UN PRÓCER PERONISTA
UN CURRICULUM LLAMATIVO
Acá trataremos de un personaje ilustre: José Luis Manzano, alias “Chupete”, y más familiarmente, “Cototo”.
Mucho más joven que yo (nacido en 1956), comprovinciano mío (nadie es perfecto), se destacó como Ministro de Interior del presidente Carlos Menem (1991-1992). En un corto lapso, con el auxilio de su edecán el “Chueco” Masson, se hizo célebre en el gran público por sus afanes administrativos. Ímproba labor que —dicen— lo llevó a pronunciar una frase de antología: “Yo robo para la corona” (mito de la corrupción menemista).
Antes de eso había brillado en la Cámara de Diputados de la Nación (1983-1991). Había integrado el ala “reformista” del peronismo (que, como es sabido, tiene alas de todos los colores, como una mariposa), con Antonio Cafiero, pero, siempre ágil, pronto se registró en el libro de pases en el equipo del por entonces patilludo y riojano candidato presidencial. Como parlamentario había adquirido fama por su proyecto de declarar el 11 de octubre como el “Último día de la Liberación de América Latina”. Pensé entonces que él encabezaría la protesta mapuche. Sin embargo, la mención a Vespucci (“América”) y al Lazio, cuna de la romanidad (“Latina”), descartaba la relación con “los pueblos originarios” (para llamarlos de algún modo).
Por otra parte, me acordé que los indios (la gente que vivía detrás del Islam, según los europeos) no tenían rótulo para designar el continente donde vivían. “Chupete”: ¿sería italiano? ¡No! Si no en vez de Manzano, sería “Melo”…, pero la duda me quedó. En lo que sí estaba firme era en su “liberacionismo”. En la década de 1980 a 1990 presidió en Mendoza las diversas comisiones de auxilio a los chilenos castristas que, por fuerza mayor, se exiliaban tras los Andes. “Cototo” era un médico joven, insigne luchador por los derechos humanos de los marxistas en apuros. Siendo diputado consiguió para su esposa de otrora, una maestra, un préstamo hipotecario, de bajísimo interés, de esos que otorgaba otro joven político que prometía mucho, el platense Carlos Raimundi (que de alfonsinista ha pasado a kirchnerista, de la Coordinadora a La Cámpora, y que en 1994 fue becado por el Consejo Británico para investigar en Inglaterra), que dio que hablar a los mal pensados.
Bien. Pero aquello había pasado a la historia. En 1993 ya era un snob que se vestía con un “enterito” anaranjado y se operaba las nalgas para levantárselas un poco. Con los dinerillos ahorrados durante su gestión menemista se autoexilió, no en Cuba —como alguien hubiera supuesto— sino en los Estados Unidos. Allí permaneció dos años (1991-1993), intensa e intelectualmente proficuos. Se inscribió en la Universidad de La Jolla, próxima a San Diego, en California, y después en la de Georgetown, de los jesuitas, en Washington. ¿Qué hacía “Chupete” en una de las universidades más caras de USA y en un selecto instituto clerical…? No se sabe bien qué es lo que había estudiado. Lo cierto es que en esos am-bientes obtuvo muy buenas conexiones económicas, que desembocaron en Florida —“flórida”, dicen los bobos que se acoplan a la pronunciación anglosajona, ignorando que Hernando Soto la bautizó así por la Pascua Florida de Resurrección—. En “flórida” —por esa época paraíso del “déme dos” de los turistas argentinos, aquellos que decían “Ver Orlando y después morir”— se asoció con Jorge Mas Canosa, líder de los cubanos escapados del edén antillano. De nuevo, los mal pensados, dijeron que más que con los cubanos fue con los colombianos con quienes trabó amistad “Chupete”.
Lo cierto es que, añorando el dulce de leche, el mate amargo y el choripán, retornó a la Argentina. Volvió al país, pero no a la política partidaria. Ahora, en 1994, Manzano se convirtió en “empresario”. Al principio, con cierta timidez. Se asoció con Daniel Vila —¡gran valor!— en el “Grupo Uno”, cadena que ha llegado a contar con cuarenta medios de comunicación, y en su colateral, el “Supercanal”.
Empero, Manzano era un socio oculto de Vila. También comenzó a comprar viñas en su Tupungato natal (hoy posee 1.533 hectáreas plantadas, en una zona donde cien hectáreas sobran para vivir con holgura). En los mentideros de aquel tiempo de “asomo”, diríamos, se comentaba el caso de un sujeto que había servido de “palo blanco” a “Chupete”, y que al divorciarse, pícara, la mujer le exigía la mitad de la plantación. Pues, la fulana habría recibido la visita de dos matones que, junto con unos pocos pesos, le dieron un adelanto de lo que le podría suceder si insistía en su extorsión. En fin, era un período de oscuridad, que por suerte, pronto se superó.
Después, Manzano constituyó el Grupo Vitivinícola de Tupungato, con su bodega “Altus”, que elabora un millón de litros. Inauguró el restaurante “La Tupiña”, en Guatallary. En Mendoza se hizo socio de la compañía eléctrica estatal EDEMSA, al tiempo que intervenía con “Andina S.A.” en “Hidroeléctrica Ameghino” en Chubut. Participaba en la firma Ketsal y Kilwer; y su sociedad con Vila se hacía cargo de “América TV”. Esta actividad mediática ha sido excelente, pues ha contribuido a borrar acusaciones infundadas, como la de haber recibido coimas en la así llamada “tangente italiana”. De vuelta me asaltó la pregunta: ¿sería italiano Manzano?
