LA DEMOCRACIA Y TRES PUÑALES MORTALES
A propósito del aniversario número treinta de la democracia creímos conveniente traer a colación algunas estadísticas de interés en relación con la pobreza, las desigualdades sociales, la corrupción institucional y el cada vez mayor mercadeo de sufragios.
Primer Puñal: Con la democracia crecieron el hambre y las desigualdades sociales
Comencemos citando un minucioso informe estadístico en relación con los índices de pobreza e indigencia de niños y adolescentes menores de dieciocho años y con la mortalidad infantil del período 1991-2001.
Lo particularmente interesante aquí reside en la procedencia de la información que a continuación transcribiremos: el INADI y el Ministerio de Derechos Humanos y de Justicia de la Nación, entre otros.(1)
¿Qué dicen las fuentes recién mentadas? En el capítulo III, refiriéndose a las condiciones de los Institutos de Menores, se lee: “los recintos están superpoblados, las celdas son pequeñas y hay hacinamiento”. “Los más chicos, que pueden tener hasta ocho años, comparten el recinto con mayores. El mobiliario, cuando lo hay, es deplorable, las frazadas insuficientes. Muchas veces no hay suficiente luz ni ventilación. Los sanitarios son inmundos y no hay agua caliente. La comida insuficiente y a veces no sacan a los jóvenes a los patios a hacer ejercicio y tomar sol. No reciben servicios educativos y poca atención médica o asistencia psicológica casi nula”.(2)
En el apartado del mismo capítulo referente a Niñez y Pobreza, dice: “El conjunto de la población infantil ha sufrido directa o indirectamente las consecuencias de los procesos de vaciamiento productivo, concentración de la riqueza, precarización laboral y desocupación […].
“La Encuesta Permanente de Hogares del INDEC señala que en octubre del 2001 un 70% de niños y adolescentes estaba afectado por condiciones de hacinamiento crítico […].
“Entre 1991 y 2001 el porcentaje de personas menores de 18 años bajo la línea de pobreza aumentó un 72,8%, mientras que el porcentaje de indigentes se cuadriplicó (+322%)”.
Otras fuentes indican que, en nuestro país, el 60% de los menores de 18 años y el 53,1 de los menores de quince son pobres. Sobre 2.800.000 niños, 1.486.000 viven en familias que no pueden comprar una canasta de alimentos y servicios básicos, y resultan preocupantes los niveles de deserción escolar y la falta de contención familiar.(3)
En cuanto a la mortalidad infantil, el informe reconoce que fue descendiendo desde los años ‘70 y aumentando progresivamente a mediados de los ‘80, logrando su cúspide en 1999, donde aumentaron drásticamente (casos Formosa, Tucumán). Lo mismo se especifica en cuanto al trabajo infantil y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes y al tráfico de menores.(4)
A confesión de parte…
La situación ciertamente no varió demasiado en años posteriores hasta la actualidad. En el 2012 el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA —entidad hoy plenamente identificada con la democracia— cifraba en casi once millones la cantidad de pobres en Argentina;(5) o sea, casi un 30% de la población.
Segundo Puñal: La corrupción in crescendo
Según informaba el diario “La Nación” el pasado 3 de diciembre de 2013, la Argentina continúa cayendo en picada en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), ubicándose ahora en el puesto ciento seis de entre las ciento setenta y siete naciones auditadas,(6) obteniendo treinta y cuatro puntos en una escala de cero a cien, compartiendo escalafón con países como Nigeria, Gabón, Tailandia, Etiopia, Tanzania, Bolivia y México.
