viernes, 4 de octubre de 2013
domingo, 22 de septiembre de 2013
Históricas
ESOTERISMO, ESPIONAJE, TRAICIÓN
(El extraño caso de William Pius
White)
En nota anterior sobre
este mismo tema, hicimos referencia al 250º aniversario de las primeras
invasiones inglesas y su total fracaso ante la Colonia del Sacramento.
Para quien esto escribe
fue una especie de introito ya que Albión, que no deja cuentas sin cobrar,
volvió por sus objetivos cuando las circunstancias internacionales le fueron
propicias. Ellas se concretaron en dos hechos de armas: Trafalgar (1804) y
Austerlitz (1805). Estas dos grandes batallas cumplieron su cometido como
torres de babel en el ajedrez mundial británico.
Mediante la primera,
Inglaterra quedó dueña de los mares. Con la segunda, Bonaparte concretaba, su
predominio total en Europa. “Las Españas
donde no se ponía el Sol” con sus Reinos de América unidos a una Francia
Jacobina, iniciaba un largo via crucis por la torpe política externa del
ambicioso, sin ética, Manuel Godoy, que ocupaba el poder ministerial a través
del favoritismo del matrimonio real español. La hegemonía continental
napoleónica y la talasocracia imperial británica se enfrentaban. Esta última
tenía sus ojos puestos en los Reinos Americanos como futuras y jugosas presas. Y
lo consiguieron. Cuando entraba la tercera década del siglo XIX los ricos
territorios, infiltrados por los “Hijos de Hiram”, consiguieron ser convertidos
en satélites de la City londinense. La excepción fue la Argentina de Rosas y la
República Oriental de Manuel Oribe, que resistieron al cañón de Gran Bretaña y
Francia.
Llegando a esta parte de
nuestra investigación tropezamos con el nombre de William Pius White, parido en
Massachusets (Boston, 1770), tierra herética que no habla español y que fue
piráticamente engrandecida en setenta años (1778-1848) del océano Atlántico al
océano Pacífico con guerras provocadas o maniobras indecentes y matanzas de
indios, o recluyendo a los sobrevivientes en brutales campos de concentración
como harían sus hijos con los holandeses boers al final de ese siglo.
Decía Aristóteles, que
el saber avanza gracias a las sorpresas. Cuando investigábamos, para estudiar
las agresiones de la infame Albión tuvimos un encontronazo con el personaje,
arriba citado, al cual habíamos visto pasar, pero esta vez pretendimos
observarlo de cerca. En 1803 el fariseísmo inglés tenía numerosos espías
confidentes y traidores en Buenos Aires, entre ellos al precitado White,
norteamericano que con 33 años ya era un poderoso comerciante en contrabandos y
tráficos de esclavos. Sus relaciones lo llevaron a intercambiar cartas con su amigo el Comodoro “Sir” Home Popham un jefe de la Armada británica que había ocupado
el cargo de Edecán del Virrey en la India, Conde de Wellesley. Éste, para más
datos era hermano del Duque de Wellington, futuro vencedor de Bonaparte en
Waterloo. Pero, digresiones de lado, prosigamos con nuestro tema de esoterismo
y traición.
El complot que llevaría
a Popham a ocupar la capital de nuestro Virreinato tenía data de años jugando
siempre importante papel Mr. White. Sus amistades fueron claves. Según
Florencio Varela, White “tuvo negocios
poco honrosos” durante su permanencia en la India. Varios de ellos con el
apoyo del Comodoro “Sir” Popham. En
esos tiempos conoció y trabó amistad con Esteban Perichon y su esposa Juana Vandeuil.
Una hija de éstos, la joven Ana, casó con un contrabandista irlandés de nombre
Thomas O’Gorman. Ya residentes en Buenos Aires, en 1804, don Thomas vuelve de
Europa acompañado del capitán irlandés James Burke quien revistaba como
prusiano pero en realidad venía con mandato del Duque de York para contactar
una posible intervención británica. Burke con el apoyo del círculo O’Gorman and
White, fundó centros de captación y espionaje en su casa y en la de O’Gorman. En
la “Posada de los Tres Reyes” se fundó la primera logia. Allí se reunían
diferentes personajes entre los que se destacaban los miembros de la Sociedad Literaria y Patriótica como
Juan José Castelli y Miguel de Azcuénaga. Ana Perichon Vandeuil de O’Gorman
resultó un fuerte atractivo para conseguir información. La más importante
noticia que obtuvo para White fue la llegada de una importante cantidad de oro
y plata desde Potosí y Perú.
Lo subrayable,
considerado en las mesas de la logia, era que las ciudades de las zonas, aparte
del amurallado Real de San Felipe y Santiago de Montevideo, base también de la
Real Marina, no tenían defensas. Rápido como ave de rapiña con hambre, White
escribió a su amigo Popham, a quien sabía ocupando el Cabo de Buena Esperanza
(ex holandés), informándole la llegada del Tesoro. Esas importantes cantidades
de metal precioso —seguramente le decía— proporcionarán al Comodoro Sir Popham, al Gral. Bair al igual que a
su colega Beresford lo mismo que a quien ese papel firmaba (“Mr. White”)
obtendrían muy buenos beneficios. La Batalla de Austerlitz fue para el Comodoro
Popham la oportunidad deseada para ser el primero en ocupar y/o demoler el
Imperio Sacro Romano Hispánico.
En esos momentos (1806)
fracasaba frente a Venezuela el masón, y vocacional traidor Francisco Miranda
quien, financiado por Estados Unidos y Gran Bretaña, intentaba desembarcar para
concretar el aberrante plan urdido en las Hermandades Esotéricas. La decisión de Popham fue rápida. Incluso desconociendo las jerarquías no pidió
la venia del Foreign Office ni la del Ministerio de Guerra y puso proa hacia
Buenos Aires. Su decisión reflotaba un
plan de White que con su amigo el capitán negrero Murphy habían presentado al
Premier Mr. Pitt, por el cual, con el apoyo de tropas británicas, se declararía
la “independencia” de las inexistentes colonias, pero sí Reynos.
El Plan rechazado por el
Premier Pitt quien no creyó que era el momento oportuno volvió a la vida en
esos meses. Estaba poco más o menos en la línea propuesta, por lo que el masón
y anglófilo Carlos María de Alvear propondría en 1815 al Ministro inglés en Río
para escarnio eterno de su memoria. La llegada y el desembarco de las fuerzas
inglesas (1806) marcaron intensa actividad para White.
Éste actuó de intérprete
y como “Comisario de Presas” nombrado por Beresford, enviando doscientos
hombres para retirar el Tesoro ubicado en Luján. Realizados los descuentos para los
“libertadores”, el Tesoro de 1.500.000 en monedas de plata fue enviado a
Londres donde sería paseado en ocho grandes carruajes engalanados con las
Banderas de la Marina española, la Roja y Gualda y la Blanca con la Cruz de San
Andrés que luego harían guardia en el tesoro del Bank Of London junto a lo robado en el Río de la Plata.
Liberado Buenos Aires,
White fue detenido y considerado por la Fiscalía un “extranjero corrompido”, pero delictivamente sólo un “infidente para facilitar la invasión”.
