lunes, 10 de enero de 2011

Echen a vuelo

SUSPICACIAS
  
    
Alguien puede acusarla de antisemita, aunque “La Nación” está muy lejos de serlo y ha dado sobradas pruebas de inocencia al respecto. Y no basta (pero ¡quién sabe!… como están las cosas…) la yuxtaposición de dos ineludibles noticias-comentarios, sobre el desempeño de altísimos funcionarios (5 de enero de 2011; pág. 10).
          
El primer caso concierne al titular de la Gobernación de Tucumán —ya afamada por su aversión a la Cruz— que  llevó a excluir la bandera local. Resulta que ahora, el mandamás del antiguo Jardín de la República está gastando casi cuarenta millones de pesos en un avión de lujo, el tercero que adquiere al “estilo Jaime”. Lo malo del caso es que, en Tucumán, el 40% de la población vive en la miseria (“debajo de la línea de pobreza”, dice el eufemismo). Y ya se sabe qué quiere decir esto: ni para comer lo elemental. Basta recordar aquel niño, que por un mendrugo, vino desde allí a un acto partidario y encontró la muerte en la Plaza de Mayo al caérsele encima un farol. Prácticamente sin advertirlo la Presidenta, que siguió su discurso. En tanto el no tan sensible gobernador Alperovich, está gozando de sus vacaciones en Punta del Este; adonde viajó con su familia en otro avión que la Provincia había comprado para uso sanitario y oficial.
         
Desde luego todo esto no es ninguna novedad, bastando recordar las adquisiciones fabulosas de la Jefa del Estado, más acá del Tren Bala; como la carterita de treinta mil dólares y cualesquiera otras chucherías. O las erogaciones vacacionales del súper parricida y próspero líder de los Derechos Humanos, también con avioncito a sus órdenes. El otro caso se refiere al hoy Canciller y oscuro testigo de oídas en la falaz persecución contra el capellán católico condenado a perpetuidad por el juez Rozanski (merecedor con ello de una condecoración de la B’nai B’rith).  Resulta que el ahora lúcido timonel de las buenas relaciones internacionales, ha fogoneado el conflicto con Chile defendiendo al terrorista Apablaza, como destaca el diario sin ambages…
     
Para colmo de males, hay que reconocer que en todas estas cosas sospechables de antisemitismo, pudo haber alimentado las suspicacias contra el matutino una impresionante ilustración, que bajo el insinuante título “Fondos Públicos”, muestra en  primera página a un mellizo del “Nuevo Learjet del gobernador Alperovich”.
             
Casimiro Conasco
            
           

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Nación SIEMPRE fue un periódico masónico, y al servicio de la oligarquía. Simplemente, recordemos a su siniestro fundador.