ORACIÓN A
SAN PEDRO
Aguardando
a su sucesor
Ecclesia
mergi non potest
San Agustín, Sermón 252
Tenías puesto un mote
pero te fue cambiado,
ya no el Simón hebreo:
quien
oye y obedece,
las manos que religan
los nombres y el destino,
te bautizaron roca, la
que no se estremece.
Tenías por la sangre
un firme apelativo,
aquel que de Jonás se
origina y procede
pero quien iba a darte
el pábilo y la lumbre
Te dio por nombradía
la piedra que no cede.
Tenías una patria, en
la agreste Betsaida
conminada a la pena de
cilicio y ceniza,
pero un nuevo linaje
te darían en Roma,
el gallo por escudo,
las llaves por divisa.
Tenías un oficio en
playas galileas
donde redes y peces se
batían en lucha,
pero te fue quitado, y
otra barca sin anclas
desde entonces tus
voces obedece y escucha.
Tenías una espada que
equivocó el momento
de talar enemigos o
imponer la justicia,
te alistaron en cambio
ejércitos perennes,
la invisible victoria
de la aérea milicia.
Tenías una vida de
nauta sin borrascas
—las orillas seguras,
el velamen riente—
pero te fue exigido
navegar mar adentro
y enfrentar al que
brama como león rugiente.
Tenías una muerte
previsible, serena,
tal vez en una noche
de musical adagio,
te pidieron la sangre
clavado a la madera,
Orígenes lo cuenta, lo
pintó Caravaggio.
Tenías la exigencia
del amor navegante
seguro en la cubierta,
casi un gesto cobarde,
te volvieron testigo
del Amor abrasado,
un amor que tres veces
te examina en la tarde.
Nombre, patria u
oficio; espada, vida y muerte,
la calma de la arena a
la sombra de un cedro,
la juventud viajera,
la vejez peregrina,
desde que fuiste Suyo,
nada fue tuyo, Pedro.
Danos en esta hora de
vigilia y quebranto
la esperanza de un
puerto, el frescor del olivo,
sotérrense las puertas
del infierno y se escuche:
¡Señor, tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo!
Antonio
Caponnetto
2 comentarios:
ya llego o no se enteraron es el amigo de uds. espiritu santo fallo causa finita est. el vikingo
MUY CLARO ELCUENTE Y ENTENDIBLE Y CLARA COINCIDENCIA CON UD. DANIEL JORGE
Publicar un comentario