jueves, 13 de enero de 2011

Decesos

MARÍA ELENA WALSH

    
Murió en estos días, y como era previsible, el inmenso abanico del puterío vernáculo —al que prestó largos y reiterados servicios— le rindió homenaje hasta la náusea.
     
Elogiaron lo peor de ella, que lo tuvo en abundancia. Desde su militancia contranatura hasta sus ñoñerías para los chicos. Desde su exilio ficto y mendaz hasta su opción por el alfonsinismo y otras plagas depredadoras.
      
Nadie quiso ni querrá decir que, en algún momento lejanísimo de su vida, en plena adolescencia, fue católica. Y que entonces, como cuadra,  el servicio a la Verdad y al Bien se tradujo en el cultivo a la Belleza. Su talento poético esplendió otrora, con el mismo volumen con que se abajó después, infidelidad mediante.
      
De esta época juvenil son los dos poemas que abajo transcribimos. Si no nos falla la memoria, están en su primer libro, Otoño Imperdonable, escrito en 1947, cuando tenía 17 años y la Fe.
      
Son dos plegarias hermosas.
      
Las rezamos por su alma, dolorosa y seriamente. El resto lo hará Dios.
        
               
       
Qué harán de mí el amor, el sufrimiento,
los días, las pasiones de la tierra.
A qué ganada paz subir intento
con tanta desesperación y guerra.
        
Sólo sé que una duda me destierra
de mi perdida eternidad y siento
que es Dios esta tristeza que me encierra,
que es Dios este llorado descontento.
        
Qué harán de mí la súplica y el canto,
el corazón enceguecido y tanto
color de muerte y sed que no termina.
        
Mi razón a otras luces encomiendo:
que me deslumbren en lo que no entiendo
Pablo, Agustín, Teresa, Catalina.
             
             
              
Mis lágrimas amaron la madera,
tu confortante olor a cruz, Dios mío.
Alguien y yo somos un mismo río
corriendo hacia tu sed que nos espera.
     
Mis huesos veneraron el rocío,
Tu misericordiosa primavera.
Alguien y yo somos la misma cera
Que Tú desciendes a librar del frío.
         
Alguien es condición de mi amargura,
sustancia de mi júbilo. Reparte
así la compasión que de Ti fluye.
        
Y yo te amo en esa criatura
ignorada que solo por amarte
sirve a mi soledad y la destruye.
        

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que lamentable que esta hija de la fiel y heroica Irlanda haya extraviado el camino!

Eso se debe a que la denominada "cultura oficial" esta llena de enemigos de la Fe y del Orden Natural.

shl2008 dijo...

Desconozco la historia de esta mujer que merecería la crítica del autor. Alguien podría brevemente iluminarme por favor?

Anónimo dijo...

Lo que no entendí fue lo de "ñoñerías para los chicos". Salvo que esté desviándome hacia el progresismo y la herejía, las canciones de María Elena Walsh me parecían de muy buen gusto.

Anónimo dijo...

bueno rezamos por las almas, pero es que wojtila dijo que el infierno no existia que es un estado de la conciencia, bendicto xvi dice, ver clarin del 13 de enero de 2011, que el purgatorio no existe es un fuego interior, lògico en consonacia con su predesesor, ¿ cual serà la proxima, que el cielo es un estado de alegria interior? porque rezar por las almas entonces??? si algo bueno que se esta dando es que el universo se empezò a desprender de la basura cosmica. deo graciae- daniel jorge

Anónimo dijo...

Algunas de sus canciones infantiles como "el pais de no me acuerdo" son oscuras, desesperadas, nada buenas para nadie y menos para niños. Yo recuerdo haberme asustado de chico escuchandola. Nada mas alejado de ser una mera ñoñeria. Y eso sin hablar de que era todo una excusa para bajar esa linea politica pedorra... puaj.
Pero que tenia talento no lo niego, de hecho alguna que otra me parece buena, al menos musicalmente.
juan