FALOPA.
YES, BWANA.
“La excelencia suprema consiste
en destruir al enemigo sin combatir”
(Sun Tzu)
Carroll Quigly, “insider” del sistema y,
entre otras cosas, mentor de Bill Clinton, decía en “Tragedy and Hope”
(Tragedia y Esperanza): “El poder del capitalismo financiero mundial tiene
un objetivo trascendental, nada menos que crear un sistema de control
financiero mundial en manos privadas capaz de dominar el sistema político de
cada país y la economía como un todo, e influir sobre los políticos
colaboracionistas”.
El proyecto, por supuesto, es ya antiguo, pero las cosas comenzaron
a acelerarse a partir de un par de reuniones organizadas por Nelson Rockefeller
en 1972, una para reunir a altos directivos de importantes empresas
norteamericanas, para concretar acciones de mayor colaboración entre potencias
superindustrializadas, y otra para sentar las bases de lo que sería la Comisión Trilateral (CT), nombre derivado
de la presencia de ejecutivos de empresas con capacidad de decisión de Estados Unidos,
Europa Occidental y Japón. La reunión inaugural tuvo lugar en Tokio, el 23 de
octubre de 1973, y concurrieron a la misma James Carter y Zbibniew Brzezinsky,
que se integraron a la misma.
El primero declaró en 1975 que “había llegado la hora de
concretar una Alianza con Europa Occidental y el Japón. Estos países ya están
preparados para desarrollar un papel importante en la creación de un nuevo
orden internacional”. Este nuevo orden implicaría la
implantación de una nueva división internacional del trabajo, y la transformación
de los países en provincias de un nuevo imperio.
Bien, Carter asumió la presidencia de los Estados Unidos el 4 de noviembre
de 1976, y en su equipo figuraron 18 integrantes de la CT, entre ellos el
recientemente fallecido Cyrus Vance, su Secretario de Estado, Zbigniew
Brzezinsky, Consejero de Seguridad Nacional, quien escribiera en “La Era
Tecnotrónica” (Between Two Ages): “El concepto de interés y
soberanía nacional sólo era viable mientras las naciones estaban
suficientemente separadas en el tiempo y el espacio… Los vínculos
supranacionales progresan, en tanto las reivindicaciones nacionalistas, aunque todavía potentes, se están
diluyendo”. Richard Gardner fue su embajador en Italia, y manifestó
en “Foreing Affairs”, en abril de 1974: “Así llegaremos a poner fin a las soberanías
nacionales, corroyéndolas pedazo a pedazo”. También se
incluyó en el equipo Sol Linowitz, quien fuera presidente de la United
Fruit, luego United Brands y del Marine
Midland Bank, lavador de narcodólares en el área de Panamá, y en
cuya sede de Nueva York se depositaban fondos para Madres y Abuelas de Plaza de
Mayo y el CELS, provenientes de la Fundación Ford (es
decir CIA) y Amnesty International (es decir,
Inteligencia Británica).
El gobierno de Carter apoyó la despenalización de la droga,
mientras que el Departamento de Hacienda y la Reserva Federal, entonces
dirigida por Paul Volker, respaldaron la campaña del FMI para obligar a Iberoamérica
a producir estupefacientes para pagar sus deudas externas.
Para lograr sus metas este poder utilizará cualquier tipo de
debilidad humana para hacer caer al objetivo en la trampa: vicios, obsesiones,
fallas en la personalidad, corrupciones, etc, sin perder de vista que no hay
guerra política sin guerra cultural, de nivel estratégico, con el objetivo de
destruir todo elemento cultural que pudiera generar reacciones contra el
imperio. En esta guerra se reconocen varias misiones, una de las cuales es la
adaptación gradual a las condiciones morales en deterioro, método desarrollado
por el Standford Research Institute, parte de la red Tavistock
de Londres en Estados Unidos.
