UN SOLDADO DE URBINA
Sospechándose indigno de otra hazaña
como aquella en el mar, este soldado
a sórdidos oficios resignado,
erraba oscuro por su dura España.
Para borrar o mitigar la saña
de lo real, buscaba lo soñado
y le dieron un mágico pasado
los ciclos de Rolando y de Bretaña.
Contemplaría, hundido el sol, el ancho
campo en que dura un resplandor de cobre;
se creía acabado solo y pobre,
sin saber de que música era dueño;
atravesando el fondo de algún sueño,
por él ya andaban Don Quijote y Sancho.
Jorge Luis Borges
Sospechándose indigno de otra hazaña
como aquella en el mar, este soldado
a sórdidos oficios resignado,
erraba oscuro por su dura España.
Para borrar o mitigar la saña
de lo real, buscaba lo soñado
y le dieron un mágico pasado
los ciclos de Rolando y de Bretaña.
Contemplaría, hundido el sol, el ancho
campo en que dura un resplandor de cobre;
se creía acabado solo y pobre,
sin saber de que música era dueño;
atravesando el fondo de algún sueño,
por él ya andaban Don Quijote y Sancho.
Jorge Luis Borges
3 comentarios:
En algunas de sus obras Borges (que como sabemos, no era de los nuestros), no puede evitar recordar la grandeza de la Patria de sus antepasados.
En efecto, muchos Quijotes fundaron la gran nacion catolica desde California al Cabo de Hornos.
Pehuen Cura.
Extraordinaria la poesia de
Urbina. La sangre española renace en la misma.
Esta Poesía de Borges es la Nro 103 en las Cien Mejores Poesías de Menéndez y Pelayo. El Poeta Frodo ha añadido las otras dos.
Antonio Pestalardo
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