martes, 2 de julio de 2013

Mirando pasar los hechos


REMEDOS Y REMEDIO
  
Una modalidad especialmente repulsiva de la política anticristiana, hoy día consiste en aparentar sentimientos piadosos al tiempo de ejecutarla. Acaso por cierta perversidad que se cuida de provocar martirios y busca en cambio confundir, alimentando el relativismo diluyente de las convicciones heroicas. Sea con tal intención o sin ella, la perseguidora local se ha dirigido al Papa para el día del Pontífice en términos que superan lo imaginable. Adoptando para ello la familiaridad guiñolesca de una feligresa pía, con desprecio del estilo protocolar que habían guardado sus ayudantes: “Me mandaron –le explicó al Pontífice– un modelo de carta que parecía escrita de compromiso protocolar del siglo XII. Les dije eso no lo firmo… Así que me tomé la licencia de dirigirle una carta (acepté que fuera dirigida a Su Santidad, bla, bla, bla) tampoco es cuestión de no aceptar nada”.
  
Realmente, sin comentarios… Salvo apuntar que por momentos la marioneta observa inclinaciones al manoseo, conforme lo hiciera pisoteando las instituciones políticas para encumbrar al ignaro comparsa de los negocios raros con alteregos extraños. No hace mucho, a la usanza de piadosas princesas antañonas, se acercó a declamar frente a las puertas del templo de Itatí. Y luego saineteó en la devota recepción junto al impío Maduro de la imagen sagrada que les trajera un solícito prelado. Todo junto a reírse de la excomunión que mereciera la política contra natura y la Ley de Dios. Frente a tantos vejámenes al sentido común y al bien común, por estos días la conmemoración de San Juan Bautista orientaba hacia el auténtico remedio. Con el magno ejemplo de hombría y santidad –modelo ante todo para religiosos y políticoshasta afrontar el martirio en defensa de la verdad, la moral y la justicia. Simplemente enrostrando al tirano lo que no es lícito…
 
Casimiro Conasco
Junio de 2013
  

2 comentarios:

Flavio Infante dijo...

Sobre la misiva caballar al papa, junto con otros temas de pareja indignidad, puede consultarse

http://in-exspectatione.blogspot.com.ar/2013/07/la-razon-de-la-impaciencia.html

Anónimo dijo...

El estilo chabacano y grotesco de la misiva presidencial es digno del lenguaje plebeyo del que se dirigió a la juventud argentina diciéndole por televisión "dejate misericodiar".

Entre gente de baja laya anda el juego. El "humildismo" en su mas representativa expresión demagógica.

Parece una competencia para ver quien es el peor. Es que cuando no se da pan el único recurso es el circo.
Fernando José Ares