El cargo era muy liviano por lo que fue enviado a la Guardia del Salto (hoy en
la de Provincia de Buenos Aires) donde se comentaba que la justicia aplicaría
la pena de muerte por traición y saqueo. Pero no fue así. En semanas a White se
le permitió llegar a Luján donde estaba alojado el general Beresford junto con
otros prisioneros como el perjuro coronel Pack y el Mayor Tolley del Regimiento
71 ubicado cómodamente en San Antonio de Areco. Estos “señores” entretenían sus
ocios jugando al golf y al cricket. Entre partido y partido se comunicaban con
vecinos y “Hermanos”… de Buenos Aires partidarios de una “independencia” a la
malvinense por lo que Beresford dispuso los planes para una segunda invasión.
En Buenos Aires los
agentes de la red Saturnino Rodríguez Peña, Manuel Aniceto Padilla (estos
sujetos recibirían una renta de por vida para premiar los servicios prestados)
iniciaron los contactos con partidarios de una independencia (SIC) con Inglaterra.
El 10 de febrero de 1807 el Cabildo presionó a la Real Audiencia para que
destituyese al Virrey Marqués de Sobremonte. Una semana después Rodríguez Peña
y Padilla consiguieron la entrega de Beresford quien pasaría al Real de Montevideo
(ocupado por Auchmuty), junto con White. En Montevideo nuestro “ilustre”
biografiado ocupó cargos muy cercanos al jefe británico general Whitelocke.
Beresford informó por entonces al Ministro Castlereag que White había prestado
importantes servicios la causa británica.
“Business are business”, dogma para White que en
esos meses importó a Montevideo grandes cantidades de telas desde Londres. Cientos
de esos paquetes llegaron a manos de Liniers que los necesitaba para uniformar
a sus tropas. No de balde los ingleses dejaron para la posteridad este concepto
de su fiel amigo: “Es un hombre
inteligente, bien informado, y que conoce la región”.
Cuando Whitelocke fue
obligado a dejar el Real de San Felipe y Santiago de Montevideo, el Gobernador
Elío puso en prisión a White y consideró la posibilidad de ajusticiarlo por
traición. Años después cuando la Provincia Oriental había sido entregada por el
Director Pueyrredon a un Portugal tan satelizado que el Comandante Supremo de
sus Fuerzas Armadas lo era el General Beresford, White estaba detenido en
Montevideo, no precisamente por ser honesto en sus negocios. El invasor
ocupante, el general Carlos Federico Lecor, recibió de William Carr Beresford,
la orden de dejarlo en libertad de inmediato.
Pero veamos un
pantallazo del White durante la Revolución de Mayo a la que se vinculó con
negocios de armas y barcos hasta la caída del “Hermano” Alvear, en 1815. Luego
de ese espacio de tiempo aparece de tanto en tanto, en dificultosa situación
pero siempre con la protección del delegado de Gran Bretaña en Portugal:
Guillermo Carr Beresford. Estallado el movimiento de Mayo de 1810, White,
arregló su chaqueta y se incorporó al Juntismo. Fletó entonces barcos para la
causa, pero el negocio le produjo déficit. Ello lo hizo reaccionar reclamando
al gobierno por sus gastos. Así le contestó el ministro Larrea: “Usted ha sufrido grandes desembolsos, todo
será reparado por un gobierno que no puede desconocer justas reclamaciones”.
Veamos como rehízo sus “ahorrillos” dando noticias de nuestras fuentes.
Hace pocos meses en
Montevideo, se publicó con el Sello de “Editorial Banda Oriental” un muy buen
trabajo del Oriental doctor Luciano Alvarez titulado “Intrigantes, Valientes y Traidores”.
En el capítulo que
disecciona al “patriota”, el autor dice lo siguiente: “Especuló con los salarios de la tropa. Argumentando la falta de
efectivo pagaba con mercadería de sus almacenes al precio que el mismo fijaba. Los
soldados debían venderla para hacerse dinero y sus testaferros la recompraban a
vil precio. Para cerrar el negocio, White reclamaba al gobierno los sueldos
supuestamente adelantados de su peculio”. Ésta fue sólo una perla del “honestior”. Lo cierto es que su periplo
fue un misterio hasta su regreso a Buenos Aires, en 1835. Dicen que murió pobre
el 3 de enero de 1842. Pero sus descendientes tuvieron acceso a una importante
fortuna. Los protegió un “caballero muy querido” por paraguayos y orientales
dado que fue su “libertador”. Esa persona se llamó Bartolomé Mitre y es el
mismo que el gran historiador mexicano Carlos Pereyra llamó “mediocridad engreída”. El “buen” señor
firmó un acuerdo con Estados Unidos aprobado por ley del 3 de octubre de 1863
mediante el cual se pagaría a los herederos de White 350.000 pesos plata
amonedada, expidiéndose en su favor títulos de fondos públicos al 6 por ciento
anual y uno de fondo de amortización acumulativa. Desde 1893 su nombre lo
detenta una calle en la porteña Villa Luro. La vía nace en Rivadavia 9202 y
termina en Echeandía 4401. Esta es una
forma subliminal de escribir “historia” para “La Pobre Gente”, como tituló uno de sus dramas, el Oriental
Florencio Sánchez.
Luis Alfredo Andregnette Capurro
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Luis Alfredo Andregnette Capurro
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Visto en la web
CARTA DE UNA
MADRE DESESPERADA
Soy Gabriela
Constanza Ferrazzano. Madre de tres hijos. Me encuentro absolutamente
desamparada por las leyes y la Justicia. Mi hija mayor ha sido chupada por la
secta CHA, a la que han convencido, pese a opiniones profesionales en
contrario, de que debe operarse para cambiar de sexo. Una carnicería. Ablación
de senos, útero e injerto de un pene artificial. Una locura total. Nadie me
ayuda. Los abogados le tienen terror al poder político de la CHA. Ni hablar de
jueces o fiscales. Todos imitan a Poncio Pilatos: se lavan las manos, aduciendo
que mi primogénita es mayor de edad. Apenas 22 años y en posible crisis
psicótica. Los médicos también se hacen los distraídos. Todos con miedo. Ruego
que me ayuden para frenar esta locura. Estoy sola y desamparada contra un
inmenso aparato de propaganda y con poder político inmenso derivado de la
propia Presidenta de la Nación. Sintéticamente ésta es mi historia. Triste,
pero real.
Mi hija
María Celeste Puerta Ferrazzano sufrió mucho con la muerte temprana de su
padre. A la edad de 17 años comenzó a frecuentar los grupos de Animé, Dark. Lo
que la llevó a ponerse en contacto con gente de pensamientos distintos de los
standards normales. Parecía un juego de roles de adolescentes, pero finalmente
la experiencia la llevó a algunos cambios en su personalidad. Para ese entonces
conoció a Morena Lopez Moral (que se hacía llamar Miharu) de apenas 16 años,
pero con una personalidad muy manipuladora y con ciertos problemas de identidad
sexual.
