PALABRAS EN GUERRA
Por Juan Carlos Monedero (h)
1. Cómo hablamos y cómo discutimos
2. Cada palabra,
una llama. Criminalización de los términos
3. La confusión
instalada. Cuatro ejemplos
4. Cómo se nos
confunde
5. Un momento:
¿no estamos exagerando?
6. Eliminar toda palabra que remita a un
“en sí”
7. Conclusión
“Mucho me temo que no conseguiremos
librarnos de Dios
mientras
sigamos creyendo en la gramática”.
Nietzsche, El ocaso de los ídolos
“Hay mentiras expresas que corren el mundo,
mentiras completas en cuanto a su fórmula;
pero hay también mentiras que forman parte de
lo sobreentendido”.
Ernest Hello, El hombre
“Quien
considere debidamente estas cuestiones,
encontrará
que hay una cierta brujería o fascinación en las palabras,
que
las hace actuar como una fuerza que va más allá de lo que podemos explicar”.
–“Cuando
yo uso una palabra”, dice Humpty Dumpty en tono de desprecio,
“significa justamente que yo entiendo
darle ese significado, ni más ni menos”.
–“La
cuestión es saber”, contesta Alicia,
“si
usted puede hacer escribir a las palabras tantos
significados diversos”.
–“La
cuestión es quién debe ser el amo. Eso es todo”.
Lewis
Carroll, Alicia en el país de las Maravillas
[1] Citado en El significado del significado. Una investigación acerca
de la influencia del lenguaje sobre el pensamiento y de la ciencia simbólica, Buenos Aires, Paidós, 1954, p. 49.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario