GENERAL
LEÓN DEGRELLE:
CAUDILLO
DEL VALOR,
LA
FIDELIDAD Y EL HONOR
El Dr. José Luis Jerez Riesco continúa sus importantes trabajos
históricos con este estudio centrado en la singularísima figura del General
León Degrelle, quien fue un hombre de Fe Católica, un guerrero sin par y un escritor
de espíritu exquisito. El título de la obra es “Degrelle en el exilio.
1945-1994”. La edición fue realizada por la Editorial Wandervogel. El
tomo consta de 617 páginas divididas en seis capítulos, más 18 páginas de papel
satinado reproduciendo fotos inéditas del Caudillo en diversas actividades.
Iniciamos este comentario con nuestro corazón rebosante de admiración
por el héroe que nos presenta, con documentación insoslayable, la gran pluma de
Don José Luis Jerez Riesco. Por eso elevamos un ruego como punto de partida. Éste se debe a un espíritu hispanoamericano y
dice así: “Que aquel que reparte misteriosamente excelencias nos otorgue el privilegio
de privilegios, que es el de dar”. Al conjugar el verbo final del pensamiento
transcripto se hallará el resumen de la vida del General en su más que honrosa
vida terrenal. Darse constantemente por
su Fe Católica, su Patria chica y grande, amén de por nuestra Civilización Cristiana
que impregnó al mundo con la Verdad revelada por Cristo Jesús.
El espíritu del Cruzado está reflejado en sus libros. Uno de los más hermosos es “Almas
Ardiendo”, que fuera traducido al español y prologado nada menos que
por don Gregorio Marañón. Estamos frente a un trabajo con páginas de paz, guerra
y exilio, redactadas por León Joseph Marie Ignace Degrelle, nacido el 15 de junio
de 1906 en Walonia, exactamente en la Villa Noble de Bouillon, la misma del medieval
Cruzado Godofredo, quien adoptó el apelativo del burgo de las Ardenas. Milagro
dispuesto por Dios, que marcó los días del Guerrero como lo reflejan sus pensamientos
y su accionar. He aquí una perla del riquísimo collar de las almas que, como la
de Degrelle, arden en la marcha hacia Dios. Del poema Cimas unos versos en los
que se exaltan la perseverancia imbatible: “Entonces la
victoria será tuya / días después de haber dado / hasta el último esfuerzo,
caer con los brazos en cruz desde la gran cima / y rodar con los guijarros, hasta
el fondo del lejano abismo / todo habrá terminado. La victoria será tuya, volver a bajar ya / no
tendrá importancia; habrás dejado la vida con el último esfuerzo / ¡canta! ¡que
tu voz resuene en los valles profundos ¡no te arrepientas de tus lágrimas! / lo
más duro ya está hecho ¡ahora, resiste y resiste! ¡aprieta los dientes! y pon
una mordaza en tu corazón… ¡y sube!”
El Dr. Jerez Riesco comenta en
memorable página: “Es una visión pórtica de la ética de su forma
de vivir, un canto a toda virtud, que un hombre ha de tener la bondad, la paciencia,
la obediencia, la renuncia, el llevar una vida recta, el tener bondad y misericordia,
pero sabiendo también cuándo toca ser duro y recto. La felicidad se ha convertido
en un fruto que devora ávidamente; sin embargo la única felicidad es el dar, el
darse”.
También nuestro héroe llevaba en las campañas anti bolcheviques
un Diario Íntimo en el que se refiere a la muerte, y dejó en unos papeles frases
emotivas: “Debería decir: vamos, es todo, yo pongo en orden mis recuerdos en líneas
de colores y marcho hacia la muerte ahogando mi corazón”. El General debió
haber engarzado como divisa lo que estampara en acero: “¡Los que titubean en el esfuerzo
es porque tienen adormecida el alma”.
Porque en verdad, el redivivo Godofredo de Bouillon nunca titubeó.
Entre 1926 y 1927 estuvo en México, donde vivió peligrosamente
actuando como corresponsal de los Cristeros en esos momentos en lucha contra el
endemoniado tirano masón Plutarco Calles. De regreso a su patria se graduó como
Doctor en Leyes en la Católica Universidad de Lovaina. Comenzada la década de
los años treinta, acompañado de Monseñor Picard, jefe de la Acción Católica,
fundó el “Movimiento Rex” (por Cristo Rey), llevando a cabo una dura lucha
con el convencimiento de que Europa debía unirse en pro de la herencia cultural
común. De ahí que fuera invitado por Churchill para conversar en Londres, y poco
después convidado a Berlín para entrevistarse con el Canciller Hitler. Luego
viajó a Roma, donde fue recibido por el Duce de Italia.
Por el sistema de Versalles los 19 Estados que formaban Europa
en 1914 se convirtieron en 27. Era la pulverización de Europa y el aumento de
los conflictos raciales y limítrofes. A ello se agregaba la crisis incomprensible
estallada en Jew York en 1929 cuando, en la Bolsa, los bonos alcanzaban cifras
muy altas. Degrelle en esos meses llegó a la conclusión de que la guerra era
inevitable en pocos años. Por ello se puso en contacto con los movimientos que
sintetizaban la tradición, como la Falange Española acaudillada por la personalidad
magnífica de José Antonio Primo de Rivera, quien le concedió la ficha de afiliación
número 1 para los extranjeros. Luego, la “Guardia de Hierro” rumana, encabezada
por su Jefe Cornelio Codreanu, le dio la bienvenida.
Degrelle era en esos tiempos la personalidad más joven de los
Conductores que perfilaban la Nueva Europa. Su presencia y oratoria galvanizaban a las juventudes. Su lucha tenaz era franca y
leal. Nunca dejó de asistir solo a las reuniones marxistas para discutir con todos
los presentes. Sus planteos se fundamentaban en la Doctrina Social Católica. Enfrentó
con dureza a la herética Democracia Cristiana, a la hipócrita Social Democracia
y al Marxismo, resumidero del deicidio. El ascenso Rexista era imparable, cuando
el 21 de febrero de 1936 la Santa Sede rompió sus relaciones con el Rexismo recomendando
votar contra Degrelle. El mundo político católico quedó paralizado. ¿Qué fuerzas
misteriosas se habían movido para golpear a Degrelle que estaba por dar jaque
mate al marxismo en Wallonia y Flandes? Quien esto escribe no ha encontrado explicaciones
válidas.
Estallada la Gran Guerra, la conflagración convocó a cientos de
miles de voluntarios contra el bolchevismo. El nuevo Caudillo de Bouillon creó
la Legión Wallona y la de Flandes formadas por decenas de miles de jóvenes que
siguieron a Degrelle. Éste, anotado como soldado raso, quiso ser siervo de los
más humildes. Así conquistó los grados hasta el Generalato, cuando ya sólo se
luchaba para impedir el avance de la horda capitalista bolchevique. En el sector
de Degrelle el enemigo solo avanzó treinta kilómetros en treinta y cinco días.
Así lo expresó el Caudillo en una carta cuando estaba prácticamente paralítico
en el Hospital General Mola: “No he sido ministro ni jefe de gobierno, he
sido un soldado contra el bolchevismo; ¡eso es todo! He ganado mis ascensos. He
llegado a General únicamente por méritos de guerra. Estoy en posesión de las Hojas
de Roble y la Cruz Alemana de Oro, así como la Medalla de Oro de los Heridos
que se recibe al haber sido herido al menos cinco veces. Pero además, y esto
prueba mi papel de verdadero combatiente, he recibido de manos del Führer la Insignia
de Oro de los Combates Cuerpo a Cuerpo con la que se honra luego de haber participado
en cincuenta de ellos por lo menos…” (Párrafo de una carta de León Degrelle
redactada en 1945, transcripta en forma íntegra por José Luis Jerez Riesco).
No fue fácil su lucha. Sus padres ancianos de 78 años y 17 veces
abuelos, fueron encerrados en una mazmorra social comunista por el delito de
ser padres del Caudillo. Allí los dejarán
morir. El asesinato de su hermano con cinco tiros en la espalda y la desaparición
en campos de concentración de su esposa Marie Paule Lemay con sus cinco niños
pequeños, incluso uno de ocho meses, completan el cuadro de sus pesares.
La rendición lo encontró en Oslo resistiendo a la canalla comunista
(7 de mayo de 1945). En un aeródromo libre consiguieron un Heinkel 111 con el
que sobrevolaron Holanda, Bélgica y parte de Francia a menos de tres mil metros
de altura llegando a la playa española de San Sebastián. Allí tuvieron que poner
el aparato en forma vertical para utilizar las últimas gotas de combustible.
Luego capotaron en las arenas y siguieron hasta el mar donde la benemérita Guardia
Civil los rescató. El heroico piloto fue Alberto Duringer quien, emigrado a la
Argentina e incorporado a la Compañía Aerolíneas Argentinas, cobró fama por sus
excelentes dotes como aviador y hombre de consulta.
Considerando al Eje derrotado, en Bretton Woods (julio de 1944),
se restableció como divisa el Patrón Oro. Estados Unidos debía mantener el precio
del oro a equis valor, que se establecería después a tantos dólares la Onza
Troy, teniendo además el privilegio de
cambiar dólares billetes por oro sin restricciones. Fort Nox detentaba (en su
verdadera acepción) la propiedad del oro del mundo. Se establecieron los criterios
para arrasar los capitales nacionales. Como tributo al dólar, las monedas nacionales
fueron reducidas a la condición de ser una proporción del dólar como moneda de
referencia. Se crearon, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Las economías nacionales cayeron así en el volcán del mercado mundial con su
oferta y demanda.
Por el momento, como falta algo por decir, cerramos con estas
afirmaciones del Caudillo: “Tuvimos Razón, Tenemos Razón, Tendremos Razón”.
Luis Alfredo Andregnette Capurro
8 comentarios:
Sr. Andregnette Capurro.