La madre de
“Miharu” se llama Claudia del Cabo, que muestra similares características
psicológicas. Mi hija al conseguir trabajo en el Senado de la Nación, hace dos
años, decide mudarse a vivir sola en un departamento de Caseros, Provincia de
Buenos Aires, mismo barrio donde vive la familia Lopez Moral. La excusa fue que
se iba a inscribir en la Escuela de Música de la zona. Inopinadamente, “Miharu”
se mudó al mes a su departamento y comenzaron a convivir.
En marzo de
2012, cuando María Celeste cumplió 21 años, la mamá de “Miharu” la llevó a su
hija y a la mía a una consulta profesional con la Lic. Alejandra Paván, jefa
del área de salud de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Esta profesional
comenzó a atenderlas juntas (siendo terapeuta de la mamá de “Miharu”). En forma
privada, la Lic. Paván comenzó a tratar a ambas chicas en su consultorio de
Bolivar 226 (CABA).
En mayo de
2012, mi hija se presenta en mi casa solicitándome la partida de nacimiento,
puesto que deseaba mutar su nombre original (María Celeste) por Dante Ariel.
Intenté convencerla de que tamaña decisión era demasiado rápida, pero sin
éxito. Increíblemente, sin informe profesional alguno, en el Registro Civil, en
un trámite de 10 minutos, le cambiaron el nombre y su partida de nacimiento.
Con esta documentación, María Celeste hizo cambiar toda su historia personal.
Desde los certificados de estudios hasta su nombre laboral, tarjetas de
crédito, etc.
Frente a
esta situación, tomo contacto con la Lic. Paván, quien me recibe en su
consultorio e intenta convencerme que mi hija es un transexual. Sus
explicaciones fueron profesionalmente muy débiles. Sin mayores estudios y con
escasas entrevistas, la Lic. Paván llegó a la conclusión que María Celeste era
un hombre en un cuerpo de mujer, dado que le molestaban sus pechos y el color
de su piel.
La Lic.
Paván puso a disposición de mi hija todo el aparato legal de la CHA, para que
en el caso que su Obra Social (DAS), rechazara financiar la cirugía de cambio
de sexo, se iba accionar judicialmente contra la cobertura de salud del
Congreso de la Nación. Indudablemente, María Celeste estaba siendo manipulada
por la secta CHA y todo su aparato de propaganda y presión política. Cabe
destacar que hablando con la gente allegada a la Obra Social, todos mis
interlocutores admitieron tener pánico frente al accionar mediático y político
de la secta CHA. Está claro que el actual gobierno apoya a esta secta por
razones netamente electorales.
La Lic.
Paván puso en contacto a mi hija con el Dr. Adrián Helien, Director del
Programa de asistencia al transexual del Hospital Durand, a efectos de iniciar
un tratamiento hormonal y fijar fecha de las cirugías de cambio de sexo.
Ante esto,
me puse en contacto con el Dr. Helien que me recibió en su consultorio privado
en la calle Pichincha 1141 Piso 4 Dto C (CABA). El Dr. Helien me afirmó que
(extrañamente) no era necesario hacer tests sobre la presunta transexualidad,
dado que bastaba un análisis del discurso de la paciente. Sin embargo, Helien
le sugirió a mi hija que iba demasiado rápido en el proceso de cambio de sexo y
que debía hacer terapia al menos por tres años más. Infortunadamente, mi hija
rechaza automáticamente a cualquier profesional que ponga en duda su decisión
tan apresurada. Asimismo, Helien, me afirmó que desconoce todos los manejos que
está haciendo la secta CHA.
Mientras
tanto, consulté al Prof. Dr. Enrique Kuper, uno de los profesionales con más
experiencia y conocimiento de la Argentina en esta temática. El médico le
solicitó a la Lic. Paván que por favor le enviara un informe sobre lo actuado
con mi hija, pero la Lic. Paván se negó, aduciendo que nadie podía dudar de su
capacidad profesional. Le rogué a mi hija que consultara a este eminente
psiquiatra, pero se negó, sospechando que esa opinión profesional iba a ir en
contra de sus deseos.
Dado que
Helien se niega a darle curso urgente al permiso de cirugía, la secta CHA
contactó a mi hija con el urólogo Cesar Fidalgo del Hospital Gutiérrez de La
Plata. Fidalgo me atendió amablemente por teléfono y adujo que legalmente
estaba obligado a realizar la cirugía, aún en el caso de no tener el aval de
una junta de psiquiatras.
El Dr.
Helien también me afirmó que mi hija había abandonado el programa de atención
al transexual del Hospital Durand sin su conocimiento. Subrayó que no sabía que
la CHA había actuado solitariamente para conseguirle a mi hija una cirugía con
el Dr. Fidalgo, pese a una opinión psiquiátrica en contrario.
En
conclusión,
Mi hija
tiene un trastorno de personalidad producto de la muerte de su padre y en su
estado de debilidad, está siendo manipulada por la secta CHA, liderada por la
Lic. Paván, que tampoco admite interconsultas con otros profesionales, lo cual
demuestra un desprecio absoluto por la salud mental de María Celeste.
Me temo que
la secta CHA está usando a mi hija como leading case para presionar a todas las
obras sociales para que financien las cirugías de cambio de sexo, aún ante
opiniones en contrario de diversos profesionales.
La CHA hoy
es una secta que no admite ópticas distintas y usa el poder otorgado por las
autoridades políticas de turno para llevar adelante su accionar político.
lunes, 16 de septiembre de 2013
De pluma ajena
-->
LA
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LA PLATA ENTREGÓ SU PRIMER TÍTULO A UNA GRADUADA
TRANSEXUAL
Estimado
Amigos:
Esta
situación se planteó por primera vez durante mi gestión no teniendo éxito, en
aquella oportunidad, por las consideraciones que abajo siguen.
1- En primer lugar habrá que plantearse la cuestión de la validez de
una ley que va en contra del orden natural y se funda en una antropología
errónea.
2- En segundo lugar y en subsidio de lo anterior paso a hacer las
siguientes consideraciones sobre "Derecho Positivo".
Consideraciones
sobre la La Ley 26743
La Ley 26743 en su art. 3º acuerda la
posibilidad de un cambio de “nombre de pila e imagen” cuando ellas no coincidan
con la identidad de género autopercibida por quien ejercita la opción. El art.
4, inc. 2º de la norma aludida dispone que el peticionante conservará el
número de su matrícula identificatoria.
Por su
parte, el art. 7 determina que los efectos del cambio “serán oponibles a
terceros desde el momento de su inscripción en los registros..”
De lo
expuesto, se observa que la vigencia del nuevo nombre o imagen elegidos comienza
a regir ( oponibilidad a terceros) desde que la inscripción se cumplimente.
El art. 944 del C. Civil da una definición de
“actos jurídicos” expresando que son actos voluntarios lícitos “ y que tienen
por fin inmediato “establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear,
modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos”.
Conforme a ello, corresponde señalar:
1.- La expedición de un título universitario
es claramente un acto jurídico que conlleva la adquisición de derechos y
obligaciones respecto del reconocimiento de la habilitación para el ejercicio
profesional que el mismo implica y de los recaudos que para ello deben
observarse.
