CERO AL
AS
BROMISTA
Con motivo del nuevo plan de viviendas
levantadas por Caritas, su titular —el obispo de San Isidro— visitó a
la Presidenta de la República en la Casa Rosada. “La Nación S.A.” (del 4 de
julio de 2012) presidió la noticia con polémica humorada: “Gesto de
acercamiento de la Presidenta con la Iglesia”. Para
subrayar que en la ocasión la primera mandataria “se permitió una broma”,
diciéndole al Obispo: “menos mal que no vino ayer monseñor, si no me
excomulgaba”. Precisamente con referencia
a la escandalosa entrega de documentos a parejas que cambiaron el sexo bajo el
amparo de la ley de identidad de género. Y rematando el sarcasmo refregó: “Ayer
tuvimos acá un hermoso acto también… Bueno, no importa, pero un hermosísimo
acto por la igualdad de cosas de un mundo diverso, de un mundo complejo pero de
un mundo en el que, estoy absolutamente segura, Dios
los quiere a todos”.
VIRTUD
Y CERO
El influyente rotativo, nada dice acerca de la
actitud que asumiera el prelado frente a semejante jactancia de una excomunión
merecida, pero no recibida. Para más, con la audaz insinuación sobre lo querido
por Dios, bordeando la blasfemia. Pero se nota que las zafadurías no alteraron
el clima cordial… Y más bien puede suponerse que, en la ocasión, al titular de
Caritas lo embargaría otro grave problema. Tal el escándalo que envuelve al
obispo de la diócesis Merlo-Moreno; sobre lo cual ya ha descargado en una carta
la preocupación dominante. Rescatando, en la línea del Cardenal Primado y el
predecesor Obispo de San Isidro, que aquel pastor —sorprendido “in fraganti”
diapositivas— tuvo la virtud de desempeñar su cargo en Caritas “con dedicación
pastoral y compromiso personal”… (cfr. Zenit, 3 de
julio de 2012). Así las cosas, al margen de la meritoria pobreza de votos
tradicionales, los carteles de Caritas ahora proclaman “Pobreza Cero”.
LAS
BARBAS EN REMOJO
En remotos tiempos del lejano país
despóticamente gobernado, se prohibió al común el uso de barba, por aparentar
alguna postura señorial o incluso rebelde. Decretaron entonces afeitarlas
compulsivamente aun en plena calle y en seco, con obvio padecimiento. De ahí
naciera aquel refrán popular: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar…
pon las tuyas a remojar”. Se acaba de ver que el dicho es aplicable aun
en casos imposibles a causa de la naturaleza discriminante sin lugar a
opciones. Así ocurrió entre nosotros, porque la Presidenta se ha autoimpuesto
obedecer al refrán, aun venciendo sus convicciones democráticas. Al oponerse
junto a otros amenazados colegas americanos, a la destitución del primer
mandatario del vecino país, resuelta conforme a la letra y el espíritu de la
ley democrática.
Pero a más, en esta ocasión la mandataria ha
procedido con racionalidad y precaución. Porque según se sabe, a Lugo lo han
expulsado por las siguientes infracciones: 1) ejercer facultades
extraordinarias; 2) autorizar un acto político tendencioso en un comando
de las Fuerzas Armadas; 3) facilitar la invasión de tierras en Ñacunday con la
falta de respuesta de las fuerzas policiales; 4) por firmar el Protocolo de
Ushuaia que identifica al Estado con la figura presidencial en nombre de la “defensa
de la democracia”; 5) por las andanzas de grupos extremistas,
como el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) … Frente al castigo
gravísimo, impuesto por este mini calco de lo sucedido en nuestro país, se
pueden imaginar las consecuencias que habría de afrontar la Presidenta de la
República si aquí funcionara un Congreso semejante al paraguayo. Más aún si se
le añade la corrupción inenarrable, la impunidad de feroces delincuentes, los
alardes de joyas y millones de dólares en el monedero, junto al apriete de los
asalariados y jubilados. El uso o préstamo de aviones, como propiedad privada;
más por sobre todo la legislación irreligiosa y contra natura. Cúmulo de cargos
que justifica la advertencia refranera.
INCOMPLETO
Cabe apuntar que a la ejemplar sanción
paraguaya le ha faltado una fundamental razón, que inhabilitaba a Lugo desde el
principio. Su conducta escandalosa públicamente infiel a lo Divino y por ende
harto inadecuada para el manejo fiel de la Cosa Pública.
Casimiro
Conasco
Junio de 2012
1 comentario:
El indecoroso papel de la Iglesia frente al poder político (siempre transitorio y vil)es de data secular. Si la Iglesia velara por la probidad de quienes forman parte de ella (como hace la Coca Cola con sus empleados, por ejemplo) estas cosas pasarían como locura excepcional. Pero, los curas, casi siempre optaron por el dolce far niente, salvo excepciones muy escasas. Siempre tuve para mi, que para los simples fieles como mi caso, tendrá Dios miseicodia, porque yo, como millones, me fui acercando cada vez menos al santo lugar de las oraciones, desconfiando de estos señores, que en un principio me inspiraban un respeto muy alto. El Concilio Vaticano II, según mi modesta impresión fue la culminación de un largo trabajo esmerado en no cumplir con los deberes por parte de los curas. Los protestantes, mas dados a transpirar la camiseta, se llevaron una buena tajada, que crece dia a dia.
CD
Publicar un comentario