De acuerdo al último reporte del Foro Económico Mundial, en el rubro institucional, la Argentina se ubicó 143 de 148 naciones y obtuvo “una de las más bajas puntuaciones en términos de corrupción” (seguramente con topemos aquí con un nuevo record histórico de nuestra vanagloriada democracia). Entre otros retrocesos relacionados registrados, en el rubro titulado “Favoritismo en las decisiones del gobierno”, la Argentina se ubica en el puesto 143 de 148.(7)
No obstante, estos números no son más que indicativos ratificadores de lo que la sociedad toda sabe y teme. En uno de los tantos sondeos y encuestas realizados a la ciudadanía en el marco de las elecciones del 2011, en referencia a los problemas a solucionar por el gobierno, un 23% señalaba a la corrupción como su máxima preocupación; sólo por debajo de la inseguridad, con un 36%.(8)
En junio del 2013, en vísperas de las PASO, la corrupción trepó al primer lugar con un 35%.(9)
Tercer Puñal: Tu voto no hace diferencia
La mercantilización de los sufragios se ha incrementado con el pasar de las décadas llegando a picos alarmantes en la actualidad. La venta de votos, realizada y supervisada minuciosamente por punteros de distinto signo político, se ha convertido en una industria cada vez más redituable. No decimos nada nuevo ni es algo que requiera mayores comprobaciones, pues todo se hace desembozadamente a la vista de todos, como cuando somos testigos en tiempos electorales del sinnúmero de abyectos punteros políticos —disfrazados de asistentes sociales— trasladando en hacinados furgones a personas de sectores marginales a las urnas y/o movilizándolos masivamente a actos políticos que les son totalmente ajenos y de los que nada entienden ni quieren saber. Lo que otrora era un secreto a voces es hoy una realidad que nadie se atreve a discutir.
En un esclarecedor estudio titulado “La Compra de Votos en Argentina”,(10) donde se analiza la dimensión que ha alcanzado el clientelismo político en Argentina y la compra de sufragios por medio de distintas argucias y mecanismos, se informa que un 35% de los votantes admitieron haber recibido beneficios de ciertos partidos políticos (peronistas en su mayoría) durante el transcurso de distintas campañas, estableciéndose fehacientemente también que los sectores pobres, marginales, fueron y son los principales blancos de este clientelismo: los argentinos pobres (30% de la población), en suma, por medio de la extorsión, terminan siendo clientes políticos.
Si a todo esto le sumamos el fraude electoral cada vez más agudizado y las irrisorias opciones que nos imponen (optar entre Freddy Krueger y Jack el Destripador no es elegir) entonces queda claro que tu voto, muchas veces, no pasa de ser una intención de deseo; queda estanco y rezagado en la interminable marea del lodo clientelista.
Treinta años de corrupción y hambre. Nada que festejar.
Cristián Rodrigo Iturralde
Notas:
1. Cfr. http://inadi.gob.ar/uploads/publicaciones_inadi/varios/plannacional.pdf
2. “Hacia un Plan contra la discriminación. La Discriminación en la Argentina. Diagnóstico y propuestas, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo”. Proyecto ARG/02/024. Capítulo III, Diagnóstico y Áreas de análisis, pág. 83. Consultar el informe para mayores referencias y fuentes probatorias de lo asentado.
3. Ídem, págs. 84-85
4. Ídem, pág. 86
5. La Nación, 20 de julio de 2012. Cfr. http://www.lanacion.com.ar/1491924-hay-108-millones-de-pobres-cinco-veces-mas-que-lo-que-dice-el-indec
6. “La Nación”, 3 de diciembre de 2013. Cfr. http://www.lanacion.com.ar/1644091-la-argentina-cayo-en-el-indice-de-percepcion-de-la-corrupcion
7. Urgente24, 27 de diciembre de 2013. Cfr. http://www.urgente24.com/220875-inflacion-trabas-y-corrupcion-los-problemas-de-una-argentina-menos-competitiva.
8. Elecciones Argentina, 13 de julio de 2011. Cfr. http://www.argentinaelecciones.com/noticia-encuesta-principal-problema-pais-1046.html
9. Consultora Blog. Ceis. Cfr. http://www.ceisconsultora.com.ar/
10. Valeria Bruso y Marcelo Nazareno: “La Compra de Votos en Argentina”. Trabajo presentado en el Sexto Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político, del 5 al 8 de noviembre de 2003. Para el trabajo contaron con la colaboración de la Universidad Nacional de Villa María, la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Católica de Córdoba, bajo la supervisión de Susan Strokes, de la Universidad de Chicago. Consultar completo en http://www.saap.org.ar/esp/docs-congresos/congresos-saap/VI/areas/06/brusco-nazareno.pdf
1 comentario:
Hay que crear pobres así, les damos un subsidio, pero la mitad para la Corona
saludos
Santiago Stehl
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