2.- Establecida la relación jurídica entre la
Universidad y el estudiante, ella se rige por las normas vigentes. Culminada la
carrera y expedido el correspondiente diploma la relación se ha extinguido por
el pleno cumplimiento de sus efectos jurídicos (v. art. 945 del C. Civil que
textualmente dispone : “Los actos jurídicos son positivos o negativos según que
sea necesaria LA REALIZACIÓN U
OMISIÓN DE UN ACTO PARA QUE UN DERECHO COMIENCE O ACABE.” ).
3.- En el
caso en análisis el alumno matriculado culminó el ciclo universitario de la
carrera de abogado y ello posibilitó la expedición del título respectivo. Allí
cesaron los efectos jurídicos de la vinculación de las partes y mediante dicho
acto, la UCALP dio cumplimiento a la obligación asumida. Todos los efectos
jurídicos correspondientes a la
relación se produjeron entonces. NO QUEDAN OTROS PENDIENTES DE CUMPLIMIENTO.
4.- A estar
a las informaciones de la red informática, la culminación de la carrera se
habría producido en el año 2009, visto que el peticionante dice tener
veintiséis años en la actualidad y que se habría recibido a los 22.
Con toda
evidencia la ley no regía entonces y las partes de la relación jurídico/
educativo/ contractual fueron la UCALP y el alumno.
5.- Forzando
la interpretación podría concluirse que expidiéndose el título universitario en
relación a “Nicole” se viola lo dispuesto por el art. 7 de la Ley 23.743 QUE
IMPIDE SU APLICACIÓN RETROACTIVA. Ello tanto más cuanto que el aparato
manifiesta que realiza o ha realizado las gestiones ante el Colegio de Abogados
correspondiente tendientes a obtener una nueva credencial. ESTO SÍ PODRÍA
HACERLO en la medida que la relación trabada con dicha Institución es DE
EJERCICIO CONTINUADO Y SUBSISTE.
6.- Resta la
cuestión de Fondo . En la eventualidad que la UCALP fuera
verdaderamente una Universidad Católica, parece evidente que debería respetar
el depósito de la fe, y las normas de derecho divino y de derecho natural QUE
DEBEN CONSIDERARSE PARTES DEL MISMO, Y DE LA MORAL CATÓLICA , COROLARIO DE
AQUELLOS. Con toda evidencia no lo hace, y aceptando priorizar la normativa de
una legislación que los impugna y agrede, abdica de su confesionalidad. Tanto
más cuanto que, de no incurrir en error en el análisis cumplido, NO HABRÍA
EXISTIDO OBLIGACIÓN JURÍDICAMENTE EXIGIBLE DE DUPLICAR EL TÍTULO O DE EXPEDIRLO
A UN BENEFICIARIO DIVERSO AL REGISTRADO EN LA FACULTAD RESPECTIVA.
7.- A MAYOR
ABUNDAMIENTO , debe decirse que por vía indirecta se sanciona un cambio
legislativo con implicancias teológicas, aceptando que una “PERSONA” (
“sustancia INDIVIDUAL de naturaleza racional”, según definición de Boecio )
designada por un nombre que lo caracteriza en dicha individualidad y lo
identifica, sea sustituida por un “NÚMERO” indefinido, indeterminado, amorfo,
asexuado, que considera al homínido como “mera materia”.
Dr. Rafael Breide Obeid
NOTA ORIGINAL - Diario El Día, 4 de septiembre de 2013
La Universidad Católica de La Plata entregó su primer título a una graduada transexual
LA DOCTORA NICOLE GONZÁLEZ BEAMONTE
Y SU TÍTULO UNIVERSITARIO, CON SU NUEVA IDENTIDAD DE GÉNERO
La Universidad Católica de La Plata
entregó su primer título a una persona trans, y de esta manera la doctora
Nicole González Beamonte se convirtió en la primer platense “trans” en obtener
un título, en este caso de abogada, en esa casa de estudios.
“Si bien estaba matriculada en el
Colegio de Abogados -cuenta Nicole- estuve muchos años sin prácticamente poder
ejercer mi profesión, ya que obviamente había una discordancia entre mi nombre
legal y mi nombre autopercibido, y no me resultaba muy feliz tener que firmar
mis escritos con un nombre masculino. Me resultaba no solo ridículo sino
también hasta humillante”.
“De todos modos -recuerda la
abogada platense- aproveché ese tiempo y seguí formándome. Realicé una Maestría
en Derechos Humanos en la UNLP, donde conseguí que por primera vez una
Universidad pública respetara mi identidad de género y, más allá del nombre que
hasta ese momento figuraba en mi DNI, tanto en los listados como en la entrega
de certificados de culminación de estudios se respetó mi verdadero nombre”.
“Luego de sancionada la Ley de
Identidad -relata Nicole- obtuve no sólo un nuevo DNI con mi nombre y sexo
femenino, sino hasta una nueva partida de nacimiento, en la que consta que
nació una persona llamada Nicole de sexo femenino”.
“Inmediatamente después -contó la
abogada- me presenté en el Colegio de Abogados para solicitar se me otorgue una
nueva credencial con mi nombre femenino, y para eso se me requirió que a fines
de hacer el trámite prolijamente, debía solicitar en forma previa a la
Universidad Católica que me otorgue un nuevo titulo expedido con mi actual
nombre. Y si bien supuse que no sería un trámite sencillo, ya que
indirectamente la Iglesia Católica estaría reconociendo la identidad femenina
de una persona trans, con lo que ello implica, finalmente obtuve el titulo
modificado, en el que la Universidad Católica reconoce que la alumna Nicole
González es abogada recibida en esa casa de estudios”.
A LOS
22 AÑOS Y CON 9 DE PROMEDIO
Nicole cuenta que “hice la
secundaria en 4 años ya que tenía una meta, tener un titulo y un trabajo
estable para ser quien me sentía, y cuando terminé el secundario comencé a
estudiar Derecho en la Universidad Católica de La Plata, carrera que me
apasionó desde un primer momento ya que tiene que ver con mi espíritu de lucha,
de reclamar por lo que creo que es justo. Mientras estudiaba daba clases
particulares de inglés, y a los 22 años me recibí con un promedio de casi 9”.
“Inmediatamente ingresé a trabajar
en la jefatura de Gabinete de la Provincia -afirma- y si bien siempre supe que
era una mujer, también sabía que para mostrarme al mundo como mujer debía tener
no solo mi titulo sino mi trabajo estable, y fue por eso que tuve que esperar
dos años hasta ser designada en planta permanente. Recién después, y sabiendo
que ya tenía estabilidad laboral, decidí informar sobre mis tratamientos
hormonales, ya que me sentía una mujer”.
Actualmente, Nicole presta
servicios en la Secretaria de Derechos Humanos bonaerense, y cuenta que “amo mi
profesión y luchar por el reconocimiento de los derechos de todos. Y cuando me
preguntan sobre si ser una chica trans puede ser algo negativo en cuanto a la
confianza de las personas en entregarme su caso para representarlos, digo que
todo lo contrario, que mi lucha no hace mas que garantizar que haré todo lo que
esté a mi alcance para la consecución de un resultado justo”.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
Psicológicas
¿DE QUÉ NOS QUEJAMOS?