Ahora bien, el senador Aníbal Fernández presentó un proyecto para
despenalizar la tenencia de drogas para uso personal, que incluye (Página 12 –
30/3(12): “…Esto vale para todas las sustancias ilegales, ya que el fallo
Arriola, emitido en agosto de 2009, se basa en el Art. 19 de la Constitución
Nacional sobre la impunibilidad de
los actos privados que no afectan a terceros”. “Buscamos priorizar los derechos
humanos de segunda generación: primero atender la salud de quien consume y
después atacar al narcotráfico, explicó Fernández”, y “La
actual legislación, evaluó el senador, formó parte del fracaso de la política
criminal en materia de persecución, represión y sanción de los delitos
vinculados con el tráfico ilegal de estupefacientes”.
No recuerdo al autor de “cuando alguien dijo algo antes y mejor
que uno es mejor parafrasearlo que plagiarlo”. Pero, en fin, el
Instituto Aspen, funcional a la usura internacional, entre cuyos miembros se
encontraban entonces el citado Cyrus Vance, Robert Mc Namara, ex Secretario de
Defensa de Estados Unidos y ex presidente del Banco Mundial, el ex ministro de
Hacienda de Colombia, Rodrigo Botero, quien manifestara que “será difícil
para cualquier gobierno suscribirse al enunciado que la soberanía nacional ha
desaparecido”, y creó la “ventanilla siniestra” del Banco de la República
de Colombia, dedicada al lavado de narcodólares, y Sir Henry Kissinger —recordamos,
el coordinador del Memorando 200, donde se
mencionaba a trece países “con interés especial para Estados Unidos, donde
se requiere imponer una política de control o reducción de la población”—
propuso en 1988 la legalización del narcotráfico en Iberoamérica para pagar a
los bancos supuestamente acreedores sus fraudulentas y perversa deudas externas
con los fondos así obtenidos, propuesta apoyada por el FMI y el Banco Mundial.
Dicha propuesta incluía además la posibilidad de apoyar, de paso a David
Rockefeller en sus dificultades con el Chase Manhattan Bank
(también a otros banqueros), que por entonces no podía resolver con los 500.000 millones de dólares,
producto en ese momento del narcotráfico.
Volviendo al proyecto del senador Fernández, con respecto al
cuidado de la salud de los consumidores, podría preguntarse que pasó con la Ley
de Represión del Tráfico de Drogas No 20.771, sancionada por el Congreso
Nacional el 26/9/74, promulgada por el Poder Ejecutivo el 30/10/74 y publicada
en el Boletín Oficial el 9/10/74, la que proponía la internación de los
consumidores de drogas en establecimientos sanitarios adecuados , de los cuales
podían salir una vez que se hallasen rehabilitados. Así se cortaba, de paso, la
cadena de distribución de drogas, base del narcotráfico (“Los Tratados de
Paz por la Guerra de Malvinas” – Julio C. González).
Tal vez este plan defienda mejor el derecho básico de los
consumidores a la salud y la vida, que darles rienda suelta para continuar el
consumo, así como la compra. Permitir que se continúe el uso, por ejemplo de la
“inocua” marihuana en forma crónica puede ocasionar en el adicto, alteraciones
en los linfocitos T, importante eslabón de los procesos inmunitarios del
organismo, así como del epitelio pulmonar y la mucosa gástrica, similares a los
provocados por los cigarrillos comunes, atrofia gonadal y cerebral más severa
que la del alcoholismo crónico.
Y en cuanto a que no existe peligro para terceras personas, no
pueden negarse los accidentes y delitos
en los que intervienen personas con embotamiento de sus sentidos y
deformación de sus percepciones, sin mencionar las molestias que tienen que
soportar los vecinos de los consumidores de porros. Y tampoco los “caminos
que trazan una cultura sin Dios, y sin sus mandamientos o incluso contra Dios,
animados por los ídolos del poder, la riqueza y el placer efímero, la cual
termina siendo una cultura contra el ser humano y contra el bien de los pueblos
latinoamericanos” (“Aparecida. Documento Conclusivo”).
