MILONGA DEL
REGRESO DE ROSAS
Le venía por herencia
porte de Conquistadores,
y en estirpe de señores
fue labrando su conciencia.
Cuando forjó su querencia
entre potros y desvelos
era su norte y su anhelo
restituirle a la patria
su perfil de aristrocracia
y su nostalgia de Cielo.
Como los moros al Cid
los indios lo respetaron,
Los Colorados marcharon
tras su coraje a la lid.
Porque él era el adalid
pa’acabar con los agravios
de logistas unitarios
y de herejes invasores
con puños restauradores
y un Padre Nuestro en los labios.
Patriota como el que más,
custodiaba la frontera,
saludaban la bandera
cañones de extranjería.
Y era tal la varonía
que en la Vuelta de Obligado,
los poderes coaligados
salían en disparada
si el gauchaje enarbolaba
tacuaras al descampado.
No pudo la historia ruin
menoscabar su estatura,
y si acaso alguno duda
ha de pensar cuál fue fin,
del sable de San Martín
que en gesta tan altanera
coronó de esta manera
que no conoce rival
a la estrella federal
y a la lanza mazorquera.
Los hombres que te han traído
no saben nada del pago,
viven mirando a otro lado
muy al norte de mis ríos.
Juan Manuel, por eso digo,
y es promesa y juramento
que ha de llegar el momento
en que tu Mazorca briosa,
les cante “La resfalosa”
como en tus tiempos bravíos.
Alonso Quijano
REGRESO DE ROSAS
Le venía por herencia
porte de Conquistadores,
y en estirpe de señores
fue labrando su conciencia.
Cuando forjó su querencia
entre potros y desvelos
era su norte y su anhelo
restituirle a la patria
su perfil de aristrocracia
y su nostalgia de Cielo.
Como los moros al Cid
los indios lo respetaron,
Los Colorados marcharon
tras su coraje a la lid.
Porque él era el adalid
pa’acabar con los agravios
de logistas unitarios
y de herejes invasores
con puños restauradores
y un Padre Nuestro en los labios.
Patriota como el que más,
custodiaba la frontera,
saludaban la bandera
cañones de extranjería.
Y era tal la varonía
que en la Vuelta de Obligado,
los poderes coaligados
salían en disparada
si el gauchaje enarbolaba
tacuaras al descampado.
No pudo la historia ruin
menoscabar su estatura,
y si acaso alguno duda
ha de pensar cuál fue fin,
del sable de San Martín
que en gesta tan altanera
coronó de esta manera
que no conoce rival
a la estrella federal
y a la lanza mazorquera.
Los hombres que te han traído
no saben nada del pago,
viven mirando a otro lado
muy al norte de mis ríos.
Juan Manuel, por eso digo,
y es promesa y juramento
que ha de llegar el momento
en que tu Mazorca briosa,
les cante “La resfalosa”
como en tus tiempos bravíos.
Alonso Quijano
1 comentario:
TIPOS COMO ESTE HACEN PARA SACAR A LA ARGENTINA DE LA DECADENCIA EN LA QUE NOS SUNIERON DE LOS 90 A LA ACTUALIDAD K
Publicar un comentario