De mata en mata y de salto en salto, nuestro empresario —que, ¡ojo! nunca ha dejado de ser peronista, es decir, se dedica a “combatir al capital”— se lanzó al campo petrolífero. A ese efecto, constituyó “Andes Energía”, en el 2007, con otros socios (su abogado Jorge Aidar Bestene, Luis Nofal y Alfredo Vila).
Tal el llamativo “curriculum” empresarial del antiguo militante de izquierda.
MATANDO VACAS EN LONDRES
Acerca de “Andes Energía” escriben en la revista “Noticias”, de Buenos Aires (15 de marzo de 2014, pág. 31) que es una compañía pública que “cotiza en la bolsa de Londres y con la que se presentaron a licitación en México. También tienen presencia en Colombia, Paraguay, Venezuela y Argentina”. En total, facturó el año pasado 1.490 millones de pesos. Tienen además el 10 % de Metrogás. “Teníamos una opción de compra por el 51 %, pero el Estado tenía un derecho de preferencia. Se la terminó quedando YPF por un valor muy bajo”, explica.
Pero el negocio alcanzó para acercar a José Luis Manzano otra vez al poder. Fue Sebastián Eskenazi, ex CEO de YPF, el que lo invitó a un acto de la petrolera. Allí se produjo el encuentro con Cristina, pocos meses después de la muerte de Néstor. “Fue muy emotivo, se abrazaron y le dio sus condolencias. Ellos tenían una vieja relación de cuando José Luis era ministro del Interior. Cristina le pidió verlo, que fuera a Olivos a hablar”, relata Vila. “Desde entonces, Manzano fue un invitado de lujo en distintos actos oficiales, siempre en primera fila después de años de ostracismo por ser considerado un emblema menemista”.
Menemista-kirchnerista. Son minucias. Manzano no es ya más un simple partidócrata; él es un empresario de “status” internacional. Eso es sabido. No cabe, pues, asombrarse con sus actividades.
Sin embargo, el 6 de marzo del corriente año, leí en un diario de Mendoza, algo que me pasmó. Era una recensión de un artículo de la revista londinense “Bloomberg Markets”, titulado “Argentina oil´s bonanza helping too few led by political friends” (“La bonanza argentina del petróleo ayuda a unos pocos amigos políticos”). Allí se señala que una empresa titulada “Ragusa” se ha quedado con treinta y tres concesiones petrolíferas en la Argentina. Aseguró a Bloomberg Germán Ranfil, quien desde hace quince años acompaña a Manzano en sus diversos emprendimientos. También, Ranfil es: “el artífice de los acuerdos firmados con YPF por los cuales Andes no pone un centavo de inversión y obtiene ganancias, si YPF encuentra petróleo. El cerebro detrás de la conformación de Andes Energía y la obtención de nuestras concesiones es Manzano, dice Ranfil, quien ahora es gerente financiero de Andes, en el artículo de la revista”.
Resulta que la empresa “Ragusa” estaba en quiebra, Manzano la compró barata, pagando con acciones de Andes. Continúa informando Ranfil. Así dice que:
“Andes ha firmado acuerdos con YPF para desarrollar 15 de sus 33 áreas. En todos sus acuerdos, Andes pone sus campos, YPF la inversión inicial y Andes le devuelve el 30 por ciento de la inversión con el petróleo que se obtenga, sólo si se obtiene petróleo. Manzano es líder de uno de los siete grupos de ex funcionarios y miembros del partido gobernante peronista que han ganado un pedazo de las riquezas energéticas del país”, informa Bloomberg.
La palabra “leonino”: ¿algo tendrá que ver con lo antes descrito?
Anota la revista Bloomberg Markets otro problema conexo:
“Los acuerdos entre YPF y las empresas controladas por Manzano, luego compradas por Andes (Kilwer y Ketsal, entre otras) fueron en su mayoría firmados en 2011, cuando YPF era controlada por Repsol y su CEO era Sebastián Eskenazi. El titular de YPF, Miguel Galuccio, quien no revisó los contratos, declinó hacer comentarios para el artículo, según la revista.
“También con Kilwer y Ketsal se adjudicó la explotación y comercialización por veinticinco años de potenciales áreas petroleras en la provincia de Córdoba.
“Manzano declinó repetidos pedidos de entrevista de Bloomberg pero habló a través de su abogado Dominic Crossley, un socio del estudio jurídico Collyer Bristow, con sede en Londres, asegura que Manzano ha visitado a todos los presidentes de los últimos treinta años, incluidos Néstor y Cristina Kirchner. Y revela que su cliente se ha reunido con Galuccio”.
La revista británica, pasa a considerar otras cuestiones vinculadas al negocio de Manzano, especialmente referidas al área de Vaca Muerta:
“Entre otras concesiones, Andes tiene derecho para explorar en 860 km2 dos áreas de Vaca Muerta. Sus acciones en la bolsa de Londres casi se triplicaron, saltando de 22 libras a 70 en diciembre pasado, cuando anunció que su acuerdo con YPF para desarrollar Chachauén, Mendoza, comenzaba a mostrar resultados prometedores. Ayer cerraron a 62 libras”.
