PASTELERÍA BLASFEMA
El hecho es bien
conocido a través de las redes sociales y por diversos medios gráficos locales
y nacionales que funcionaron como caja de resonancia. Sucedió el pasado jueves
24, en una exposición de arte tenida en el Hipódromo de Palermo.
El blasfemo Enrique
Avogadro, Ministro de Cultura de Rodríguez Larreta, y amigo de Marcos Peña,
sujeto del escándalo, y quien comió un trozo de torta simulacro del Cuerpo de
Cristo, finalmente salió de la cueva ensayando una disculpa tan mendaz como
inconsistente.
¿Se trata de una
blasfemia, técnicamente hablando?, Sí, porque una torta es una representación
material bastarda para significar el Cuerpo de Cristo; y más aún lo es si los
artistas, presentes junto con el Ministro, al momento de cortar el pretendido
cuerpo de Cristo, ríen y celebran que hasta los colores de la torta simulan
bien la carne y la sangre de Cristo.
Por otro lado, el marco
en el que tuvo lugar dicha representación merece el calificativo de injurioso y
grotesco. Se trata de la Feria de Arte Contemporáneo Argentina (FECA) y de los
artistas Pool & Marianela, dos rosarinos que suelen exhibir con aparente
complacencia sus revulsivos anti-cristianos.
Estos dos, que tal vez
merecerían ser discípulos del desdichado León Ferrari, se dedican a realizar
“una extensa y disruptiva obra basada en el arte sacro, encarnado en los niños
que fueron, en su educación religiosa y en el imaginario del credo que
construyeron desde su infancia, dentro de un contexto temporal determinado”
(cito página web).
El Ministro, inculto en
el más preclaro y vigoroso sentido del término, ha cometido la torpeza de
"pedir disculpas a la comunidad cristiana", como suele decirse. Su
talante Ignorante y desdeñoso le ha impedido el primero e inexcusable perdón que
debiera haber ofrecido: a Jesucristo, verdadero Dios y Hombre verdadero.
Pero como no debe creer
un rábano en Cristo, ensaya esa anodina, laica y maquiavélica excusa frente a
una entelequia inexistente… ¿Cuáles son los rostros concretos, de niños, de
jóvenes, de ancianos de la comunidad católica, a quienes ha ofendido
gravemente, señor Avogadro?
No me agrada replicar el
argumento que suelo leer en casos como estos, a saber, "si hubiera hecho
semejante barbaridad con algún símbolo religioso judío o musulmán, otra sería
la historia"... ¡Basta ya de este contento pusilánime!
¿Cuándo llegará el día,
Señor Dios, en que ningún falsificador, blasfemo o perjuro, se atreverá a
manchar los símbolos sagrados de la Fe Católica y de quiénes la sostienen sin
pensarlo antes diez veces? ¿No advertimos, acaso, que semejante “argumento
interreligioso” habla malamente de nuestra firmeza, de nuestra valentía y de
nuestra magnanimidad?
Una última reflexión y
dos preguntas. La blasfemia es de “pura cepa demoníaca”, diría el P.
Castellani; las preguntas son: ¿cuándo concluirá este gobierno infame de “egresados
del católico Newman”?; la segunda es un poco más ardua, ¿cuándo acabará la
estupidez de pensar que Macri fue el “mal menor”, frente al pasado inmediato,
razón por la que “había que votarlo”?
Hasta la próxima.
Gamaliel
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