón el mismísimo Rodolfo Walsh reconocía que Estados Unidos mandaba a los militares a reprimir y luego a los activistas de los Derechos Humanos para que apretaran a los militares. Menú completo el de los yankees. Lo cierto es que cumplida su misión y dejando en funcionamiento la célula argentina filoterrorista, un día cualquiera, Snow se fue del país con la certeza de que ya había quedado todo organizado.

Hace dos años, el 28 de febrero de 2003, para ser más precisos, Clyde Snow reapareció en Texas, cuando bajo su magna presencia tutelar, fue creada la Asociación Latinoamericana de Antropología Forense. (No, no es un chiste que una asociación latinoamericana marxistoide fuera creada en Estados Unidos, sino más bien una indicación). En la ocasión se designó a la argentina Mercedes Doretti (2) como presidenta de la nueva entidad y a Luis Fondebrinder, también argentino, como directivo, ambos del EAAF. Para interpretar cómo soplaban los vientos ese día fundacional, agreguemos que como vicepresidente fue designado el guatemalteco Freddy Peccerelli, y como secretario el peruano José Pablo Baraibar.(3)

Por supuesto que a esta organización cuesta mantenerla; sus activistas, perdón, sus científicos, tienen que comer y vestirse como cualquier mortal. Disponemos al respecto de algunos datos extraídos del propio sitio de Internet del EAAF, donde constan sus donantes, aunque, pudorosos ellos, no nos detallan los montos oblados.(4) Posiblemente en cumplimiento de aquella máxima evangélica según la cual, “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”. Entre los financistas hay ONG’s presuntamente privadas y gobiernos de países, presuntamente públicos. Entre las primeras sobresale “Diakonisches Werk der Evangelische Kirche in Deutschland” (EKD) (5) de Alemania, “The Open Society Institute” (OSI) de Estados Unidos, “Interchurch Development for Cooperation” (ICCO) de Holanda, “Misereor” también de Alemania, “John Merck Fund” de EE.UU., y la infaltable “Fundación Ford”, patronal de Verbitsky.

Obsérvese que dos de los principales financistas, EKD e ICCO son las iglesias protestantes de Alemania y Holanda, ambas adheridas al Consejo Mundial de Iglesias. “Diakonia” de Suecia (6) representa la unión de las seis iglesias protestantes de ese país. “Misereor”, en cambio, pertenece a la iglesia católica de Alemania. El ecumenismo da sus frutos. En cuanto a la “Open Society Institute” (OSI) ha sido establecida por el conocido “filántropo” George Soros.(7)

Entre los segundos aportantes de estos altruistas científicos, están los gobiernos de ciertos países, como el de Holanda (nunca se realizó ninguna actividad internacional del EAAF sobre la represión en las ex colonias holandesas), el del Reino Unido (ídem anterior) y el de Alemania (tampoco investiga el Equipo las denuncias sobre las tropas alemanas en Croacia y Bosnia). En síntesis, todos los donantes, con la excepción del gobierno argentino kirchnerista y el gobierno oportunista de Córdoba, son extranjeros y responden a los siguientes países: Estados Unidos, Holanda, Gran Bretaña, Alemania, Suecia y Suiza. En un año también se recibieron aportes de las Naciones Unidas.

Existen en la actualidad filiales del Equipo, organizadas y entrenadas como tales, en Chile, Guatemala y Perú. De acuerdo a su carácter internacional, el EAAF tiene un largo listado de entidades asociadas en todo el mundo, excepto, claro en aquellos países en los que cabría investigar los crímenes atroces del poder comunista. Y por supuesto, dado que al fin de cuentas es un equipo “argentino”, también cuenta con el apoyo de entidades nativas, como CELS, Madres, Abuelas, Hijos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y la CONADEP.

A esta altura del relato no estaría mal sacar algunas conclusiones. Primera: el Equipo Argentino de Antropología Forense tiene muy poco de argentino, y mucho de internacionalista. Sus izquierdistas miembros no le hacen asco a los apoyos capitalistas e imperialistas, como fue siempre una constante en la historia. El nombre de Soros es representativo de este siniestro maridaje. Segunda: No es una institución científica sino una barricada ideológica, una retaguardia del terrorismo marxista moviéndose en el límite de la clandestinidad. Tercera: Su labor es utilizada propagandísticamente contra las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales de los países americanos. Nunca investigan nada vinculado con los cien millones de asesinatos provocados por el marxismo. A ver si nos entendemos: cien millones.

Fernando José Ares

NOTAS: (1) Cfr. “Página/12”, del 27 de junio de 2004. Aquí todavía están conscientes de la tragedia. Por otra parte su admirador y biógrafo Marcelo Figueras (Kamchatka, Plata Quemada) dice sobre Snow: “De naturaleza rebelde, expulsado del colegio fue a dar a una escuela militar”.
(2) Mercedes Doretti parece ser la voz cantante y sonante del EAAF según las informaciones procedentes del extranjero, porque la prensa local practica un total mutismo sobre sus actividades. Encabezó la delegación del EAAF a México y a Brasil. También a El Salvador, donde embistió contra el Batallón Antiguerrillero Atlacatl y Guatemala. Figueras dice que ahora reside en Nueva York, quizás alcanzada por la súbita prosperidad de los integrantes del Equipo.
(3) Los patrocinantes de la ALAF son: el EAAF, sus hijas de Guatemala y Perú, FAFG y EPAF respectivamente, el Centro de Anális y Ciencias Aplicadas (CAFCA) y también e inexplicablemente el Arzobispado de Guatemala.
(4) Principales Donantes durante el 2004: John Merck Fund, Estados Unidos; Gobierno de Argentina; Gobierno de Holanda. Global Fund for Human Rights, Estados Unidos; Naciones Unidas; Diakonisches Werk, Alemania; Open Society Institute, Estados Unidos; ICCO, Holanda.
(5) Pertenece a la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania. Entre sus méritos figura el haber integrado el jurado que entregó el premio Martín Ennals al activista izquierdista colombiano Alirio Uribe Muñoz quien realiza campañas sistemáticas contra las fuerzas legales de Colombia dificultando sus operaciones en la guerra contra el narcoterrorismo. En nuestro país ha colaborado en el lanzamiento de libros en forma conjunta con la Universidad de Quilmes que llevó a cabo la Distribuidora Lumen.
(6) Diakonia realiza una activa propaganda del indigenismo y del concepto de género en toda Centroamérica. También desarrolla actividades en Colombia, y Bolivia, vinculada a sectores de izquierda.
(7) Muy poco que sea nuevo y nada que sea bueno puede decirse de George Soros. La Red Voltaire lo acusa de haberse rodeado de antiguos comunistas para impulsar su proyecto político de dominio mundial. Fue responsabilizado del derrocamiento del Presidente de Georgia. Human Rights Watch es señalada como uno de los instrumentos de Soros. Según el Capital Research Center la OSI “es pródiga en donaciones a organizaciones y activistas políticas liberales de la Izquierda radical”. La publicación digital católica Zenit señala que Soros por medio de la OSI entrega cuantiosas sumas promoviendo la contracepción, el aborto, el feminismo, la eutanasia y la despenalización de la droga.


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