Bloomberg Markets en su muy extenso artículo, se ocupa de otros casos de negocios petrolíferos, que también son “amigos del poder”. Por ejemplo, el de Daniel Peralta (ex integrante del directorio del Banco Central) y su esposa Laura, quienes compraron una empresa Delta, en quiebra, para trabajar áreas en Salta. Este asunto terminó muy mal. En noviembre de 2012, en su casa de Arizona los Peralta fueron hallados muertos. “Peralta mató a su esposa y luego se suicidó” (“Los Andes”, 6 de marzo de 2014, p. A-3).
Es de esperar, que “Chupete” Manzano y su actual esposa, Teresa Jordán, no se vean enfrentados a situaciones como las que vivieron los Peralta.
Bien. La crónica de la revista londinense, con escasísima difusión en el país, es la que nos ha movido a redactar esta nota.
Antes de terminar, queremos asentar un “mea culpa” personal. Varios amigos nos decían que Manzano se llamaba “Apfelbaum”, porque era judío. Yo lo negaba, porque, decía, este sujeto era hijo de un hombre humilde de Tupungato. Pues, resulta que ahora abro Wikipedia [es.wikypedia.org/wiki/ Jose_Luis_Manzano_(empresario)], y leo: “Manzano, José Luis; religión: judía”. Perdón por haber estado engañado.
De todas maneras, ahí queda la silueta de este prócer peronista. Hay que ir pensando en la estatua (tal vez para ponerla en el lugar donde estaba la de Colón, por aquello del “11 de octubre”). Eso sí, frente a la futura avenida Néstor Kirchner (ex Paseo Colón y Leandro N. Alem).
Enrique Díaz Araujo
jueves, 27 de noviembre de 2014
domingo, 23 de noviembre de 2014
Editorial del Nº 110
LA IDIOTA
Si de alguna precisión terminológica
nos valemos, la palabra idiota tiene
la suya, y se remonta a las fuentes lingüísticas de la vieja Hélade. De acuerdo
con las mismas, parece ser que el término comenzó designando al sujeto egoísta,
en quien los negocios particulares superaban a las preocupaciones por la polis o simplemente por el prójimo. El
provecho privado era el centro de sus intereses y el bien común le era ajeno.
El idiota, en suma, resultaba ser un ignorante de lo esencial y un desdeñador de lo perenne; y resultaba a la par, y en consecuencia, un espíritu tosco e indocto apegado a las satisfacciones de sí mismo y al mundillo de lo trivial. Era, además, no propiamente un iletrado, pero sí un personaje impío cuanto plebeyo. Su peligrosidad —evidente otrora y ahora— se acentúa y se subraya si por algún arcano el idiota pasara a ocupar funciones o cargos de pública responsabilidad.
El idiota, en suma, resultaba ser un ignorante de lo esencial y un desdeñador de lo perenne; y resultaba a la par, y en consecuencia, un espíritu tosco e indocto apegado a las satisfacciones de sí mismo y al mundillo de lo trivial. Era, además, no propiamente un iletrado, pero sí un personaje impío cuanto plebeyo. Su peligrosidad —evidente otrora y ahora— se acentúa y se subraya si por algún arcano el idiota pasara a ocupar funciones o cargos de pública responsabilidad.
Encabalgada en la semántica, la psicopatología hizo lo suyo, llamando idiota al que padece un retraso mental, con otros tristísimos rasgos asociados: la desmemoria, el enanismo y el cretinismo, por citar los más desgarradores y también los más simbólicos. No hizo falta que el vulgo leyera a los grandes tratadistas de semejante mal para aplicar el término a quien popularmente cuadrara, según el sentido común. Pero por si acaso todo el mundo creyera saber lo que es un idiota, no está de más recordar estas precisiones que proceden de la política primero y de la ética y la psiquiatría después.
Se hacía necesario el introito, porque a raíz de que el abyecto Mauricio Macri premiara como personaje destacado de la cultura a un multimediático degenerado, otro de su misma laya —con diferencia de crines y de lípidos, conste— ha invitado a un colectivo rasgamiento de vestiduras aduciendo que se premiaba a la idiotez; y que él —como filósofo oficial del kirchnerismo— no lo podía permitir sin imprecaciones y vagidos múltiples. El espectáculo protestatario de José Pablo Feinmann, el zaparrastroso sofista cristínico, desgranando sus lamentaciones ante el vejamen al pensamiento que acababa de perpetrarse, compitió en paridad de impudicia con el bailongo de la gárgola, cuya especialidad convirtió en denostable premiado a quien hasta ayer nomás era un socio activo y rentable del modelo nacional y popular. Dos obscenidades confrontaban así su valía, en una puja de testas que semejan trastes y de glúteos que ofician de mollera.
