APOSTILLA SOBRE EL HONOR
Cuando hace un par de años el diputado kirchnerista Alejandro Rossi fuera agredido en Santa Fe junto con su hermano Agustín, después de calificar con gruesos epítetos a los agresores, enfatizó: “Si no fuera diputado nacional, todavía estaría ahí, defendiendo mi honor como hombre”.
Gracias, Rossi. Está claro que hay dos clases de personas: los hombres de honor y los diputados nacionales.
Entretanto, los simple ciudadanos seguimos esperando algún Instructivo Oficial para que podamos distinguir por qué si los ruralistas indignados arrojan bosta a sus verdugos, son malvadísimos seres que remiten a la Dictadura, mientras similares o peores escraches (¡vaya si peores!) ejecutados por todos los esbirros de la izquierda, gozan del subsidio y del beneplácito oficial.
Gracias, Rossi. Está claro que hay dos clases de personas: los hombres de honor y los diputados nacionales.
Entretanto, los simple ciudadanos seguimos esperando algún Instructivo Oficial para que podamos distinguir por qué si los ruralistas indignados arrojan bosta a sus verdugos, son malvadísimos seres que remiten a la Dictadura, mientras similares o peores escraches (¡vaya si peores!) ejecutados por todos los esbirros de la izquierda, gozan del subsidio y del beneplácito oficial.
2 comentarios:
Sencillo supongo, porque el "beneplácito oficial" es tan o más esbirro que los que le hacen el juego con los escraches.
Je,je,je, no coincido en nada con esta revista (repito en NADA) pero rescatar este autobrulote de Rossi es sumamente didáctico para los que hemos de votar. O sea, Sr. Rossi, cuando Ud. fue nombrado Diputado de la Nación, perdió su condición de hombre (si alguna vez la tuvo) y pasó a ser un instrumento de los que ponen la plata. Fantástico. Muchas gracias por aclarar.
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