Bien, bwana no tiene motivos de queja. Las órdenes
del Institute for the Future se fueron cumpliendo: registro de
armas de fuego, cumplida; legalización de la homosexualidad, cumplida;
legalización del aborto, cumplida; instrucción de planificación familiar en las
escuelas, cumplida; despenalización de las drogas, a un paso (paciencia, bwana).
Sin embargo, siempre puede aparecer un aguafiestas que se pregunte,
como el presidente de la Comisión Especial sobre Narcotráfico del Congreso de
los Estados Unidos, Charles Rangel, quien ante la propuesta de legalización del
Instituto Aspen de 1988, porque la guerra al narcotráfico no había
funcionado: “¿Cómo va a
funcionar si ni siquiera ha comenzado?”.
Luis Antonio Leyro
5 comentarios:
Excelente análisis. Mis felicitaciones al Sr. Leyro.
Fernando José Ares
Estoy de acuerdo en general, pero hay que hilar un poco mas fino.Primero, el registro de armas de fuego es correcto. Por lo general ni el 80 por cierto de los que las usan para su trabajo (polis, etc)tienen la capacidad mental ni emocional para portar ni un cuchillo de cocina. Vamos. El dia que cualquier idiota pueda tener lo que se le da la gana legalmente estaremos en mas peligro que hoy, mucho mas peligro. La escusa que el estado controla todo acá no funciona. Es lo menos que puede hacer, controlar quien tiene un arma de fuego. Lueo el tema de las drogas. Yo creo que si un tipo se quiere falopear y tener falopa, debe poder hacerlo, pero sin exhibición, desde ya, eso si es un delito.Luego, es evidente que en nuestro pais no hay un gramo de falopa que no pase por el control policial, que son quienes cobrarn por ello y todos lo sabemos pero hacemos que no. Falopa es hablar de CANAS,Entonces usan la prohibición actual, para apretar a los padres (lo he visto 100 veces)y sacarse unos mangos extra, sacan por arriba con los dealers y por dabajo con los padres de los faloperos y con los faloperos mismos si estos tienen dinero.Esa es la realidad concreta, tangible. No he visto tampoco una relación entre falopoero y manejable, o entre falopero y ganado fácil, mas bien lo contrario, de modo que si quremos dominar a la sociedad no vale la pena perder el tiempo con que si se falopean o no, Un falopero es un falopero y nada mas.No es carne de cañon ni nada en especial, salvo lo que sea como persona. No todos los faloperos se matan, ni terminan mal, etc. Cada caso es distinto al otro.Los borrachos en cambio, se parecen mas entre si.Creo que debemos regirnos por el 19 de la Constitución y punto, al margen total de que el peronismo legalizaría la matanza de los padres si con eso obtuviera mas votos.
CD
El truco es: "Si es legal consumir, entonces, ¿por qué va a ser ilegal vender para consumo?" Es como si fuese ilegal vender tabaco, no estando prohibido el cigarrillo...
Así se termina con lo poco que queda de una sociedad: legalizando un acto criminal y/o suicida, como es la drogadicción.
pero todo ocurre aca en argentina. en uruguay no hay matrimonio gay, ni va a ver segun catedraticos y politicos uruguayos que expusieron en derecho ante la reforma del codigo civil. Rusia, acaba de prohibir por 100 años las manifestaciones gay. somos el unico pais de america que tiene este tipo de cosas. parece que el yes bwana es solo argentino...el vikingo
pero todo ocurre aca en argentina. en uruguay no hay matrimonio gay, ni va a ver segun catedraticos y politicos uruguayos que expusieron en derecho ante la reforma del codigo civil. Rusia, acaba de prohibir por 100 años las manifestaciones gay. somos el unico pais de america que tiene este tipo de cosas. parece que el yes bwana es solo argentino...el vikingo
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