Lo cierto es que, por el camino trazado por las nobles etimologías, nada más idiota que este gobierno y la señora que lo encarna y ejecuta. Hundir a la patria en el flagelo de la inseguridad y de la indefensión; humillar su señorío económico formando parte activa y lacayuna del mismo buitrismo que se declama combatir; perseguir a la fe católica y adulterarla luego en un trasvasamiento papolátrico oportunista; distorsionar el pasado y envasar al vacío la realidad presente; enajenar la soberanía política en un alineamiento atroz con el castro-chavismo; promover la contranatura del modo más insistente y aborrecible; fomentar la inmoralidad de las costumbres, arrancar los últimos vestigios del derecho natural y cristiano, propender a la guerra social continua, abrir las puertas a los delincuentes y encerrar de modo inicuo a los que combatieron al marxismo, sin más distinciones que las antojadizas sentencias de jueces serviles; glorificar al terrorismo setentista, trocando en próceres a los homicidas seriales; todo esto y un larguísimo recuento de iniquidades que podrían seguirse sin pausas, no constituyen lo peor del kirchnerismo. Lo que es mucho decir.
Lo peor —y he aquí el por qué llamamos con propiedad, idiota, a quien tamañas ruindades moviliza— es que estas desventuras públicas ilimitadas corren paralelas al enriquecimiento privado, al beneficio familiar, a los privilegios parentales, a las prebendas repartidas entre hijos y entenados, al latrocinio insaciable, al éxtasis de las cajas fuertes acumuladas en las mansiones del clan, a incontables actos de piratería consumados para la propia corona: la de la dinastía Kirchner, de la que algún día, no muy lejano, los verdaderos historiadores usarán inexorablemente como sinónimo de rapiña, codicia y estafa.
Ya que a los griegos mentamos en el origen de estas líneas, con los griegos cerremos. Del canto noveno de la “Odisea” es la referencia a los lotófagos, o comedores de loto; un pueblo desdichado del nordeste africano que por tener al mencionado alimento como ingesta excluyente había terminado por perder la memoria. Lo peor es que los hombres de Ulises, a fuer de compartir tan irrecomendable vianda, acabaron por olvidarse hasta de la misma patria a la que regresaban y del deber del retorno anhelado; si bien pronto halló el héroe cómo paliar tamaña amnesia, con la fuerza de su mando justiciero. También Herodoto, en el libro cuarto de sus “Historias”, refiere la existencia de esta raza dada al olvido y al exilio de la retentiva.
Que no nos suceda lo que a los lotófagos. Guardemos en la memoria los males de la idiotez hoy dominante y devastadora, para impedir que se repitan y, si fuera posible, para ponerles bozal y freno. Guardemos a la par en la memoria todo aquello que merezca ser evocado y convocado, por la potencia de su espíritu verdadero sin mancilla, y bueno sin fisuras y bello sin máculas ni arrugas. Entonces, como Ulises y sus navegantes, hallaremos el camino de regreso que conduce a la patria postergada.
Antonio
Caponnetto
miércoles, 19 de noviembre de 2014
martes, 18 de noviembre de 2014
Cartas de Lectores
REPRESIÓN Y REPRESORES
Estimado
señor Antonio Caponnetto:
En
estos dos meses, octubre y noviembre, año 2014, he enviado dos cartas, una a “Clarín”,
otra a “La Nación”, con el mismo título: “¿Que hará el gobierno?”,
que no merecieron ser publicadas, a pesar de mis pedidos al respecto.
Yo
soy inmigrante esloveno y fui el 27 de mayo del año 1945 (ya terminada la
segunda guerra mundial) como integrante del Ejercito Anticomunista Esloveno,
engañado, traicionado y entregado a las tropas titoístas por los supuestos
aliados británicos, que entonces ocupaban la región Carinthia de Austrisa. Aquella
traición significó una exterminación brutal, ya que casi todos los integrantes
de ese Ejército voluntario anticomunista fueron masacrados, la mayoría en el
mes de junio de ese año, en los bosques eslovenos, y tirados a las cavernas
subterráneas o sepultados, algunos vivos, en las minas abandonadas.
Hoy
día, en la República de Eslovenia están registrados ya más de 600 lugares de
estas matanzas masivas, cometidas por los rojos. Sí, por los ROJOS.
Con
lo dicho entenderá mi reacción irónica frente a los así llamados represores, de distinta proveniencia y de
distintas épocas, en mi querida tierra adoptada. Y que da lugar para reírse de
esos famosos defensores de la democracia, entre los cuales pretenden
encontrarse, si bien cabizbajos y achicados, los dueños de “Clarín” y de
“La Nación”.
Reciba
mis saludos muy atentos.
Albín Magister
Pdta: Abajo va la carta.
En
el “Clarín” del día de hoy, 25 de octubre de 2014, página 3, y en la columna “Semáforo”
de Gonzalo Abascal, leí bajo el título “Represión para todos”, una noticia, que
últimamente se repite, y nos informa de “la represión con palos y gases”, por
la policía, a integrantes de una cooperativa y que parece coincidir esta
actitud de la policía con la opinión del secretario de seguridad, señor Sergio
Berni. Al respecto me permito, con la seguridad de ver impresa mi opinión en
este diario, hacer una pregunta a las AUTORIDADES: ¿qué piensan hacer con estos
REPRESORES evidentemente infiltrados en la policía? ¿Es que no aprendieron nada
de las épocas pasadas? Y algo más: me permito recomendar a la dirección de “Clarín”,
o a alguno de sus periodistas, que se expresen al respecto.
