De sobra conocemos sus nutridos antecedentes en pro de la herejía modernista.
Recordarán los memoriosos —desde “Cabildo” supimos denunciarlo— cuando el 12 de abril de 2000 confraternizó públicamente en Paraná con la plana mayor de la masonería. Recordarán también los de memoria larga, que en Paraná consumó ex profeso el desmantelamiento del Seminario que fundara Monseñor Tortolo.
Ahora, en este reportaje al que aludimos, hace la justificación explícita de los “sacerdotes tercermundistas que se comprometieron con la guerrilla… porque creían en la dimensión social en términos más cristianos”. Elogia “las tres categorías de la Revolución Francesa”, y pone el énfasis —¡vaya guiño para sus cofrades de logia!— en el papel de la Fraternidad.
De remate, y aunque equivoca el título, recomienda el libro del mamarrachesco diririgente focolarino Antonio María Baggio, “El principio olvidado: la Fraternidad. En la política y el Derecho”. Libro que cuenta con el auspicio y el patrocinio de la Fundación AVINA, creación del masón Stephan Schmidheiny.
En minutos nomás, Monseñor Karlic defiende a los curas marxistas, a la masonería y a la sangrientamente anticatólica Revolución Francesa.
Aquí anotamos el link para quien quiera verlo y escucharlo:
Quedamos a la ansiosa espera del pedido de rectificación por parte de Roma.
4 comentarios:
Unas notas atrás comenté las nefastas influencias del Concilio Vaticano II sobre curas y obispos.
Estanislao Karlic es la personificación de las pútridas emanaciones conciliares contra Cristo y su Iglesia.
Su descarada apología de los sacerdotes terroristas que reemplazaron a Cristo por Marx y el Che Guevara lo pinta de cuerpo entero.
Recuerdo cuando estos maleantes quisieron desplazar a un recto y piadoso arzobispo de Rosario, Monseñor Guillermo Bolatti. No hubo calumnia de la que se privaron ni burlas ni injurias a las que no lo sometieron. Cuando se dieron cuenta que no lo podían derribar, estos comprometidos hijos del Concilio Vaticano II exaltados por Karlic, presentaron la renuncia.
Fueron los llamados "30 sacerdotes tercermundistas renunciantes".
Y en toda esa infame campaña denigratoria de monseñor Bolatti fueron azuzados y auxiliados por los obispos Devoto, Zaspe y Angelelli, de la misma hechura y laya que los marxistas renunciantes.
Karlic ha perdido la vergüenza, si es que alguna vez la tuvo, al justificar a violentos terroristas materialistas y ateos. Ídem con la anticristiana y masónica revolución Francesa que impuso a la Diosa Razón.
Eso al parecer no existió para el postconciliar Karlic ¿Será porque ahora nos quieren imponer al Dios Holocausto?
¿Y este nefasto personaje puede seguir cumpliendo funciones episcopales en la Iglesia mientras Monseñor Williamson es alejado de sus cargos y expuesto a la lapidación pública?
Algo anda muy mal en la Iglesia.
Mario Caponnetto
Felicitaciones por este tipo de denuncias. Me gustaría alentarlos a que hicieran una especie de sección especial, o quizás directamente otro blog, llamado "La Iglesia Clandestina" en donde todos pudiéramos colaborar para realizar un archivo -histórico y actual- del clero y episcopado tercermundista.
Es muy necesario hoy día, y será muy necesario en un futuro para la investigación histórica sobre la Iglesia Católica en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX
M.M.
tambien sera muy necesario un archivo-historico y actual, para que la cupula dirigente de la iglesia catolica se de cuenta de cuan alejada del pueblo catolico está.
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