(y
de regalo: un test autoadministrable)
Argentina está atravesando, paradójicamente, un feroz proceso
de represión. Sí; de represión de la Fe, de la inteligencia, de la belleza, de
la justicia. Sin embargo sabemos que el acto más propio de la fortaleza es resistir.
Hagámoslo pues, y mientras tanto, sigamos llamando a las cosas por su nombre,
que no es magra tarea en tiempos de oscuridad.
- ¿Está preocupado por el atropello del Estado contra la Fe Católica; y porque ya es institucional la apostasía, abierta la persecución a la Iglesia y satánico el odio a todo símbolo cristiano? No debería sorprenderse, hemos dejado que todo esto acá se llame laicicimo y libertad religiosa.
- ¿Le irrita que, con la insustituible colaboración de una sofisticada burocracia parlamentaria, no haya ley —por inicua y asesina que sea— que no logre la aprobación, pasando, por supuesto, por todas las ventanillas y cámaras que componen el circo? Tampoco debería alarmarse. Acá le decimos “el debate que nos debemos los argentinos”.
- ¿Se siente rehén del Estado, ahogado por los impuestos, perseguido por los entes recaudadores, manoseado por los grandes monopolios económicos dependientes o cómplices del Gobierno? No tendría que agitarse: en tiempos de campaña se llama “redistribución de la riqueza e igualdad de oportunidades”.
- ¿Le indigna el nivel de demagogia con el cual amontonan votos y embrutecen a generaciones enteras, buscando distraerlas de lo esencial y mantenernos en una hipnosis somnolienta? Calma. El “pueblo” lo aprobó desde su inicio y lo llamamos “fútbol para todos, y proyecto nacional y popular”.
- ¿Ha oído, a todo nivel y desde diversas fuentes, hablar de la descarada compra de votos, de la desvergonzada recorrida por los barrios con las promesas de “reparto” y de “ubicación” si usted les da su papelito en la urna? No patalee: eso es “sufragio universal y formación democrática”.
- ¿No entiende cómo hemos llegado a caer tan bajo, convirtiéndonos en un muestrario de pecados y miserias, como si se hubiera cernido sobre esta tierra una interminable pesadilla? Le revelamos cuál es su nombre: se llama soberanía popular.
- ¿Le preocupa la tiranía marxista, el totalitarismo asfixiante, la falta de hombres probos y la similitud del poder con las barras bravas para imponer criterios y líneas de acción? Acá le decimos democratización de la justicia y militancia política.
- ¿Le parece trágico el nivel de desinformación que brindan los medios comprados por la ideología reinante, al punto de que en breve acomodarán a su antojo hasta el pronóstico del tiempo. Le parece exagerado? Si traemos a colación la falsificación sistemática de algunos datos, en más de un ejemplo verá que estamos peligrosamente cerca y su sonrisa se transformará en crisis nerviosa. Su nombre es Libertad de expresión y nueva Ley de medios.
- ¿Está harto de la falacia de los Derechos Humanos, de sus negociados, del discurso mítico-oficial, de las palabras “talismán” con las cuales roban y mienten? Acá se dice Memoria, verdad y justicia.
- ¿Se siente amordazado ante la perversión y el pecado público, con el cual se daña y escandaliza? En este país se llama Educación sexual, lucha contra la discriminación (ah, y violencia de género).
Si respondió afirmativamente entre ocho y diez de las preguntas,
sin dudas es usted un elemento funcional a la gran maquinaria moderna (en castellano
antiguo solía llamarse “idiota útil”, pero la actual psiquiatría nos ha prohibido
el uso de terminología que pueda afectar la autoestima).
Si contestó sí
entre seis y siete veces, usted posee cierta admiración infundada en el sistema,
exponiéndose peligrosamente y denotando alguna inmadurez en la capacidad de juicio
propio. Qué pena que no comenzó a votar a los 16.
Si sus respuestas positivas fueron cinco o seis, podríamos
advertirle un diagnóstico presuntivo de ingenuidad
importante.
Si llegó sólo a las tres o cuatro, comience a tomar medidas
porque posiblemente esté reprimiendo el enano fascista que quiere expresarse, y
sus tendencias dictatoriales le comenzarán a generar malestar interno.
Si no ha superado las dos respuestas positivas, no tenga
dudas, forma parte del glorioso grupo de reprimidos a la espera. No se rinda,
pero prepárese, porque La Cámpora, el
Inadi o la Afip lo visitarán en los próximos días.
Jordán Abud
domingo, 8 de septiembre de 2013
Historias ignaro-jacobinas
LA INCULTURA PRESIDENCIAL
LA CULTURA DE MENEM
Es verdad. Nuestros Presidentes no han brillado en el orden cultural. La ignorancia actual cuenta con antecedentes memorables. Para no ir muy lejos, recordemos brevemente al Presidente Carlos Saúl Menem.
No pensamos en el lugar común de aquella alusión menemista a las obras completas de Sócrates. No; traemos nada más que dos anécdotas ilustrativas.
Una primera, nos consta, porque allá por los años noventa, estando en Santiago de Chile, vimos un programa periodístico nocturno por televisión. Ahí encontramos que al canal oficial habían concurrido los Presidentes Lacalle y Menem. El entrevistador comenzó por el mandatario uruguayo. Le preguntó si conocía algún libro de la literatura chilena. El presidente oriental le contestó que sí; que acababa de releer “Adiós al Séptimo de Línea”, una novela sobre la Guerra del Pacífico. El periodista, suspicaz, le dijo que se habría preparado previamente, porque sabía que iba a venir a Chile a una reunión de presidentes. Lacalle le retrucó, aclarándole que aquel libro lo había leído de niño, por indicación de su abuelo, don Luis Alberto deHerrera. Y continuó mostrando su erudición. Después fue el turno de Menem. En su caso, quien entrevistaba lo interrogó acerca de los Premios Nobel chilenos. Menem expresó que por supuesto conocía a Pablo Neruda; ahí se quedó, se atrancó, y no hubo forma de sacarle una palabra más. Entonces, el hombre de la televisión dio por terminada la entrevista. Luego dijo a la audiencia que los chilenos no creyeran que los argentinos no sabían quién era Gabriela Mistral; que el caso de Menem era de incultura singular. Al fin de cuentas, esa aclaración le costó el empleo al periodista (quien puede testimoniar lo que narro), a pedido del Embajador argentino.
Otra vez, Menem concurrió a la inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional. En ese trance, las autoridades llegaron a la Hemeroteca. Deslumbrado, el Presidente le preguntó al Director cómo se habían conseguido tantas revistas. Se le contestó que, en gran medida, por donaciones. A raíz de lo cual, Menem dijo que él podría donar dos colecciones de revistas. Una, completa, la del “Patoruzito”, la otra a la que le faltaban dos números, “El Gráfico”. No se sabe cuál fue la respuesta del Director, porque el periodista del diario “La Nación” que acompañaba la comitiva, no la registró.
Bien. Así fueron las cosas.