¡Saludo
atentamente!
Albín
Magister
viernes, 14 de noviembre de 2014
Eclesiales
A PROPÓSITO DEL
“CASO ANGELELLI”
En general, todos los argentinos contestarían igual si le
preguntasen por el origen de la fortuna K, aunque lo hicieran desde distintos
puntos de vista: con aplauso aquellos K creen que hay que aprovechar cualquier
oportunidad para quedarse con lo ajeno; con envidia, otros que no tuvieron esas
oportunidades que brinda el Poder Ejecutivo; y con reprobación las personas
decentes.
Es típico de los piojos resucitados, cuando ascienden a
puestos expectables, hacer quemar incienso a los chupamedias o pelotilleros,
como imaginan falsamente que harían los nobles de sangre o los conquistadores,
porque no se les ocurre que el poder pueda ser para otra cosa que usufructo
personal. (No está demás recordar que, con ocasión del primer gobierno elegido
por sufragio universal en 1916, se popularizaron las expresiones “genuflexo” y
“adulón”, más castizas que el lunfardo “chupamedias”).
Y si preguntamos por Boudou, cabeza del Legislativo (digo
“cabeza”, no en el sentido intelectual, sino porque lleva pelo), la respuesta
estaría matizada entre la indignación de muchos y las carcajadas de burla de
los legisladores, haciendo pito catalán a la decencia.
Pero es de justicia reconocer que no se quedan atrás algunos
de los Jueces o magistrados del Poder Judicial, para completar las pruebas de
que, al menos entre nosotros, democracia es corrupción. Y para eso se hizo la Constitución…
si no, ¿para qué? Como denuncia Martín Fierro, no se hizo para felicidad del
pueblo argentino, pero sí para provecho y fiesta de los magistrados, como el
primer presidente, que se coronó —dicen— el hombre más rico de Sudamérica.
La política de inclusión, también incluye a esos jueces que
inventan crímenes inexistentes para condenar patriotas, aunque no sepamos qué
ganan con eso. Francamente, desconcertante: si de los 30.000 desaparecidos, la
CONADEP reconoce a unos 8.000 muertos por los militares durante la guerra, los
otros 22.000, ¿fueron asesinados por la troupe “Bonafini y sus Madres de la
Plaza…”, que difundieron la cifra? Porque está claro que, si Monseñor Angelelli
no murió en un accidente, lo mataron los jueces 38 años después.
Yo no sé, no lo termino de entender. Porque si las cuentas
del enriquecimiento ilícito y las de los desaparecidos son creíbles, ha de ser
porque el CONICET habrá creado una aritmética nueva, para gloria de los
científicos matemáticos K.
Lo que sí sé, es que a fines de los años ’60, tenía un alumno
protegido por los presbíteros Erio Vaudagna y “El Gato” Rivarola, que parecía
enfermo de monomanía y sólo hablaba de las masas explotadas y oprimidas y de
opresores, etc. De todo Marx, era lo que había entendido. Pobre, se llamaba
Miguel Ángel Barrionuevo, y salió en los diarios cuando lo llevaron a un
hospital riojano, herido en un campo de entrenamiento guerrillero, por lo cual
la policía lo detuvo. Pero lo liberaron, bajo la palabra del Obispo Angelelli,
de que no era guerrillero sino que había sido herido estando ambos en una
partida de caza. Lo que no me consta, es que sea auténtica la fotografía del
Obispo Angelelli celebrando misa en un altar con las insignias de Montoneros,
aunque dicen que apareció en un diario de ellos.
Y en 1971, si no recuerdo mal, los titulares del vespertino
“Córdoba” anunciaban “OCHO BOMBAS EN EL PALACIO DE JUSTICIA”. ¿Quién las había
colocado y, una vez apresado, las localizó para que la Brigada Anti explosivos
las desactivara a tiempo? (O sea que sabía perfectamente dónde las había
puesto). Pues, ¡Miguel Ángel Barrionuevo!
Unos años después, un día, el oeste de la ciudad de Córdoba
quedó incomunicado con el centro, porque sobre puente en el cruce de la Ruta 20
y el Canal Maestro Sur, se libraba una batalla entre fuerzas terroristas y la
Policía Federal. Después, me dijo un colega, que uno de los muertos era Miguel
Ángel Barrionuevo, amigo, compañero de cacerías y protegido del Obispo
Angelelli.
Hay que rezar también por la conversión de esos jueces, con
oraciones inclusivas, agregándolos a las extensas enumeraciones de los
gobernantes ladrones, cuando se reza por los enemigos. Que Dios les permita
arrepentirse y los perdone, si ellos le piden perdón e indemnizan a los
encarcelados injustamente. Y a los otros, previa restitución de lo robado.
¿Y, no sería posible, que Dios permitiera al fantasma del
Obispo Angelelli, aparecerse a esos jueces para que se arrepientan de haberlo
asesinado en los papeles, a fin de condenar militares inocentes de ese crimen? Siendo
tan bueno, ¡cómo no los ayudaría a arrepentirse!
Y así también nos ayudaría a librar la Patria de corruptos
poderosos. Amén.