Acuérdese que la FIDELIDAD del Obersturmbannführer SS Degrelle hacia Hitler duró hasta el 31 de marzo de 1994.
Así es. Degrelle no fue un TRAIDOR, ni un INGRATO como otros personajes históricos que prefirieron salvar su propio pellejo.
Ahora bien, si la defensa y admiración de Degrelle a Hitler fue una equivocación, ese es otro tema ajeno al presente post.
LA SALETTE
muy buen artículo.
Pero quiero saber si su admiración por Degrelle es puramente histórica comos e puede tener por cualquier personaje histórico o también hay una simpatía ideológica.
Otra cosa que no me queda bien claro es si Degrelle era racista o no.
saludos. gracias por el artículo.
http://himnonacional.mforos.com/493985/5351639-carta-al-papa-de-leon-degrelle/
Anónimo del 9 de abril 2240 Hs.:
Aunque solo soy un lector como vos, me permito aconsejarte.
No te fíes nunca de lo te digan, si no tienes claro si Degrelle era racista o no, lee sus obras y saca tus propias conclusiones.
Y lo mas importante, no te preocupes de las motivaciones de los demás, ocúpate de las tuyas, que siempre sean buenas y no tengas segundas intenciones.
De esta forma podrás dar respuestas contundentes y no te pasarás la vida preguntando.
COC
Credere, Obedire e Combattere
Excelente nota, felicitaciones a su autor.
Solo quisiera consignar, entre las varias virtudes que cultivaba, la modestia de Degrelle quién como dirigente político del contingente valón iba a ser designado oficial jefe del mismo, a lo que se negó insistentemente y solo aceptó una plaza de soldado raso.
Y en esto hay una similitud con su paisano de Bouillon, el Duque de la Baja Lorena, el cruzado Godofredo, a quien como jefe de la reconquista para Cristo, de Jerusalén, se lo quiso designar rey, negándose a ello terminantemente y aceptando solo el título de Protector del Santo Sepulcro (Advocatus Sancti Sepulcrum), ya que alegó que no podía ceñir corona de oro allí donde Cristo ciñó la de espinas.
Así vemos dos hombres de Bouillón, los dos valientes, los dos nobles y los dos humildes. Y también dos hombres de la Cristiandad, los dos cruzados, uno de la Primera Cruzada y el otro de la última.
Fernando José Ares
León Degrelle fue un soldado fiel. Pero sobre todo fue un soldado cristiano que batalló por la Civilización Cristiana, por la Europa levantada sobre la fe de Cristo. Esa Europa se hundió para siempre en 1945.
Creo, personalmente, que ni el fascismo ni el nazismo hubieran rescatado esa Europa de haber ellos vencido en la contienda. Pero Degrelle creyó que sí y fue fiel a esa convicción suya. ¿Lo condenaremos por eso mientras elogiamos a católicos como Maritain que se aliaron al comunismo y a las democracias liberales? ¿Es mayor error haber creido que el nazismo salvaría a Occidente que haberlo supuesto de las Democracias y del Comunismo? Si somos benevolentes con unos, ¿por qué no con los otros?
Degrelle es un ejemplo de combatiente cristiano. Eso lo hace digno de elogio y de honor. ¿Luchó del lado equivocado? ¿Y cuál era el otro lado que le quedaba? Ese fue el drama de la generación de nuestros padres. No fue el nuestro. Por eso, a la hora de juzgar tengamos presente este hecho.
Felicito al amigo Capurro por este nuevo fruto de su pluma galana y valiente.
Mario Caponnetto
Muchas gracias por la respuesta Sr. Mario Caponnetto y COC. Lo que dicen me motiva a leer más sobre el tema.
saludos.
La verdad histórica es que en general los camaradas de Degrelle se sintieron defraudados, abandonados y hasta traicionados por él en los últimos días de la guerra.
Así lo han consignado algunos oficiales como el SS-Sturbannführer Frans Hellebaut (al que abandonó el 28/4 en el castillo de Zahren donde estaban juntos, sin siquiera notificarle), o el SS-Obersturmführer Charles Generet (muerto en Indochina en 1948 luchando contra el Vietminh bajo las banderas de la Legión Extranjera), y muchos otros.
Como dato curioso está la última carta, del 30/4 de Degrelle a sus hombres (cuyo estado material, moral y militar era calamitoso) en la que les dice que debe partir a Lübeck. En esta carta ni siquiera tuvo la delicadeza de escribir bien el nombre de sus propios oficiales principales Hellebaut, Henri Derriks ("Derrickx")y Marcel Bonniver ("Bonnivert"). Tengo un facsímil de la misma.
En general los veteranos de la Wallonie tienen una amarga visión de los últimos días de Degrelle en la guerra.
Recomiendo la lectura de "For Rex and Belgium, León Degrelle and the Walloon Political & Military Collaboration 1940-45" de Eddy de Bruyne y Marc Rikmenspoel, que es sin duda el trabajo histórico más completo y veraz sobre el asunto.
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