CRISTINA HISTORIADORA
La prensa fue muy dura con el saber de Carlos Menem. No le dejaban pasar una. En cambio, con doña Cristina Fernández de Kirchner los mismos periódicos se han mostrado sumamente tolerantes. A raíz de lo cual, conviene divulgar aquello ocultado.
En ese orden podemos recordar algunos datos, merced a dos circunstancias: una, que mientras escribimos, solemos tener prendida la televisión en TN; la otra, que gozamos de buena salud estomacal; de modo que el oír los discursos oficiales no nos ha causado ninguna úlcera, al menos hasta ahora (tocamos madera).
Por eso, un tanto deshilvanadas, aportamos las siguientes evocaciones.
En Angola, la Presidente dijo dos cosas que nos causaron estupor. La primera, sobre el rol principal que tuvieron los negros esclavos angoleños en la Revolución de Mayo. La segunda, las andanzas de Ernesto “Che” Guevara por Angola. Fue toda una novedad, porque hasta entonces se creía que los “morenos”, incluidos en el regimiento de “Castas” (con indios y pardos), no eran angoleños, hubieran participado o no de Mayo.
Por otra parte, cuando trazamos una biografía de Guevara, nos enteramos que el “año en que estuvimos en ninguna parte”, se desarrolló en el Congo. Que se supiera, nunca incursionó por Angola, donde sí lo hicieron tiempo después las tropas de Fidel Castro, mandadas por el general Arnaldo Ochoa, a quien el Infidel, con su habitual felonía, hizo fusilar después.
Antes de esas referencias, sólo prestábamos atención a los conocimientos químicos de la Dra. Kirchner (su célebre enunciación de la fórmula del agua: H2 cero), o religiosos (dijo que los maronitas no eran cristianos).
De ahí en adelante nos interesamos por su sabiduría histórica. Por eso, tomamos otras lecciones, que compartimos con los lectores.
Como es sabido, hubo una famosa actuación de la Sra. de Kirchner en Harvard. La prensa local le refregó la comparación con La Matanza. En cambio, nada dijo de su discurso anterior en Georgetown. En esa oportunidad, nuestra Presidente les explicó a los universitarios norteamericanos la similitud entre la Guerra de Secesión estadounidense y la batalla de Caseros. Según su saber, ella indicó que el dato que analogaba ambos sucesos era el tema del “valor agregado”.
Téngase presente que por entonces, el joven camporista Kicillof la adoctrinaba sobre el particular. Encaminada por ese sendero, añadió que en Estados Unidos triunfaron los del Norte, partidarios de incorporar el valor agregado. En ese instante dijo —y está grabado— que los norteños dirigidos por Lincoln y Washington vencieron a los sureños del General Lee. Pensamos que habíamos oído mal, porque dábamos por muerto desde años atrás a George Washington, y que lo habría confundido con el general Grant. No era así. No se trataba de ningún “lapsus linguae”. A los pocos minutos, la Presidenta reiteró el dato, resucitando de nuevo a Washington. Respecto de Caseros confesamos que no entendimos muy bien la argumentación, porque, hasta donde sabíamos, tanto Urquiza como Rosas eran saladeristas y “agregaban valor”. En fin… Nos quedamos meditando. Reflexionando acerca de en qué continente habrán ubicado los oyentes universitarios yanquis a esa funcionaria exótica. Tal vez, situaran su gobierno entre Tanzania y Uganda.
Dos penúltimos hechos. Todos pudimos enterarnos —merced a la Televisión Pública— de la admiración de la Señora Presidente por el Dr. Juan Manuel Belgrano, por su victoria en Tucumán. Los historiadores castrenses podrán aclarar de qué forma la sapiencia jurídica del General Manuel Belgrano colaboró para su triunfo tucumano (lo del Juan, lo dejamos para otra vez; junto con las “soldadas” de los soldados). Pasado unos meses, la Presidente, de visita en Vietnam, tuvo otro gran descubrimiento. Al bajar a un túnel de los viet-congs, con sombrerito y todo, halló en su interior una magnífica verdad: que el General San Martín se parecía a Ho Chi Ming. ¡Eureka!
Y, por supuesto, doña Cristina, que no pierde oportunidad para perorar contra el liberalismo económico, ante un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, ha vuelto a adherir a los mitos más rancios del jacobinismo echeverriano. Dado que con esta aseveración emula al pésimo rejunte que la oficia de Oposición, y aunque con esta alocución no haya añadido nada nuevo al manido “Dogma de Mayo”, creemos que vale la pena aprovechar la ocasión para efectuar alguna precisión sobre el morenismo usurpador.
EL TERRORISMO MORENISTA
La revolución de Mayo fue un acto fidelista de autonomía, de representación —no de reemplazo— del cautivo Rey Fernando VII, ante las pretensiones ilegítimas, tanto de José Bonaparte como del gaditano Consejo de Regencia. Fue una Junta Conservadora de la Religión, la Tradición y la Monarquía.
Quien quiera enterarse elementalmente de lo ocurrido entonces, puede acudir a dos documentos indubitables. El primero, la Proclama de la Junta Provisional, del día 26 de mayo de 1810, en la que promete poner el empeño celoso para: “la conservación de nuestra santa religión, la observancia de las leyes que nos rigen, la común prosperidad y el sostén de estas posesiones en la más constante fidelidad y adhesión a nuestro muy amado Rey, el Sr. D. Fernando VII y sus legítimos sucesores en la corona de España”. Bando reafirmado con la “Circular comunicando la instalación de la Junta” del 27 de mayo de 1810, por la que se exhortaba a mantener el orden de modo regular, evitando “los tumultos y las convulsiones de la Península”, “la anarquía”, y las “consecuencias de una revolución”.
El otro documento es el “Manifiesto del Congreso de Tucumán”, del 25 de octubre de 1817, en el que sostiene que Mayo de 1810 estuvo “marcado con sellos indelebles de fidelidad y amor”. Que no existió ningún “espíritu de rebelión o de perfidia”. “No quisimos —continuaba— separarnos de España”. “Publicamos mil veces la santidad de nuestras intenciones y la sinceridad de nuestros votos”. Pero esa muestra de fidelidad monárquica fue contestada por una “ingratitud, superior a todos los ejemplos que se hallan en la historia”. Luego: “Nosotros, pues, impelidos por los españoles y su Rey nos hemos constituido independientes”.
Autonomía frente al ilegal Consejo de Regencia, Independencia ante un Rey ingrato. Ninguna ideología, ni teoría, ni revolucionarismo libertario.