Marcial Castro Castillo
sábado, 8 de noviembre de 2014
jueves, 6 de noviembre de 2014
Aniversarios
GUERRERO, FILÓSOFO Y POETA
A
veinte años de la muerte de León Degrelle
El 31 de marzo de 1994, en la ciudad
de Málaga, partía de este mundo uno de los últimos guerreros de la Segunda Guerra
Mundial. Un viejo sobreviviente de la rabia de Nüremberg. Líder político,
militante, soldado, padre y poeta, León Degrelle, parece sintetizar en su
figura la amalgama de los templados héroes del parnaso.
En el género autobiográfico, el
mismo Degrelle se ha retratado en sus “Memorias”.
Nos ha revelado cuánto debió luchar, en territorio belga, para consolidar la
unidad política de su movimiento rexista, nacido en honor al único Rex: Cristo. En fin, en estas páginas,
se puede leer un colorido testimonio de un guerrero incansable batallando por
el triunfo de la verdad. Dice en uno de sus párrafos: “Así, pues, me alisté como soldado simple, pese a que era padre de
cinco niños, para que el menos favorecido de nuestros camaradas me viese
participar con él de sus penas y sus infortunios…”
Sin embargo, al conmemorar estos
veinte años de su partida, hemos decido recordarlo, enfatizando su condición de
poeta. Oportunamente, Santo Tomás recordaba que “el filósofo y el poeta tienen en común lo maravilloso”. Seguramente,
las difíciles experiencias de la segunda guerra mundial habían regalado a
Degrelle la posibilidad de poner en práctica un bagaje de conocimientos que
pronto serían transformados en una ascesis poética.
Allí se producirá el encuentro con
lo maravilloso. Las condecoraciones eran sólo un reflejo de una entrega
absoluta; abandono propio del hombre filosófico que se da permanentemente a fin
de encontrarse con la verdad. Idea y realidad, en Degrelle, se vuelven un todo
indisoluble, prueba viva del apotegma “filosofar
es estar presto a morir”. De un momento a otro, esa filosofía se iría
modelando hasta producir el deslumbramiento de las formas. El libro “Almas ardiendo” es el fruto de un
soldado que ha lidiado contra todas las inclemencias, materiales y
espirituales. Como lo dice el mismísimo Gregorio Marañón, en el prólogo a dicha
obra, son “páginas de insuperable
hermosura”.
Será suficiente emprender la lectura
de la “Agonía del Siglo” para
encontrar párrafos de intensa profundidad: “¿Para
qué guardar al fruto maduro que tendría que repartirse entre todos? El amor, el
mismo amor, ya no se da a los demás; se huye con él entre los brazos, de prisa,
de prisa. Sin embargo la única felicidad era aquello: el don, el dar, el darse,
era la única felicidad consciente, completa, la única que embriagaba, como el
perfume sazonado de las frutas, de las flores, del follaje otoñal”.
La aguda perspicacia que ha caracterizado
a este “homo conditor”, puede
colegirse de la primera parte de este maravilloso libro. Claramente, y como su
título lo indica, “Corazones Vacíos”
narra las consecuencias de la posguerra, no como un estólido y vacuo relato del
“triunfo de la libertad”, sino más bien retomando una mirada analítica del
hombre desacralizado. Entonces, el epílogo no se hace esperar: “Sin amor, sin fe, el mundo se está
asesinando a sí mismo…”
Degrelle, como buen poeta, sabía
elevar su mirada a Dios. Sabía adorar el esplendor de la Forma, pues su vida y
su gloria militar no eran otra cosa que una consagración a la Voluntad Divina.
Así, este valiente y audaz luchador
no nos dejará sucumbir en la pobreza de los tiempos. La “Vida Recta” es una lección para el combate diario. Es alimento
para el hombre que reconoce en las armas un medio para alcanzar la gloria. “El gran ideal da siempre fuerza para domar
el cuerpo, para soportar el cansancio, el hambre, el frío…” Nuevamente,
aflora el coraje de nuestro luchador cuando en dicho capítulo leemos: “Una vez cumplidos nuestros deberes, ¿qué
más da morir a los treinta años o a los cien años? ¡Lo que importa es sentir el
corazón encendido, cuando la bestia humana grita extenuada!”
Los capítulos se suceden en este libro
que parece no tener fin. Cada palabra, cada hoja descubre un sinnúmero de
reflexiones y alternativas. En la “Renunciación”
nos enseña el misterio de la felicidad. “La
verdadera felicidad, la felicidad digna del hombre, la que nos eleva, es la
felicidad asistida por el espíritu, la que nace de la renunciación del alma, de
su abdicación, en la plena conciencia, de los placeres que la vida nos ofrece y
nos regatea”.
Podríamos abundar en citas. Pero
entendemos que siempre es mejor leer y releer el texto mismo. Allí, se
encontrará un manual para el guerrero, una guía para el filósofo y una palabra
para el poeta.
