PARA LAS
MEMORIAS
DESMEMORIADAS
A ver… como
dicen los locutores, periodistas y políticos, cuando no saben qué decir. Pero
yo sí sé como fué la verdad histórica de un hecho que nos dejó conmovidos,
porque fui testigo con mi mujer. Estando sentados a la mesa, los dos
matrimonios mayores, llega un nieto y le dice a la abuela si le presta la cama
matrimonial para acostarse con su novia, porque venían de un largo viaje y
estaban cansados. La abuela le contesta que sí, por esa noche. El abuelo dice
algo así como, hace treinta años yo no lo hubiera permitido. Parece, digo yo
ahora, que en treinta años han cambiado también los mandamientos.
Todo ese
grupito era de católicos bautizados, de misa dominical y a veces de comunión o
sea que recibían el Cuerpo de Cristo (no tanto de confesión). Recordemos que el
VIº Mandamiento de la Ley de Dios, dice “No fornicar”. Salta a la vista que a
los abuelos mayores, parecía que no les preocupaba o no se daban cuenta que
estos chicos iban a cometer pecado mortal. Tampoco parecía preocuparles que
estaban facilitando los medios para el pecado mortal. En realidad habrán
pensado, si no es acá en casa, lo van a hacer en otro lado. Es lamentable que
perdieron una oportunidad dorada para darles una clase de catecismo, que a esa
pareja que algún día podía llegar a casarse, le hubiera venido como anillo al
dedo.
Es sabido que
en el matrimonio cristiano no hay “piedra libre”. Que a veces o muchas veces
hay que ser abstinentes. Y si antes del matrimonio como debe ser, varón y mujer
crecen en respeto mutuo y pudor, serán personas de más carácter y voluntad. Hay
un proverbio árabe que dice que la mujer es como la flor: caído el primer pétalo,
siguen los demás. También vale para el varón.
De nuevo, a
ver… ¿Qué dice Cristo?: “El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su
cruz y sígame”. (O por lo menos ayúdeme a llevarla). Qué habrá dicho San José,
el castísimo esposo de la Santísima Virgen. Ese es el modelo que los pastores
deberían predicar, sobre todo en esta época en la cual se hace burla de las
virtudes.
Todos los que
tenemos principios y algún ascendiente, en lugar de aconsejar a “cuidarse”,
debemos tratar de inculcar la pureza para que los jóvenes lleguen vìrgenes al
matrimonio. Cuando el pueblo guiado por los fariseos, querían lapidar a Magdalena,
el Señor le permitió que de rodillas le limpiara los pies, con un aceite fino
con sus cabellos diciéndole: “ve y no peques más”.
Carlos Llambías
6 comentarios:
Yo resumiría el problema diciendo que falta en la mayoría de las familias el clásico hombre que le importo un corno de las modas y no tiene ningún reparo en hablar como se debe. Demasiada consideración a los jóvenes que en general me da la impresión no tienen cerebro ni predisposición para aprender mas que fruslerías con maquinitas y bobadas y se están hundiendo en un hedonismo mortal.
PACO LALANDA
El acto aunque dentro del matrimonio es un pecado permitido, que a los matrimonios en gracia Dios los cubra (cuando llevan a cabo el acto) con el manto de la caridad es otro tema, pero es pecado al fin.... el fin es llenar de adoradores el cielo pues la prole es para el cielo, aunque pocos están convencido de ello y el gran pecado es que idolatran a sus hijos con lo que terminan perdiéndolos por no dárselos a Dios.
Es que si no los inician en la vida de piedad cuando son niños, por ejemplo rezando en familia el rosario, luego se tuercen y es más difícil encaminarlos.
Puesto que en lo natural se camina con dos piernas y no con una sola, en lo sobrenatural también dos cosas son necesarias: la oración y la doctrina para caminar hacia el cielo.
Garrigou-Lagrange en las tres edades de la vida interior lo explica claramente, que así como tenemos un cuerpo físico que va creciendo y desarrollándose, así tenemos los bautizados un cuerpo espiritual (formado por los dones del ES, las virtudes y la Gracia Santificante) que debe desarrollarse armoniosamente sino quedamos deformes o defectuosos. Es así, no hay otra o les enseñamos que Dios nos hizo para el cielo o nos desenfocamos y nos hacemos adictos a cualquier cosa, tanto a las endorfinas producidas en el acto matrimonial como a cualquier otra cosa en la que nos encuentre débil el enemigo.
Por eso el que se case con el fin de legalizar el acto matrimonial tampoco es sincero con Dios, pues se busca a sí mismo y no amarlo a ÉL por sobre todas las cosas. Muchos por más que estén casados y vayan a misa y comulguen pero lo hacen buscando legalizar el placer está claro que tienen un corazón impuro y dividido opuesto a la castidad, se podrán engañar a sí mismos pero no a Dios, no por nada enseñaban antes que el acto aún dentro del matrimonio era un pecado permitido para llenar el cielo de adoradores, donde Dios a los matrimonios en Gracia cubría con el manto de la caridad. Que entienda el que pueda, pero el que no es puro no podrá ver a Dios. Y el que esté atado a sus vicios aunque sea la adicción a las endorfinas si no se purifica no puede amar verdaderamente a Dios y crecer en gracia.
Pero la Magdalena cuando encontró a Jesucristo todavía no estaba bautizada, por eso se le dijo no peques más, en cambio a los jóvenes no se les enseña que al estar bautizados deben luchar para no caer en pecado mortal y no se les enseña en la actualidad la dinámica de los pecado veniales, de cómo van sumergiendo en la tibieza y nos pueden ir arrastrando al pecado mortal, y que luego de caer en pecado mortal es muy difícil salir de él, pues es como caer a un pozo, ya no podemos salir por nuestra propia cuenta, es necesaria la ayuda y la fuerza, es decir la oración penitencia de muchos para salir de él.
No entiendo eso .
" El acto aunque dentro del matrimonio es un pecado permitido, "
https://www.youtube.com/watch?v=4fXhYNpKIV4
Padre Bojorge -Pecado Original, La Herida en el alma masculina y femenina
porque no son castos
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