Aquello fue Mayo. Pero el 28 de julio de 1810, Mariano Moreno dio un golpe estado interno y cambió el signo de la Revolución. La convirtió en jacobina, sanguinaria, paranoicamente vengativa, centralista, impía y pro-inglesa. Moreno comenzó por asesinar a Santiago de Liniers y los suyos (empleando para ello cincuenta soldados ingleses). Quiso que se fusilara al Coronel Ortiz de Ocampo por no haberse hecho cómplice de aquel delito. El 22 de setiembre le ordenaba a Belgrano que “arcabuceara a todos los vecinos sospechosos en el Paraguay”, y que matara al Obispo y al Gobernador. El 29 de noviembre le ratificaba a Belgrano que debía entender que “la Junta no deja lugar a la compasión o a la sensibilidad, sino que lo constituye un ciego ejecutor de esta medida”. Belgrano se negó a cumplir esta orden delictual. A Castelli, con el ejército del Norte, le pedía que dejara a los soldados que hicieran “estragos en los vencidos para infundir terror en los enemigos”. El 18 de noviembre le insistía que aplicara un “sistema de sangre y rigor”, y que los desafectos —entre ellos, el Obispo de La Paz— fueran “pasados por las armas irremisiblemente”. A los enemigos, decía se “los perseguirá y hará un castigo ejemplar que escarmiente y aterre a los malvados”. El 31 de julio mandaba que todo adversario “será arcabuceado, sin otro proceso que el esclarecimiento sumario del hecho”. Y el 9 de setiembre tornaba a reclamar: “el exterminio de los malvados… sólo el terror del suplicio puede servir de escarmiento a los cómplices”.
Pues, ese émulo de Robespierre, que gobernó medio año de 1810, es la mancha negra de la Revolución (en cuya preparación y consumación no había tenido la menor parte). Fue, dijo Vicente Fidel López, un “carácter detestable, hombre cortado por el molde de los más furiosos guillotinadores de la Revolución francesa”. Un paranoico, que por creerse perseguido se tornó perseguidor, según Ramos Mejía. Invento de Esteban Echeverría para uso y guía de los liberales sectarios.
Y ese mismo sujeto es el que ahora es presentado por los personeros del dictatorial camporismo como modelo a recordar. “La cola que dejo es muy larga”, enunció Moreno al irse. Está a la vista que tenía razón.
Moraleja: saquemos la debida lección histórica. Más allá de burlarnos de las ignorancias supinas de los gobernantes, o de indignarnos con sus afanes crematísticos, debemos estar alertas con su latente terrorismo, y la “huida hacia adelante” por su eventual caída. Que no se crea que por ser corruptos, resultan mansos. No. Serán incultos de padre y madre, se han vuelto dolosamente millonarios, pero son tan peligrosos como un mono con navaja, o como su maestro, el paranoico Mariano Moreno.
LA CULTURA DE MENEM
Es verdad. Nuestros Presidentes no han brillado en el orden cultural. La ignorancia actual cuenta con antecedentes memorables. Para no ir muy lejos, recordemos brevemente al Presidente Carlos Saúl Menem.
No pensamos en el lugar común de aquella alusión menemista a las obras completas de Sócrates. No; traemos nada más que dos anécdotas ilustrativas.
Una primera, nos consta, porque allá por los años noventa, estando en Santiago de Chile, vimos un programa periodístico nocturno por televisión. Ahí encontramos que al canal oficial habían concurrido los Presidentes Lacalle y Menem. El entrevistador comenzó por el mandatario uruguayo. Le preguntó si conocía algún libro de la literatura chilena. El presidente oriental le contestó que sí; que acababa de releer “Adiós al Séptimo de Línea”, una novela sobre la Guerra del Pacífico. El periodista, suspicaz, le dijo que se habría preparado previamente, porque sabía que iba a venir a Chile a una reunión de presidentes. Lacalle le retrucó, aclarándole que aquel libro lo había leído de niño, por indicación de su abuelo, don Luis Alberto deHerrera. Y continuó mostrando su erudición. Después fue el turno de Menem. En su caso, quien entrevistaba lo interrogó acerca de los Premios Nobel chilenos. Menem expresó que por supuesto conocía a Pablo Neruda; ahí se quedó, se atrancó, y no hubo forma de sacarle una palabra más. Entonces, el hombre de la televisión dio por terminada la entrevista. Luego dijo a la audiencia que los chilenos no creyeran que los argentinos no sabían quién era Gabriela Mistral; que el caso de Menem era de incultura singular. Al fin de cuentas, esa aclaración le costó el empleo al periodista (quien puede testimoniar lo que narro), a pedido del Embajador argentino.
Otra vez, Menem concurrió a la inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional. En ese trance, las autoridades llegaron a la Hemeroteca. Deslumbrado, el Presidente le preguntó al Director cómo se habían conseguido tantas revistas. Se le contestó que, en gran medida, por donaciones. A raíz de lo cual, Menem dijo que él podría donar dos colecciones de revistas. Una, completa, la del “Patoruzito”, la otra a la que le faltaban dos números, “El Gráfico”. No se sabe cuál fue la respuesta del Director, porque el periodista del diario “La Nación” que acompañaba la comitiva, no la registró.
Bien. Así fueron las cosas.
CRISTINA HISTORIADORA
La prensa fue muy dura con el saber de Carlos Menem. No le dejaban pasar una. En cambio, con doña Cristina Fernández de Kirchner los mismos periódicos se han mostrado sumamente tolerantes. A raíz de lo cual, conviene divulgar aquello ocultado.
En ese orden podemos recordar algunos datos, merced a dos circunstancias: una, que mientras escribimos, solemos tener prendida la televisión en TN; la otra, que gozamos de buena salud estomacal; de modo que el oír los discursos oficiales no nos ha causado ninguna úlcera, al menos hasta ahora (tocamos madera).
Por eso, un tanto deshilvanadas, aportamos las siguientes evocaciones.
En Angola, la Presidente dijo dos cosas que nos causaron estupor. La primera, sobre el rol principal que tuvieron los negros esclavos angoleños en la Revolución de Mayo. La segunda, las andanzas de Ernesto “Che” Guevara por Angola. Fue toda una novedad, porque hasta entonces se creía que los “morenos”, incluidos en el regimiento de “Castas” (con indios y pardos), no eran angoleños, hubieran participado o no de Mayo.
Por otra parte, cuando trazamos una biografía de Guevara, nos enteramos que el “año en que estuvimos en ninguna parte”, se desarrolló en el Congo. Que se supiera, nunca incursionó por Angola, donde sí lo hicieron tiempo después las tropas de Fidel Castro, mandadas por el general Arnaldo Ochoa, a quien el Infidel, con su habitual felonía, hizo fusilar después.
Antes de esas referencias, sólo prestábamos atención a los conocimientos químicos de la Dra. Kirchner (su célebre enunciación de la fórmula del agua: H2 cero), o religiosos (dijo que los maronitas no eran cristianos).
De ahí en adelante nos interesamos por su sabiduría histórica. Por eso, tomamos otras lecciones, que compartimos con los lectores.
Como es sabido, hubo una famosa actuación de la Sra. de Kirchner en Harvard. La prensa local le refregó la comparación con La Matanza. En cambio, nada dijo de su discurso anterior en Georgetown. En esa oportunidad, nuestra Presidente les explicó a los universitarios norteamericanos la similitud entre la Guerra de Secesión estadounidense y la batalla de Caseros. Según su saber, ella indicó que el dato que analogaba ambos sucesos era el tema del “valor agregado”.