Octavio
Guzzi
sábado, 1 de noviembre de 2014
De pluma ajena
IGLESIA Y ACTUALIDAD:
a propósito de ciertas ambigüedades
Dos entrevistas: Kasper, Martini. Y el caso del Sínodo
La creciente difusión de numerosos artículos de opinión sobre temas de actualidad
de la Iglesia permite reconocer un lenguaje muy particular. Nos referimos a lo
que estuvo y todavía está circulando en torno al Sínodo de la Familia, por poner
un ejemplo. Declaraciones, desmentidas, idas y vueltas; confusión,
sencillamente. Para muchos, esta forma de hablar podrá parecer novedosa. Sin
embargo, no lo es. Pocos minutos de Google
son suficientes para darse cuenta: pensemos –por poner sólo un ejemplo– en
el texto firmado por el entonces Monseñor Rino Fisichella en el año 2009, donde
su peculiar retórica le hizo posible justificar la comisión de un aborto en
Brasil,1 siendo objetado
públicamente por Monseñor Michel Schooyans.2
Sin embargo, quizá sí constituya algo nuevo su enorme difusión en redes
y noticias. La propagación masiva de artículos periodísticos –que sirven en
bandeja estas declaraciones– vuelve este lenguaje accesible a casi todos. De cualquier
manera, no cabe duda que hoy es posible identificar cierta forma de expresarse.
Es indudable que existe un estilo de comunicación con características propias.
No es tarea fácil reconocerlo. Sin embargo, creemos que es posible.
Vamos a los casos. Caso 1: un fragmento de la reciente entrevista de
Elisabetta Piqué al Cardenal Walter Kasper en La Nación.3 Hacia el principio, la entrevistadora le
pregunta: “¿Usted dice entonces que no se
puede cambiar la doctrina, pero sí la disciplina?”. Y el
Cardenal contesta:
La doctrina no puede cambiar.
Nadie niega la indisolubilidad del matrimonio. Pero la disciplina sí puede
cambiar y ya ha cambiado varias veces, como vemos en la historia de la Iglesia.
Luego la entrevista pasa a otros cauces. Pero queda sin profundizar esto
de la disciplina y la doctrina. De un lado, la disciplina: algo que (de
guiarnos por la entrevista) parece voluble, sin mucha sustancia. Algo que
“puede cambiarse”. Enfrente, sí, eso sí, la doctrina
que permanece intocable. ¿Es así?
En realidad, las cosas son
diferentes. Hay disciplinas que pueden cambiar y hay disciplinas que no: es
falso que toda disciplina sea, sin más, modificable. Primera distinción. Pero
hay otra más importante aún: toda disciplina debe guardar perfecta coherencia
con la doctrina que pretende reflejar. Si la doctrina dice blanco, la disciplina
no puede decir negro. Aunque sólo sea “la disciplina”.
Por lo tanto, la afirmación del Cardenal Kasper es sumamente confusa. No
se puede sostener verbalmente la indisolubilidad del matrimonio al mismo tiempo
que se propone algo que “tira abajo” la doctrina sobre esa indisolubilidad.
Sería como decir que “creemos en Dios” pero que aceptamos el ateísmo. Al
respecto, el Cardenal Ruini ha dicho muy acertadamente:
no se puede
pretender que el matrimonio sea indisoluble y comportarse como si no lo fuese.4
Caso 2: segmento de la entrevista al fallecido Cardenal Carlo María
Martini. Quedó consignado, entre otras cosas, este enunciado suyo:
Veo en la Iglesia de hoy tanta ceniza encima de las brasas
que a menudo me asalta un sentimiento de debilidad. ¿Cómo liberar las brasas de
la ceniza de forma que se reavive la llama del amor? En primer lugar debemos
buscar estas brasas. ¿Dónde están las personas llenas de generosidad como el
buen Samaritano? Las que tienen fe como el centurión romano. Que son
apasionados como Juan Bautista. Que se
atreven a innovar como Paolo. Que son fieles como María de Magdalena.5
¿Qué pensar ante la palabra innovar
en boca de Carlo María Martini, una de las cabezas intelectuales del
progresismo católico? Quizá nos ayude las palabras de Ernesto Hello. Este gran
defensor de la fe sostenía que mezclar la verdad y el error otorgaba a la verdad
apariencia de error; mientras que, al
error, le otorgaba apariencia de verdad.
No es otro el procedimiento latente en este párrafo. Analicémoslo: ¿quién
podría rechazar ejemplos de generosidad? ¿O la fe del centurión? Ningún fiel
negaría la pasión del Bautista ni la fidelidad de la Magdalena. Ninguno. Sin
embargo, junto con santos ejemplos, se colaba la tristemente hueca consigna de atreverse a innovar. Y decimos nosotros:
¿Innovar qué?
¿Qué quiere Ud. innovar?
No lo sabemos. No lo dice.
Está bien, no diga Ud. qué quiere innovar. Pero acaso, ¿no querrá decirnos
tampoco para qué desea innovar? Esa
es la otra pregunta que surge: ¿Para qué desea esa innovación? Usted desea convertir
ÉSO (no sabemos qué), ¿en algo distinto? Más aún: ¿cómo podemos saber que es
algo distinto de X, si no tenemos idea de qué entiende Ud., Cardenal, cuando
dice X?
