SEÑOR,
TENÍAN MADRES
El
que cayó partido por esquirlas quemantes
de
la anónima pólvora estallada a mansalva,
y
se quedó sin rostro para ver el otoño,
sin
las manos castrenses de los días tonantes:
Señor,
tenía una madre que lo esperaba al alba.
El
que olvidó el pellejo tajado por la furia
del
insurrecto alzado en la calma de enero,
el
que usó de mortaja su uniforme argentino
como
el jefe imbatible de una antigua centuria:
Señor,
tenía una madre que veló a su guerrero.
El
que cruzó la selva tucumana a sablazo
cuando
un tiro faccioso se le hundió en la osamenta,
la
mirada nublosa por la sangre surgente
con
la oración devota del postrimero plazo:
Señor,
tenía una madre que aguantó la tormenta.
El
que gritó en Formosa que nadie se rendía
enarbolando
al tope la juvenil guapeza,
recibiendo
la muerte de forajidas turbas
sin
tiempo para el rezo de algún Avemaría:
Señor,
tenía una madre que sufrió tal crudeza.
El
que en tantos recodos del entresijo urbano
con
crueldad y violencia trataron sus captores,
hasta
extinguir sus huesos en lúgubres camastros
aunque
el temple guardaba el valor del cristiano:
Señor,
tenía una madre que alumbró con dolores
El
que no delinquió ni mancilló su espada,
salvaguardando
cruces,custodiando banderas,
en
regimientos patrios,en las Islas Malvinas
para
que lo aguardara una prisión sellada:
Señor,
tenía una madre con su alma en las trincheras.
Guillermina
con Gladys, Juan Eduardo tras Paula,
la
pequeña María Cristina, toda infancia,
no alcanzaron
el tiempo de la flor y la fruta
no
más juego a la siesta ni más libro en el aula:
Señor,
tenían madres que aún gimen la distancia.
¿No
merecen acaso el respeto del luto,
el
consuelo impetrante de una carta papal,
la
misiva romana del sucesor de Pedro
la
bendición solemne en señal de tributo?:
Señor,
dales Tú mismo la certeza pascual.
Desagravia
esta afrenta a las madres ausentes
de
la historia, el recuerdo, la memoria o las plazas.
Nómbralas
comensales de tu pan y tu mesa,
condecora
sus pechos con tus llagas ardientes.
Señor,a
todas ellas, yo sé que las abrazas.
ANTONIO
CAPONNETTO
2 comentarios:
http://www.elurbanodesancarlos.com/noticias/locales/21030-un-sancarlino-sobrevolo-la-ciudad-con-un-pucara-
El sancarlino Oscar Andrés Croatto, Teniente de la Fuerza Aérea Argentina, sobrevoló la ciudad de San Carlos Centro con un avión Pucará, junto a otros cinco aviones cerca de la hora 16:00 de este jueves.
El joven de 29 años es hijo de Mercedes Peris y Oscar Croatto y hace once años que está en la fuerza mencionada y actualmente es piloto de combate de la Brigada de Reconquista.
En horas de la tarde de este jueves atravesó el cielo y saludó a su pueblo desde lo alto y la comunidad sancarlina alegre respondió su gesto, el de un hombre que no olvida a su pueblo y seres queridos
Tan cierto...
Publicar un comentario