Téngase presente que por entonces, el joven camporista Kicillof la adoctrinaba sobre el particular. Encaminada por ese sendero, añadió que en Estados Unidos triunfaron los del Norte, partidarios de incorporar el valor agregado. En ese instante dijo —y está grabado— que los norteños dirigidos por Lincoln y Washington vencieron a los sureños del General Lee. Pensamos que habíamos oído mal, porque dábamos por muerto desde años atrás a George Washington, y que lo habría confundido con el general Grant. No era así. No se trataba de ningún “lapsus linguae”. A los pocos minutos, la Presidenta reiteró el dato, resucitando de nuevo a Washington. Respecto de Caseros confesamos que no entendimos muy bien la argumentación, porque, hasta donde sabíamos, tanto Urquiza como Rosas eran saladeristas y “agregaban valor”. En fin… Nos quedamos meditando. Reflexionando acerca de en qué continente habrán ubicado los oyentes universitarios yanquis a esa funcionaria exótica. Tal vez, situaran su gobierno entre Tanzania y Uganda.
Dos penúltimos hechos. Todos pudimos enterarnos —merced a la Televisión Pública— de la admiración de la Señora Presidente por el Dr. Juan Manuel Belgrano, por su victoria en Tucumán. Los historiadores castrenses podrán aclarar de qué forma la sapiencia jurídica del General Manuel Belgrano colaboró para su triunfo tucumano (lo del Juan, lo dejamos para otra vez; junto con las “soldadas” de los soldados). Pasado unos meses, la Presidente, de visita en Vietnam, tuvo otro gran descubrimiento. Al bajar a un túnel de los viet-congs, con sombrerito y todo, halló en su interior una magnífica verdad: que el General San Martín se parecía a Ho Chi Ming. ¡Eureka!
Y, por supuesto, doña Cristina, que no pierde oportunidad para perorar contra el liberalismo económico, ante un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, ha vuelto a adherir a los mitos más rancios del jacobinismo echeverriano. Dado que con esta aseveración emula al pésimo rejunte que la oficia de Oposición, y aunque con esta alocución no haya añadido nada nuevo al manido “Dogma de Mayo”, creemos que vale la pena aprovechar la ocasión para efectuar alguna precisión sobre el morenismo usurpador.
EL TERRORISMO MORENISTA
La revolución de Mayo fue un acto fidelista de autonomía, de representación —no de reemplazo— del cautivo Rey Fernando VII, ante las pretensiones ilegítimas, tanto de José Bonaparte como del gaditano Consejo de Regencia. Fue una Junta Conservadora de la Religión, la Tradición y la Monarquía.
Quien quiera enterarse elementalmente de lo ocurrido entonces, puede acudir a dos documentos indubitables. El primero, la Proclama de la Junta Provisional, del día 26 de mayo de 1810, en la que promete poner el empeño celoso para: “la conservación de nuestra santa religión, la observancia de las leyes que nos rigen, la común prosperidad y el sostén de estas posesiones en la más constante fidelidad y adhesión a nuestro muy amado Rey, el Sr. D. Fernando VII y sus legítimos sucesores en la corona de España”. Bando reafirmado con la “Circular comunicando la instalación de la Junta” del 27 de mayo de 1810, por la que se exhortaba a mantener el orden de modo regular, evitando “los tumultos y las convulsiones de la Península”, “la anarquía”, y las “consecuencias de una revolución”.
El otro documento es el “Manifiesto del Congreso de Tucumán”, del 25 de octubre de 1817, en el que sostiene que Mayo de 1810 estuvo “marcado con sellos indelebles de fidelidad y amor”. Que no existió ningún “espíritu de rebelión o de perfidia”. “No quisimos —continuaba— separarnos de España”. “Publicamos mil veces la santidad de nuestras intenciones y la sinceridad de nuestros votos”. Pero esa muestra de fidelidad monárquica fue contestada por una “ingratitud, superior a todos los ejemplos que se hallan en la historia”. Luego: “Nosotros, pues, impelidos por los españoles y su Rey nos hemos constituido independientes”.
Autonomía frente al ilegal Consejo de Regencia, Independencia ante un Rey ingrato. Ninguna ideología, ni teoría, ni revolucionarismo libertario.
Aquello fue Mayo. Pero el 28 de julio de 1810, Mariano Moreno dio un golpe estado interno y cambió el signo de la Revolución. La convirtió en jacobina, sanguinaria, paranoicamente vengativa, centralista, impía y pro-inglesa. Moreno comenzó por asesinar a Santiago de Liniers y los suyos (empleando para ello cincuenta soldados ingleses). Quiso que se fusilara al Coronel Ortiz de Ocampo por no haberse hecho cómplice de aquel delito. El 22 de setiembre le ordenaba a Belgrano que “arcabuceara a todos los vecinos sospechosos en el Paraguay”, y que matara al Obispo y al Gobernador. El 29 de noviembre le ratificaba a Belgrano que debía entender que “la Junta no deja lugar a la compasión o a la sensibilidad, sino que lo constituye un ciego ejecutor de esta medida”. Belgrano se negó a cumplir esta orden delictual. A Castelli, con el ejército del Norte, le pedía que dejara a los soldados que hicieran “estragos en los vencidos para infundir terror en los enemigos”. El 18 de noviembre le insistía que aplicara un “sistema de sangre y rigor”, y que los desafectos —entre ellos, el Obispo de La Paz— fueran “pasados por las armas irremisiblemente”. A los enemigos, decía se “los perseguirá y hará un castigo ejemplar que escarmiente y aterre a los malvados”. El 31 de julio mandaba que todo adversario “será arcabuceado, sin otro proceso que el esclarecimiento sumario del hecho”. Y el 9 de setiembre tornaba a reclamar: “el exterminio de los malvados… sólo el terror del suplicio puede servir de escarmiento a los cómplices”.
Pues, ese émulo de Robespierre, que gobernó medio año de 1810, es la mancha negra de la Revolución (en cuya preparación y consumación no había tenido la menor parte). Fue, dijo Vicente Fidel López, un “carácter detestable, hombre cortado por el molde de los más furiosos guillotinadores de la Revolución francesa”. Un paranoico, que por creerse perseguido se tornó perseguidor, según Ramos Mejía. Invento de Esteban Echeverría para uso y guía de los liberales sectarios.
Y ese mismo sujeto es el que ahora es presentado por los personeros del dictatorial camporismo como modelo a recordar. “La cola que dejo es muy larga”, enunció Moreno al irse. Está a la vista que tenía razón.
Moraleja: saquemos la debida lección histórica. Más allá de burlarnos de las ignorancias supinas de los gobernantes, o de indignarnos con sus afanes crematísticos, debemos estar alertas con su latente terrorismo, y la “huida hacia adelante” por su eventual caída. Que no se crea que por ser corruptos, resultan mansos. No. Serán incultos de padre y madre, se han vuelto dolosamente millonarios, pero son tan peligrosos como un mono con navaja, o como su maestro, el paranoico Mariano Moreno.
Enrique Díaz Araujo
martes, 3 de septiembre de 2013
Nuevo libro
ALGUIEN SIGUE DICIENDO
LA VERDAD
Mañana, miércoles 4 de
septiembre,
a las 19:00, el Profesor
ANTONIO CAPONNETTO
presenta su nuevo libro:
EDUCADORES CATÓLICOS
La presentación se realizará
en el Instituto
de Filosofía Práctica,
Viamonte 1596, 1º piso,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.