Cuando Martini hablaba de innovar –“atreverse”,
decía, como si los que son fieles a la verdad recibida estuviesen llenos de
temores–, ¿por qué no dijo qué tipo de cambio aspiraba? ¿Por qué delega en nosotros
la exacta interpretación de sus palabras? ¿Cómo no pensar que –en boca de Carlo
María Martini, nada menos–6 innovar quiere decir alterar la
enseñanza de la Iglesia sobre anticoncepción, homosexualidad, aborto,
eutanasia, acomodándose al pensamiento dominante? A diferencia de otros
bautizados que abiertamente proponen la cultura de la muerte, estas expresiones
son suficientemente tímidas como para no despertar reacciones… pero suficientemente
claras como inducir al error.
Caso 3: fragmento del texto borrador –no el definitivo– del Sínodo. En
el párrafo temático N° 50 podemos leer:
Las
personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad
cristiana: ¿estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un
espacio de fraternidad en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una
Iglesia que sea casa acogedora para ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado
de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la
doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?
Veamos.
Nadie duda que las personas con tendencia homosexual –mal llamadas
“personas homosexuales”– puedan tener “dones y cualidades”. Ahora bien: ¿en
virtud de qué pueden tenerlas? ¿En
base a qué poseen esos dones? ¿En
base a que fueron creados a imagen de Dios? Tal sería la respuesta correcta. Por
eso es importante entender que estas tendencias homosexuales no son causa de “dones y cualidades”.
Antes bien: estas personas poseen tales dones y cualidades a pesar de su tendencia homosexual. Nunca a causa de esta tendencia.
¿Por qué esta sencillísima distinción no apareció con toda claridad en
el documento borrador del Sínodo? Claro, el borrador no afirma que en virtud de la homosexualidad poseen ciertas
cosas buenas. No lo dice, es verdad. Hace otra cosa: se abstiene. No define ni
distingue. Deja la puerta abierta a la subjetividad del receptor. Por lo tanto,
se trata de un texto que tiene un enorme
potencial de conflicto.
Concluyendo: estamos, pues, ante
un estilo de lenguaje que deliberadamente carece de exactitud y precisión. Errores sugeridos, nunca pronunciados. El peligro no es como la herejía
de los libros de teología: esa herejía decía algo bien definido, algo con
principio y fin, algo que empezaba y acababa. Hoy en día, en cambio, el pecado
contra el logos consiste en dejar
flotando en el aire las palabras a la espera de que sea el interlocutor el que
actualice los mensajes que ellas transportan.
Quienes así hablan obtienen dos cosas: dan pasto a los aires reformistas
(derivando en otros la responsabilidad de obrar lo que ellos solamente dan a
entender) al mismo tiempo que confunden –con sus aproximaciones y coqueteos– a los
auténticos fieles. Estos intuyen la deshonestidad que yace en este discurso
pero no siempre pueden rebatirla.
Nuestro Señor ha dicho con claridad: Que
tu lenguaje sea: sí, sí; no, no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.
Es nuestra responsabilidad reconocer este lenguaje oscuro y confuso,
identificarlo con nitidez y así poder realizar el correspondiente discernimiento;
para bien propio y de los demás.
La confusión actual en torno a las palabras reclama que la inteligencia,
alumbrada y sostenida por la fe, desbarate los artilugios y equívocos de ciertos
dignatarios que pretenden transformar –tratando de que no se note– la Casa de
Dios en una cueva de ladrones.
Juan Carlos Monedero (h)
1. Los siguientes artículos reproducen parcialmente el artículo del
entonces Monseñor Fisichella. Cfr. http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1339160?sp=y,
http://archivo.losandes.com.ar/notas/2009/3/16/internacionales-413375.asp y http://www.zenit.org/es/articles/el-caso-de-la-nina-brasilena-no-cambia-la-ensenanza-catolica-sobre-el-aborto.
El link que lo reproducía íntegramente, al cual no pudimos esta vez entrar, es http://www.revistacriterio.com.ar/sociedad/del-lado-de-la-nina-brasilena/
Tiempo después, hicimos una crítica de sus argumentos. Cfr. Justificación elíptica del aborto a través
de la distorsión de la palabras, en http://secundumnaturamsecundumrationem.blogspot.com.ar/2011/09/justificacion-eliptica-del-aborto.html.
Tal respuesta fue confeccionada en base a la importante y valiente reacción de
Mons. Schooyans, como puede verse el la nota al pié n° 2.
2. Cfr. http://promoverlavida.blogspot.com/2009/06/memorandum-de-michel-schooyans-la-curia.html
3. Cfr. http://www.lanacion.com.ar/1731185-walter-kasper-algunos-cardenales-temen-que-colapse-todo-si-algo-cambia,
publicado el 29 de septiembre de 2014.
4. Cfr. http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=22294
5. Cfr. http://www.losandes.com.pe/Nacional/20121018/66065.html.
La negrita es nuestra.
6. Para conocer en detalle las propuestas del Card.
Martini, véase los artículos de Eleuterio Fernández Guzmán –bloggero del
portal InfoCatólica– donde él comenta pormenorizadamente sus posiciones: http://infocatolica.com/blog/meradefensa.php/el_cardenal_martini_y_su_nueva_via;
http://infocatolica.com/blog/meradefensa.php/0909141211-la-barca-que-el-cardenal-mart;
http://infocatolica.com/blog/meradefensa.php/el-cardenal-martini-va-contra-todo-en-la;
http://infocatolica.com/blog/meradefensa.php/1209061203-que-el-cardenal-martini-desca;